Le doy un vistazo al paisaje mientras camino, estiro mis brazos y respiro profundo llenándome de paz. No hay tanta gente como de costumbre las misiones deben estar a tope supongo, ¿En dónde estará Ty en estos momentos?
Lo pienso un poco no tengo muchas opciones solo conozco esta manada y sé que existe la manada del sur, desconozco por completo la existencia de otras así qué me entran ganas de saber más del tema, le preguntaré a Derek más tarde.
Frunzo el ceño al recordar la cantidad de libros que hay en el despacho de Derek, apuesto a que ahí habrá información y así evitare ralentizar su trabajo. Me muerdo el labio al recordar su despacho y lo que ocurrió ahí, no tenía que negar que mi cuerpo lo extraño y mucho, si tan solo supiera las veces que tuve que autosatisfacerme pensando en el en un intento fallido de apaciguar mus alborotadas hormonas, se le inflaría aún más el ego. Aunque también extrañaba su compañía y su calor, el lazo que compartía con él se fortalecía y era de tal magnitud que incluso Chant lo puedo sentir, solté un suspiro creo que realmente somos almas gemelas.
Continúo caminando y por andar con la cabeza en la luna, choco mi hombro con alguien. El golpe es tan fuerte que me tambaleo, es como si la otra persona lo hubiera planeado. Me volteo y lo primero que veo es a Regina viéndome con desprecio, si en definitiva fue planeado.
—Llegaste —el tono de fastidio en la voz de Regina no me sorprende en lo más mínimo—, tu presencia no era tan relevante pues en tu ausencia nadie noto diferencia. —se cruzó de brazos.
Le sonreí amable e intente apaciguar mis ganas de lanzarme sobre ella, sus palabras eran hirientes y podrían afectarme de no ser por aquellas personas que me dieron la bienvenida.
Me llevo una mano al pecho para ser dramática. —Me asusta que estuvieras tan pendiente de quien sí y quien no noto mi ausencia —solté y el odio que me lanzo con sus ojos me hizo sentir bien, di justo donde debía—, me parece que si tuviste tiempo para eso es porque tampoco haces cosas muy relevantes que digamos.
—No te hagas la importante —habló cuando le di la espalda di la vuelta en su dirección y levante una ceja con superioridad.
—Yo no me hago nada, la que me toma mucha importancia eres tú. Me da la sensación de que tú eres la que está más al pendiente de mi —le doy una palmada en el hombro—, iré a casa a cambiarme de ropa —le aviso—. Te digo para que no lo tengas que investigar.
Continúo con mi camino y puedo sentir como me sigue con la mirada. Desde el primer segundo que me vio no le agrade, claro que tampoco he hecho nada para que nuestra relación mejore pero no tengo ningún interés en ello. Simplemente no congeniamos además del evidente hecho de que esta que se muere por Derek y que de pronto llegue yo y el ya no le preste atención no le sentó muy bien. Qué más da tenía que acostumbrarse porque no teníani el más remoto pensamiento de que se acerque a él, lo de ellos fue sexocasual solamente, o bueno al menos eso quiero creer. Nunca he hablado de esetema con él y realmente no sé si deba o me incumba pues después de todo yo tambiéntuve parejas anteriores.
Tomo el pomo de la puerta principal y entro, Derek dijo que tenía que ir al edificio líder a terminar unos pendientes así que se despidió de mí a medio camino. Lo primero que me recibe es un delicioso aroma; la sazón de Sarah es algo que definitivamente estime mucho, mis tripas hacen actos de presencia y me entran ganas de ir a la cocina pero declino totalmente la idea, debo cambiarme primero o voy a enfermarme.
Empiezo a subir las escaleras con un poco de prisa, cuando estoy frente a la puerta un estruendo llama mi atención.
— ¡Sigues igual de inútil! —gritan en la planta baja. Se escucha un golpe seco y voy rápidamente para abajo.
Bajo los escalones de dos en dos. El corazón me late fuerte y los recuerdos del primer día que estuve aquí se hacen presentes, los gritos son graves, fuertes y ásperos. Me alarmo al escuchar otro golpe pero para mí mala suerte cuando llegó a la planta baja no encuentro indicios del lugar de donde proviene tal alboroto.
— ¡Mujer tenías que ser! —continuo caminando con más prisa hasta que me topo a un sujeto de espaldas con Sarah en el suelo.
Sus ojos se iluminan cuando me ve pero de inmediato se cierran cuando la mano del sujeto se levanta para arremeter contra ella.
Me interpongo de inmediato, mi pecho sube y baja volteo y veo un hilo de sangre salir de la boca de Sarah, no llegue a tiempo.
—No se atreva a ponerle la mano encima de nuevo —demando con voz firme.
Me ve con altanería y patea un mueble que tenía un lado lanzando lejos en un intento de intimidación, escuchó la respiración pesada de Sarah.
—Las mujeres solo hablan cuando se les ordene —soltó de una y avanzó un paso—, las mujeres sólo obedecen —otro más—, las mujeres no protestan —otro— y las mujeres no se meten en asuntos de hombres. Así que no se meta donde no la llaman —sentencia quedando frente a mí.
Pone una de sus manos en mi mentón y me mira con el ceño fruncido. —Porque créame sería una lástima dañar su rostro, callada se ve más...
—Yo me meto donde me da la gana —le abofeteo la mano y mi acción hace que me vea furioso—, y no callada no me veo más bonita.
La ira se le sale por los poros, supongo que nadie lo había retado de esta manera antes y mucho menos una mujer. Sus comentarios retrogradas me lo confirman. Me mira perplejo e intenta sujetarme del cuello pero haciendo uso de mi magia para aumentar mi fuerza detengo su brazo.
—Las mujeres NO necesitamos que nos den permiso para hablar, las mujeres NO obedecemos nosotras lideramos —avanzo un paso—, las mujeres SI protestamos —doy otro paso— y que le quede claro que también nos defendemos.
—¿!Quién demonios es usted y que mierda hace en esta manada!? —me grito con fuerza y sus ojos se tornaron de un rojo que me pareció familiar.
Sarah susurro algo detrás de mí pero no pude distinguir qué.
—Eso lo que quiero que usted me diga —lo vi con el ceño fruncido. — ¿Quién carajo es y por qué se siente con el derecho de venir y lastimar a los miembros de esta manada?
—Soy Andrew Haugen y soy el anterior Alfa de esta manada —me grito y sentí que se me bajó la presión.
Me negaba a creer lo que mis oídos habían escuchado, este viejo verde, retrograda, insulso y grosero, había sido el Alfa anterior de esta manada. La simple idea de tener que tener que respirar el mismo aire que este intento de Alfa me causaba repulsión pero el hecho de saber que este tipo es el padre de Derek termino por darme un soponcio. Como es que de este asqueroso ser provenía alguien tan...tan Derek.
La sangre me hirvió y de mi boca salieron palabras que nunca pensé que pronunciar.
—Yo soy Christal Luna actual de la manada —solté y pude escuchar el jadeo de sorpresa de Sarah. Los ojos se le tornaron de un rojo más oscuro— Y escuche bien —dio un paso atrás— ¡No voy a permitir que vuelva a ponerle una mano encima ni a ella ni a nadie!
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Ella es mía (En edición)
WerewolfUna historia con clichés debo admitir pero que seguro te hará sufrir. Una bruja llega a revolucionar una manada cambiando ideales, un alma gemela posesiva y un espíritu libre. 13/06/21 #1 en Brujas