Mi corazón va a mil por hora. El señor Haugen se pasa el pulgar por la cortada que le deje en el rostro, en un movimiento rápido me toma del cuello elevándome del suelo llevo ambas manos a su brazo intentando liberarme de su asfixiante agarre para permitir el pase del aire a mis pulmones.
Ejerzo cuanta fuerza puedo pero en estas condiciones mi cerebro se concentra más en respirar además de que no puedo articular palabra, le clavo las uñas en el brazo de la fuerza que hago pero ni se inmuta.
—Sin voz no hay magia ¿No es así? —me dice con burla y mis ojos se ponen felinos de desesperación— Todas las brujas son iguales —sus ojos me analizan— se creen invencibles —vocifera con burla—. He conocido a muchas como tú —aprieta más su agarre y siento como me clava sus garras— rebeldes, obstinadas pero ninguna de ellas...
Mi vista se empieza a nublar y poco a poco dejo de escuchar lo que dice, de manera abrupta caigo al suelo y de inmediato siento una enorme alivio me llevo las manos al cuello y veo mis yemas de los dedos con sangre. Desesperada tomo grandes bocanadas de aire para recuperarme tosiendo en el proceso.
Rubí se planta frente a mi cubriéndome con su cuerpo a modo de protección —Ninguna pudo— le completa y mira al Señor Haugen con molestia— pero hoy no va una —voltea a verme de manera rápida y asiente—, hoy vamos todas —las presentes avanzan un paso y se plantan detrás de Rubí.
Aina y Sarah llegan hasta donde estoy y me ayudan a ponerme de pie.
—Luna usted ya nos ha defendido mucho —dice Aina—, es nuestro turno de hacerlo. Por usted, por nosotras y por nuestro más alto bien.
Con una mano Sarah me levanta el mentón y me inspecciona el cuello mientras que con la otra me da un apretón en la mano —Gracias Luna por darnos valentía y coraje —toma la orilla de su blusa y arranca un pedazo de esta para pasarla por mi cuello limpiando la sangre—, gracias por darnos fuerza y ser una luz para todas nosotras.
La mirada que ambas me ofrecen no me transmite otra cosa más que veracidad y gratitud, las veo a ambas y luego observo nuestro alrededor guardando esta escena en mi memoria.
Le devuelvo el apretón a Sarah y avanzo hasta estar junto a Rubí —Agradezco a quienes lo intentaron antes que nosotras por su valentía —limpio la poca sangre que chorrea de mi cuello y me agacho para levantar el arma que deje caer cuando me tomo por sorpresa, la sacudo y caen un par de gotas de su sangre al suelo—, me alegra que las mencionara, recuerdelas bien a todas ellas. Cada uno de sus rostros recuérdelos y véanos bien a todas aquí porque estos serán los rostros...—permaneció estático en su lugar— de sus verdugos.
Mira de un lado a otro pasando por cada una de nosotras, se detiene frente Rubí y yo.
—Llévenlas a todas al calabozo —anuncia y me sonríe cínico—, ir en contra del Alfa es un crimen y se paga con la muerte —varios guardias se acercan dudosos—. El verdugo seré yo y las veré caer a todas de una en una...
Se acerca a mí peligrosamente con una mano levantada, tiene la intención de tocarme. Blando la espada en mi mano y de un corte le rebano una parte del dedo índice y pulgar.
Abre los ojos con y me mira como si estuviera loca —La próxima vez que quiera ponerme una mano encima o a alguna de las aquí presentes, la perderá —con una mano sostiene la muñeca de la otra.
—Ir en contra de la voluntad de las mujeres de la manada es un crimen —coloco la punta de la espada en su cuello— y yo hare que lo pague con su maldita cabeza.
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Ella es mía (En edición)
WerewolfUna historia con clichés debo admitir pero que seguro te hará sufrir. Una bruja llega a revolucionar una manada cambiando ideales, un alma gemela posesiva y un espíritu libre. 13/06/21 #1 en Brujas