Capítulo 40

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Derek (Misión parte I)

Me quedo un rato bajo la regadera haciéndome a la idea de que cuando salga serán los últimos momentos que veré a mi Luna, ideo mientras tanto como demonios es que hare para sobrevivir a la misión.

Cuando vi a mi padre en la manada solo pensé que podía significar una cosa. Problemas. La relación que tenía con el si bien no era la mejor tampoco era tan mala simplemente nos manteníamos alejados, desde que mi madre murió el cambio bastante y la manada la paso mal por lo que decidí tomar el cargo a edad temprana. Por sus pares mi padre decidió irse de la manada dejándonos solos.

Apago la llave de la regadera y salgo con una toalla simplemente, observo como mi Luna arregla la cama y cuando acaba se va en dirección al baño sin decir nada.

Me visto de manera rápida y me desespero porque no sale, la necesito a mi lado. Hago un recuento de todos nuestros momentos juntos y los atesoro porque la verdad es que tenía miedo de no volver pero mi más grande miedo era no volver a verla. La sola idea me destrozaba.

Apenas sale me sonríe a pesar de la tristeza que sé que tiene, a paso lento se acerca a mí y cuando le faltan un par de pasos la tomo con mis brazos y la cerco a mí.

—Buenos días mi Luna —me mira a los ojos y por un momento me planteo la idea de no ir a esa bastarda misión pero lo descarto rápido. Debo hacerlo. Pegó su cuerpo al mío y la beso con ganas.

Deja caer la toalla y veo su cuerpo desnudo suelto un jadeo cuando la veo, me mira cuando termina de cambiarse y enarca una ceja y desvió la mirada, frunzo el ceño y limpio disimuladamente el hilo de baba que quería salir de mi boca.

Escucho como tocan la puerta, la abro y veo al Delta Tyler.

—Alfa ya es hora —me dice y asiento decidido.

Veo con el ceño fruncido como ladea la cabeza para ver a mi Luna y le sonríe como idiota, me muevo tapando sus vistas por completo y me aclaro la garganta.

Maldito pelos de anciano —Iremos enseguida —le informo con un tono firme en la voz y empujo la puerta con la intención de cerrarla pero mi Luna habla.

—¿Puedes esperar afuera? —escucho como dice y el idiota asiente rápido, ruedo los ojos ni si quiera a mí me hace tanto caso, abre la boca para responderle pero cierro la puerta antes de que emita alguna palabra.

Me doy la vuelta y veo a mi Luna con la mirada triste, se acerca y en sus manos trae un collar, me agacho para que pueda ponérmelo porque de puntas apenas y me alcanzo.

Quien diría que esa pequeña altura resguardaría tanto poder y rebeldía.

—No te lo quites en ningún momento —me pido y le sonrió, probablemente haya usado su magia en este collar pero el mero hecho de que pensara en mi me es suficiente para dejármelo en el cuello para siempre—, está cargado con energía de la luna para tu protección —asiento como si entendiera lo que dice y me alegra saber que llevare un presente suyo junto a mí.

Con una de sus delicadas manos toma la mía y me guía fuera de la habitación.

Apenas ponemos un pie afuera se dirige donde el Delta Tyler y le da un brazalete, no pongo mucha atención a su conversación pero de reojo veo como el idiota hace el amago de querer abrazarla.

Me acerco rápido y tomo de la cintura a mi Luna, es mía con un demonio ¿Por qué nadie lo comprende?

—A mí me dio un collar —le presumo y me rueda los ojos—, ni te emociones pelos de anciano.

Ella es mía (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora