Ella es mía (En edición)

Capítulo 74

            Kira me ofrece su mano para ponerme de pie, cuando lo hago me tambaleo un poco y la vista se me nubla por el repentino movimiento. Me llevo la mano al pecho por inercia al sentir esas horribles punzadas.

Lo siento tanto B...

Un nudo se me forma en la garganta pero me lo trago.

—Descansa un poco más —el tono preocupado de Regina es evidente pero le respondo negando con la cabeza.

—Nos alcanzaran pronto...todo el esfuerzo no habrá valido nada... —intente mantener la compostura y disimular el dolor.

Kira se aleja en silencio para darnos un poco de espacio hasta que la pierdo de vista.

—El veneno O acabara contigo...

Los ojos se me cristalizan —Moriré igualmente Regina... —su rostro se transforma y la mirada se le apaga—estoy infectada hasta los huesos...no hay manera de conseguir la cura...pero...

—No. —levanta la cabeza y me mira a los ojos.

Asiento y le acomodo el cabello detrás de su oreja —Deja que la última cosa que haga con mi magia sea ponerlas a salvo...

—Usa esa magia para sacar la ponzoña de ti —se limpia las lágrimas que le ruedan por las mejillas—, ya no me importa quedarme aquí...No quiero que mueras....

—Suficiente daño te hice con sellar tu magia...has sufrido mucho ya.

Ella niega con la cabeza y abre la boca para responderme.

—Chicas...

Ambas volteamos a ver a Kira que nos ha interrumpido quien luce notablemente agitada.

—Ya vienen.

Trague grueso y la adrenalina se me pone a tope por ese par de palabras, de pronto hasta tragar saliva se me dificulta.

Mi corazón se dispara y con temor coloque la mano frente a mi pecho intentando apaciguar los indomables latidos que este daba, ya no puedo más.

Ya no quiero ser fuerte, ya no quiero resistir más...toso un par de veces y siento la mirada de Regina preocupada sobre mí.

Podía sentir como se acercaban cada vez más; como estaban a nada de pisar nuestros talones.

—Acérquense...—mire a ambas pero solo una obedeció. Kira.

Regina negó con la cabeza —No voy a dejarte si eso es lo que pretendes, me quedare aquí. —las lágrimas comenzaron a descender de sus mejillas.

Las opciones se me acababan, no me sentía capaz de hacer un portal nuevamente y no podía darme el lujo de defraudarlas. Mire a Regina a los ojos y tome una decisión.

Hale de su muñeca. Coloque mi dedo índice en su frente abruptamente —A partir de hoy relevo el sello...—tomo su barbilla para que me mire a los ojos pero ella niega con la cabeza una vez más.

—No, no, no ¿Qué haces Christal? —las lágrimas le descienden con más fuerza.

Siento que el aire me deja los pulmones por el repentino dren de energía —Podrás hacer uso de tu magia como habitualmente hacías, porque esa es mi voluntad...—volteo la cara a un lado para toser, las piernas me fallan y termino de rodillas con las palmas llenas de sangre por la tos. Mi interior quema y el aire se vuelve cada vez más espeso para mí.