Capítulo 59

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—¿Norte están en posición? —escucho a Rubí por el walkie talkie.

Le doy un asentimiento a Derek —Estamos en posición —le responde Derek.

La idea de Rubí consistía en colocar un salvaguardas alrededor de la manada para no permitir la entrada de nadie hasta que el Sr. Haugen esté muerto o detenido. Una solución simple pero siempre había contras.

Para empezar no podíamos saber con exactitud cuánto tiempo mantendríamos la protección alrededor de la manada por lo que el agotamiento podría ser fatal, se necesitaban mínimo cuatro brujas para cubrir el territorio entero y repartir la carga. Lisa y Chant se ofrecieron, ni si quiera existió necesidad de preguntarles apenas escucharon el plan ellas estaban listas para ayudar.

Cuatro brujas, cuatro elementos, cuatro puntos cardinales.

Derek y yo éramos elemento Tierra y punto Norte.

Ty y Chant elemento Fuego y punto Sur.

Austin y Lisa elemento Aire y punto Este.

Isaac y Rubí elemento Agua y punto Oeste.

Repartiríamos la carga entre nosotras y tomaríamos fuerza de quienes nos acompañaban pero Chant y Lisa ya no podrían salir. Nadie entraba y nadie salía, mantener la manada con un sistema hermético era lo más eficiente que se nos ocurría, el consejo no tardaría mucho en atrapar a su padre me aseguro Derek y esperaba que asi fuera, el territorio de la manada no era muy pequeño que digamos y mantener un salvaguarda de esa magnitud era agotador.

—Te esperamos Norte —escuche a Chant y solté un suspiro.

Pronuncie el hechizo de manera clara, la clave de todo hechizo era la pronunciación y la visualización.

Derek me sostuvo por la cintura cuando mis piernas flaquearon, podía sentir como mi energía era prácticamente drenada. Entrelace mis dedos con los de Derek y casi nos vamos ambos de espalda.

—Carajo... —farfullo—, sentí que te llevabas hasta mi alma.

Reí por su comentario —Aguanta un poco más, faltan los otros tres elementos.

—¿Es así de simple? ¿Unas palabras y ya está?

—Silencio —junte ambas palmas—, si me desconcentro esto puede acabar mal.

La tierra vibro cuando me senté en ella, cada una de nosotras sería un pilar del salvaguardas y sin un pilar la estructura se viene abajo.

(...)

—Cuidado...—Derek me sujeto el brazo cuando íbamos de camino al edificio líder.

Habíamos terminado lo que le sigue de agotadas, Isaac había tenido que cargar a Rubí de vuelta a casa mientras que Chant y Lisa ya se encontraban descansando.

—Deberías ir a descansar —me sugiere pero me negué rotundamente.

—Quiero que descansemos juntos, estas igual de cansado que yo —mencione—, tome mucha de tu energía.

Abrió la puerta para mí y retrocedí de la sorpresa cuando Elizabeth se me planto en frente.

—Alfa, Luna —se hizo a un lado mostrando a quienes tenía a sus espaldas—. Beta Cora de la manada del Sur y Alfa Iris de la manada del Este.

Voltee a Derek de inmediato —Que sorpresa —me acerque a saludarlas amable —.Qué bueno que nos visitan, espero que se queden mucho tiempo —mire a un lado nerviosa.

—Ojala pudiera, mi manada no puede estar sin mi custodia mucho tiempo —se excusó Iris.

¿Cómo te explico?

—Entiendo...

—Igual yo, el Alfa no es muy independiente...además necesito entrenar a los novatos —voltee a ver a Derek.

—Si...creo que...

—No van a poder salir de aquí —Derek me interrumpió dejando en shock a nuestras invitadas.

—¿Cómo? —Cora se cruzó de brazos.

—Vamos a la oficina —sugerí y todos estuvieron de acuerdo.

Me senté apenas pude, la cabeza me daba vueltas y sentía que en cualquier momento desfallecería.

—Mi padre esta en libertad...

—¿Qué? —Cora se puse de pie de inmediato y me miro con preocupación— Querrá asesinarte —negó con la cabeza y volvió a tomar asiento exasperada—, ¿Desde hace cuánto?

—Un par de semanas

Iris se unió a la conversación —Imposible, al consejo nada se le escapa y mucho menos tardan tanto en encontrar a alguien.

—¿Por qué no dijiste nada? —le reclamo Cora a Derek, molesta— Sabes que viene por ella y por quienes la ayudaron —le recuerda.

—Creí que ya estaría capturado para cuando se enteraran...

—Hombres...—se quejó Iris—, debemos actuar de inmediato tu padre es un peligro potencial para cualquier manada.

Se puso de pie y saco su teléfono, dio órdenes claras de que nadie cruzara la barrera en su ausencia.

Cruce mis piernas —Mis hermanas y yo nos encargamos de colocar un salvaguardas alrededor de la manada. Nadie entra nadie sale.

—¿Cuánto tiempo lo mantendrán? —se acercó Cora.

—Ese es el problema, no lo sabemos. Entre más días más débiles estaremos y eso juega en nuestra contra. Lamento informarles que deberán permanecer aquí durante un tiempo indefinido.

Cora me ofreció un apretón de mano —Permaneceré aquí Christal, si eso significa que estarás a salvo.

Le sonreí agradecida —Cuenta conmigo Luna —el gesto de apoyo de la Alfa Iris me pareció digno de admirar. Sin conocerme un poco estaba dispuesta en apoyar la causa—, debemos ponerle fin a esto aun si eso significa muerte.

—Me agrada como piensas —le comento Cora y Iris sonrió.

Esta situación podía dar pie a una gran alianza.

—Vayamos a casa a descansar —me puse de pie y de no ser porque Cora me sostuvo el brazo con fuerza me hubiera ido de espaldas.

—Ojala encontremos a ese malnacido pronto —me miro preocupada—, no es justo que te desgastes de esta manera.

Le sonreí agradecida —Mis hermanas también son pilares, el desgaste es para todas y mientras mi magia me lo permita mantendré el salvaguardas el tiempo que sea necesario con tal de mantener a salvo a la manada —solté un suspiro—, porque son mi familia y mi deber como Luna es anteponer su bienestar antes que el mío.

Iris le pego un codazo a Derek —Empiezo a creer que debería haber más mujeres Alfas ¿No?

—Si hubieran existido mujeres Alfa antes, no habría existido la necesidad de dividir el territorio en cinco partes, hubiéramos coexistido unidos en un solo territorio...—comento Cora.

—Pero los lobos son tan territoriales —Iris remarco la a en el tan, ambas comenzaron a charlar amenamente mientras íbamos camino a casa.

Derek halo de mi mano para que camináramos a la par —Lamento no habértelo dicho antes, hoy pudo haber ocurrido algo...

—No es tu culpa que tupadre sea un desquiciado pero si lo hubieras dicho antes hubiéramos podidopensar con tiempo. Ahora lo importante es mantener la manada a salvo —entrelace nuestras manos y me pare de puntillas para darle un fugaz beso.

No comience una guerra que no puede ganar

Si no la gano al menos espero resistir lo suficiente por la manada. 

Ella es mía (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora