☽ Capítulo 19 ☾

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Desde que la luz se hizo en la nada, partiendo para crear el todo. Cuando la primera esencia femenina pisó la tierra y conecto con ella. Nacimos nosotras. Brujas. Porque la verdad es que...hemos estado aquí desde el antes y estaremos en el después. Nacidas del éter, junto a la Luna y junto al sol. En una triada de divinidades llenas de magia.

Encontrando así una guía, una maestra, una hermana, una madre...una abuela. Conectando con lo que nos rodea, adorándolo y respetándolo.

Siendo una con el entorno, aprendiendo de las plantas que ayudan a sanar, también de aquellas que podían lastimar y algunas otras que te hacían ver más allá. Aprendiendo que lo que nos rodea tenía vida, aunque diferente a la nuestra, vida igual.

Descubrimos una conexión con cuatro elementos, el fuego que lo iluminaba todo, la tierra donde cosechaba, el viento que la hacía sentir libre y el agua que la hacía sentir vivía. Que, aunque diferentes, juntos armonizaban bien.

Llamamos madre a aquella blanca que la cuidaba durante la noche en el cielo, a quien le confiaba cada uno de sus secretos y admiraba desde la oscuridad.

Nos convertimos en hijas de la Luna, hermanas del Sol y compañeras de la Luz. Nos llamamos brujas, sabias, curanderas, mensajeras. Nos convertimos en mujeres de los mil títulos.

La que sanaba con plantas a la comunidad, la que hablaba con deidades y traía sus mensajes, la que con amor transmitía sus saberes, ayudando a más almas a despertar y caminar junto a ella. A recordar quienes eran, a recordar que las brujas están antes y estarán en el después. Que quienes nacen con corazones osados, nacen con un don, con una misión...con un propósito.

Y que la que osada nace, ha sido bruja y lo será siempre, en esta vida y en las que siguen...

— ¿Qué piensas? —me susurró Derek al oído.

—No hagas eso —susurré molesta.

Volví a la realidad e intenté prestar atención a lo que decía Enzo, aunque en realidad no tengo idea de que hago aquí.

Isaac y Tyler comentaban de vez en cuando y Derek miraba todo de manera seria. Mientras que Cora me mataba con la mirada.

—Tengo una propuesta, modifiquemos un poco el tratado —la voz de Cora se alzó por las demás.

— ¿Qué propones? —Derek se compuso en su silla y su mirada se volvió fría.

—Propongo que en dado caso que exista un conflicto entre un miembro de cada una de las manadas este sea resuelto de manera directa entre los involucrados —me miró a los ojos y levantó una ceja—. Mano a mano.

Todos volteamos a ver a Cora, el ambiente se puso tenso.

— ¿Lo dice por algo en específico Beta? —El tono burlesco de Tyler solo hizo aumentar la ira de la Beta.

—Si —me volteó a ver—. Espero que esta loca obtenga su merecido o que su maldito monstruo sea sacrificado y que mejor si es por mi propia mano.

Mi ceño se frunce de inmediato —No lo apruebo, ni ella ni su guardián te dañaron con intención, más bien fue en defensa propia.

Isaac se le unió a Tyler diciendo —Tampoco lo apruebo además recibiste una advertencia si mi sentido del oído no falla — la miró con el ceño fruncido y Cora se molestó aún más.

— ¿Acaso tienes de sobra esa mano? Porque te veo con muchas ganas de perderla. —Tyler citó mis palabras viéndome con orgullo — Gran frase —admitió.

—Propongo que te dejes de estupideces y dejes de meterte con la Luna de nuestra manada aliada.

El silencio reinó y los ojos de Cora amenazaron con salirse. Las palabras de Enzo la tomaron por sorpresa.

Ella es mía (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora