Asomé la cabeza en la cocina y miré de lado a lado buscando a alguien, pero no había ni un alma. Vi el fregadero y la gran montaña de platos sucios me dio la bienvenida. Me quité todos mis anillos y los guardé en mi bolsa.
Vi por la ventana que estaba frente al fregadero admirando el bosque que lucía bellísimo. Arrugué el entrecejo cuando note que en todo el rato que lave platos no escuche ni un solo ruido en la casa.
¿Dónde están todos?
—Luna —volteé, era Tyler, se sentó en la isla de la cocina.
—Buenos días, Tyler —sus tripas me responden gruñendo, me miró avergonzado— ¿Quieres que te prepare algo?
—No se moleste Luna, puedo hacerlo yo mismo.
—No pasa nada preparare mi desayuno también, solo termino aquí —señalé los platos que quedaban.
Se acercó y me quitó la esponja de las manos —Lo hare yo tranquila, Luna.
Saqué los ingredientes necesarios del refrigerador y me puse en marcha. Mientras lo que tenía en la sartén se cocinaba puse la cafetera y limpié la isla de la cocina.
—Es muy rápida —mencionó y dejé de hacer lo que estaba haciendo.
—Mira sé que soy vieja, pero por favor no me trates de usted. Tutéame.
—No creo que sea vieja, Luna.
Lo vi reprobatoriamente —No me trates de usted y tengo doscientos seis años así que si me considero un poco vieja.
Sus ojos se abrieron por la sorpresa — ¿¡Qué!? —Exclamó y su reacción me causa genuina gracia.
—De verdad, tal vez no los aparente tanto, pero —me encogí de hombros— he tenido una vida larga.
Puso los platos en la isla de la cocina en los que serví el desayuno.
— ¿Dónde están todos Ty? —Pregunté curiosa.
—Algunos están en misiones, otros salieron de la manada y hoy también es el día de descanso del servicio. Así, es a veces, la casa está llena y otros días está casi vacía.
Asentí y el comenzó a comer.
—Cocina delicioso —mencionó bocado tras bocado.
Le agradecí y comí de manera lenta, estoy muy cansada y apenas acaba hago el amago de levantar los platos, pero él me detiene.
—Luce cansada Luna —lo vi mal. —, lo siento no puedo dejar de tratarla de usted de un momento a otro. Vaya a recostarse el día de hoy no hay mucho que hacer.
—Lo hare en un rato, primero voy a terminar mi café. Comenzamos a platicar amenamente y me di cuenta de que
Tyler es bastante parlanchín cuando entra en confianza.
Reí por un comentario que hizo y Derek entró a la cocina.
—Buenos días —lo saludé animada y entrecerró los ojos.
—Buenos días —me respondió y saludó a Ty de paso.
—Buenos días, Alfa
— ¿Puedes bajarme una taza Ty?
Derek volteó a una velocidad increíble y lo miró con advertencia.
—Ehh...iré a terminar mis pendientes, con permiso Luna —se despidió Tyler y desapareció de la cocina.
Fijé mi mirada en Derek —Eres un grosero.
Se puso de pie y bajó la taza para mí, serví su café.
ESTÁS LEYENDO
Ella es mía (En edición)
WerwolfUna historia con clichés debo admitir pero que seguro te hará sufrir. Una bruja llega a revolucionar una manada cambiando ideales, un alma gemela posesiva y un espíritu libre. 13/06/21 #1 en Brujas