☽ Capítulo 16 ☾

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Sentí la mirada de Derek sobre mi, estoy de espaldas a él y a pesar de estar a cierta distancia puedo sentir su calor corporal, el frío aire afuera hace que retroceda en busca de calor. Me rodeó con sus brazos fornidos y bajó sus manos de manera descarada por mi cuerpo, repartió besos por mi cuello y solo jadee como respuesta.

Cerré los ojos y disfruté de las caricias que me brindó, me volteé y lo atraje hacia mí para besarlo, sentí el toque de sus labios de manera dulce, que extraño. Me alejé de inmediato cuando vi un par de ojos dorados seguida de una risa burlona.

Tocaron la puerta, abrí los ojos, desperté y vi a Derek caminar hacia allí, pero estoy tan adormilada que no escucho, ni veo nada claro, me estiré en la cama y me acomodé mejor para dormir. Moviendo las piernas quité de encima de mí la molesta sábana quedando boca abajo con solo las bragas cubriéndome.

Escuché un gruñido y la sábana me cubrió de nuevo, pero la volví a quitar y Derek la volvió a poner.

—Luna es mucha tentación para mí.

Sonreí contra la almohada —No me tomaste cuando pudiste, perdiste tu oportunidad lobo.

Aun no sale el sol deduzco que son las cinco de la madrugada más o menos pero aun sin poder verlo sé que lo que dije lo hizo sonreír. Solo falta que diga algo egocéntrico.

—Yo nunca pierdo Luna.

Y ahí está.

—Que lástima porque yo tampoco —me jaló hacia él quedamos a centímetros el uno del otro. Se acercó a besarme y corrí la cara provocando que me diera un beso en el cachete.

Gruñó y yo sonreí burlesca — ¿Qué vinieron a decirte? Imagino que debe ser importante porque nadie en sano juicio molesta a otra en la madrugada.

Lo vi esperando a que hablara —Regina —casi me da un tic en el ojo— dijo que el Alfa de la manada del Sur vino de visita para reafianzar lazos.

Solo asentí porque la verdad no entiendo nada de lo que dice. Pero mi cerebro hace clic cuando recuerdo que está semidesnudo.

— ¿Regina te vio así? —digo alzando una ceja tratando de sonar lo menos posesiva posible, pero la verdad es que no sé qué me pasa, el hecho de pensar a Derek con alguien más hace que una extraña sensación se me instalé en el pecho.

—Sí, ella y yo ya estamos acostumbrados a nuestra desnudes así que lo vemos normal.

Solo asentí como respuesta aplacando los celos que me queman por dentro, ¿Qué me pasa? Nunca fui celosa con nadie.

—Acaso ¿Estás celosa Luna? —me miró achicando los ojos Levanté una ceja.

— ¿Qué dices? —Me recargue en mi brazo para verlo mejor— Yo no siento celos.

«Al menos no lo admitiré frente tuyo»

Rodó los ojos y cambió de tema — ¿Qué soñabas eh? Fruncí el ceño

— ¿Por...?

—Espera no me digas, sé que tuviste sueños húmedos conmigo —se encogió de hombros—, es inevitable soy casi un Dios griego.

Negué con la cabeza — No digas tonterías —lo regañé y el rio.

—Lo soy, me lo dicen muchas.

Suspiré—Te mienten muy probablemente.

Me recorrió con los ojos y noté ese matiz de picardía en ellos. Con una mano me acarició la espalda suavemente y bajó hasta sujetarme el culo con posesividad.

Ella es mía (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora