cap. 38

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Silver se encaminó hacia el área donde el enfermero le dijo que estaría Salomón recuperándose, ahí lo esperaba el hombre misterioso.

Se acercaba la hora del cambio de personal y eso les facilitaría las cosas para llevar a cabo su plan.

Silver se paró frente a una puerta y leyó en ella: "solo personal autorizado"; haciendo caso omiso al letrero, entró.

--¿Por qué tardaste tanto? -pregunta impaciente el hombre, quien se encontraba al lado del enfermero.

Silver se limitó a decir que un contratiempo sin importancia lo retrasó, luego se acercó a Preys.  Notó que el cuerpo estaba conectado a una máquina de respiración y luego hizo una sugerencia.

--Debería hacer el trabajo aquí mismo y así obtener lo que anda buscando de una vez..  No veo la necesidad de que se lleve el cuerpo y además creo que...

--Mira, Silver... aquí se hace lo que yo diga, y si me quiero llevar el cuerpo o todos los cuerpos del hospital, así será... ¿entiendes? -puntualizó el hombre, interrumpiendo al agente.

--Disculpen que me entrometa -dice el enfermero- pero el tiempo corre, debemos actuar rápido.

--Tienes razón, muchacho -dice el hombre.

El empleado les dio unas batas blancas con el logotipo del hospital y se las pusieron encima de sus ropas, aparentando que eran dos empleados más del nosocomio, podrían pasar por camilleros, enfermeros o incluso médicos.

En menos de un minuto ya llevaban, los tres, a Salomón en una camilla... se dirigían a una de las salidas traseras del hospital donde ya estaba una ambulancia preparada.

Ni guardias ni otros empleados se cruzaron por su camino, pues el enfermero ya tenía todo preparado, conocía el lugar como la palma de su mano.

--Gracias, muchacho -le dice el hombre misterioso al enfermero, después que instaló el cuerpo de Salomón junto con el respirador dentro de la ambulancia.

--Al contrario, gracias a usted, señor... pero es mejor que nos vayamos ya.

--Vayamos es una palabra que abarca a muchos -dice el hombre, arqueando una ceja.

--No entiendo lo que quiere decir... ¿no habíamos quedado que yo conduciría?

--Sí, en eso quedamos pero es de sabios cambiar de opinión -dijo el hombre sacando un arma de entre sus ropas... se acercó al empleado y así sin más ni más le disparó en la cabeza.

El muchacho cayó muerto al instante ante la mirada desconcertada de Silver, quien dio unos pasos atrás, acariciando su arma.

--Tú irás en la parte trasera, acompañando a Preys -ordena el hombre al agente- yo conduciré.

Silver se encamina hacia la puerta trasera de la ambulancia e intenta abrirla pero el hombre lo interrumpe:

--Oye, Silver... ¿arreglaste lo de Lewis?

--Sí, señor, ese asunto se hará como usted lo planeó -fue todo lo que contestó pues el hombre le disparó a quemarropa a la altura del corazón. 

Silver cayó al piso, muerto... o tal vez solo herido, pero inconsciente.

El hombre misterioso subió al asiento del conductor, encendió el motor y luego se alejó del lugar hacia un rumbo desconocido, llevando con él, el cuerpo moribundo de Salomón.

El primer semáforo al cual se enfrentó le tocó en rojo, así que debió hacer alto total.  Debía mantener la calma y la sangre fría.  Actuaba muy normal, como si nada pasara, como si en realidad fuera un empleado médico.

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⏰ Última actualización: Oct 06, 2022 ⏰

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Mario y... ValentinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora