Abrí los ojos por la sorpresa, me lleve una mano al pecho y corte las yemas de mis dedos al tocar el objeto que había atravesado mi cuerpo. Agache la mirada y vi una hoja negra. La espada de ónix.
De repente el tiempo se detuvo para mí, tuve una sensación extenuante. Fue como si apagaras una vela con las manos, una viva llama que se extinguía en un momento. Una luz que pasaba a formar parte de la oscuridad.
Jamás se me ocurrió pensar si morir dolía o mejor dicho si a mí me dolería, a lo largo de mi vida había sufrido dolores profundos y sorprendentemente los que más me dolieron no eran físicos.
No puedo saber con exactitud la razón pero...no sentí dolor y no sabía si eso era bueno o malo. Lo único que rondaba por mi cabeza eran dos preguntas:
¿Todo termino? ¿Aquí?
—Perdóname hija mía...
Levante la mirada, no pude escuchar más nada pero pude ver las expresiones horrorizadas de quienes tenia frente a mí. Mis ojos se cristalizaron cuando los vi y una lagrima rodo por mi mejilla.
Las piernas me fallaron cuando saco la hoja de mi cuerpo y me desvanecí, mi madre me sujeto del antebrazo y me arrastro hasta quedar al borde del risco.
—Libéralo —amenazo a Derek cuando él se apresuró a sostener a Alarik junto a quienes lo acompañaban— o tu Luna lo paga.
Mire al suelo donde B se encontraba, mi sangre bañaba su pelaje. Había caído apenas recibí la estocada, nuestro lazo pendía de un hilo.
—Mátalo... —hable con dificultad.
El agarre de mi madre se reforzó clavándome las uñas en el antebrazo.
—No te atrevas...
Gemí del dolor y escuche como B se movía queriendo defenderme. A duras penas pudo posarse en sus cuatro patas pero logro hacerlo.
Avanzo y con su hocico intento empujar a mi madre para que me liberara. Agonizaba, lo hacía de verdad al igual que yo pero aun así hizo un esfuerzo más...
...para cuidar de mí. Intente mover mi mano para alejarlo pero resistió y permaneció ahí.
Ella volteo hacia abajo e hizo lo más cruel que pudo haber hecho.
—No, no, no...
De un movimiento lo alejo de nosotras, lanzándolo por aquel risco como si fuera cualquier cosa. Mis ojos no daban credibilidad a su vil acto.
No tenía fuerzas ni para respirar pero eso no impidió que desde mis entrañas escapara un grito que desgarraba mi alma de tal magnitud que no dude que se escuchara por todos los alrededores.
Lágrimas descendían de mis mejillas. Acababa de ver a mi familiar morir frente a mis ojos y eso...
Eso me dolió mas que ser atravesada por aquella espada.
—Vas a pagar por lo que hiciste Alice... —levante la mirada y sus ojos brillaron felinos al toparse con los míos, con dificultad levante mi brazo y tome su barbilla manchándola de mi sangre, su sangre, para que me mirara a los ojos— mi caos... hará de tu vida un maldito infierno.
Mi voz salió hostil y mis palabras fueron severas. No era una simple frase, era una puta promesa.
—Así no sea en esta vida...—escupí sangre y continúe— en la que sigue te hare sufrir tanto...
Tenso la mandíbula y con fuerza me sostuvo del antebrazo hasta que mis pies no tocaron más el suelo. No temí, todo mi interior ardía en coraje y odio.
—Tu caos hija mía...acabara aquí. —dijo por lo bajo y volteo la cara para dirigirse a Derek.
—Vida por vida lobo —hablo mi madre.
No confíes...
No confíes...
No confíes...
Escuche sus pasos acercarse.
Mi madre me puso sobre el suelo o al menos eso les hizo creer porque mis pies jamás lo tocaron.
—Los lobos son tan tontos...
Levante la mirada y vi como tomo a Alarik del brazo con fuerza atrayéndolo hacia ella, me lanzo con fuerza en el aire y la vi atravesar el portal junto a él.
Derek no grito mi nombre, lo rugió tan fuerte al verme caer risco abajo, desesperado por no dejarme ir. Sobrevivir todo este tiempo...y no poder tenerlo cerca una vez más. Dolió.
Dolió ver a todas mis hermanas reunidas entre ellas Cora e Iris y no poder si quiera decir hola o...adiós.
Dolió no cumplir mi promesa con Rubí de permanecer siempre juntas.
Me dolió el saber que no vería a mi pequeña Aina cumplir sus metas.
Dolió ver al lobo que me sostuvo el ultima día, ofreciendo su vida por la mía, dolió saber que sentiría que todo es fue su culpa.
Dolió ver aquella mata blanquecina por última vez, a quien le tome un cariño inmenso.
Pero sobre todo lo que dolió es que...no los volvería a ver jamás, a ninguno de ellos.
Levante mi mano queriendo tomar la mano de Derek, pero mis yemas ensangrentadas mancharon las suyas en un leve roce...
...uno que significaba mi muerte.
El cabello me cubrió el rostro, sentí un vacío en el estómago y no luche, no había nada que yo o alguien más pudiera hacer. Aun si hubieran evitado que cayera esa estocada era... irremediable.
Suspire y cerré los ojos dejándome caer al vació. Dejando que mi conciencia hiciera un recuento de mis recuerdos, viendo mil imágenes pasar frente a mi. Pidiendo mil y un disculpas a mis seres queridos por no haber sido fuerte...
...fue entonces cuando todo acabo.
ESTÁS LEYENDO
Ella es mía (En edición)
WerewolfUna historia con clichés debo admitir pero que seguro te hará sufrir. Una bruja llega a revolucionar una manada cambiando ideales, un alma gemela posesiva y un espíritu libre. 13/06/21 #1 en Brujas