A poca distancia del bar, en una gran casa con jardín y dos coches a la puerta, llegan Laura y su padre.
En la entrada estaba Víctor, recargado en la pared fumando un cigarrillo. Al ver el coche acercándose se incorporó y caminó hacia él.
--No le digas aún que estas esperando un hijo suyo, por favor -le ordena Julio a su hija.
--Perdóname, papá, pero no haré lo que me pides. No voy a asesinar a mi hijo -le responde Laura muy decidida mientras se baja del coche y corre a los brazos de su novio.
--Víctor, tengo que contarte una cosa -le dice la muchacha con una sonrisa- ven, vamos a entrar a la casa.
Los padres de Víctor tenían una muy buena posición económica, y querían mucho a Laura, seguramente les darían todo su apoyo para que se casen mientras el joven termina su carrera universitaria de la cual le faltaba tan solo un semestre. Después de eso tenía trabajo seguro en una empresa muy importante en Los Ángeles.
Laura y Víctor entran a la casa, van directo al pequeño bar y ella prepara una bebida para su novio y una limonada para ella.
--¡Felicidades para el futuro papá... el más guapo que yo haya conocido! -la chica estaba radiante de felicidad, a pesar del incidente que acababa de pasar en el Bar de Mario hacía menos de una hora. Se veía demacrada pero sus ojos tenían un brillo especial... el brillo de la maternidad.
--¡Un hijo! -la expresión de Víctor lo decía todo...era la mejor noticia que su novia podía darle.
Llevaban de novios desde que eran adolescentes y cuando salieron de la preparatoria, Laura quedó embarazada pero el miedo al qué dirán, sobre todo, los hizo cometer la tontería más grande y de la cual se han arrepentido mucho... Sí... ella se practicó un aborto clandestino que casi le cuesta la vida. De esto solo los padres de Víctor se enteraron. A licenciado Altamirano le ocultaron todo muy astutamente diciéndole que su hija se iría de viaje con la familia de su novio durante una semana.
Así que ahora la noticia de un embarazo era como una nueva oportunidad que les daba la vida y ahora no iban a fallar.
Víctor abrazó a Laura y juntos lloraron de alegría.
Julio Altamirano los miraba desde otra habitación... pero no podía escuchar lo que hablaban... Aunque no era necesario oír nada para saber que estaban llenos de felicidad los dos y él no tenía ningún derecho de arrebatarles tanta alegría.
El maltrecho hombre se dirigió a su despacho, tomó una botella de whisky y se sentó. Tomó una copa... se sirvió y comenzó a beber. Después de un rato tocaron a la puerta. Ésta se abrió y entraron Laura con su novio. La noticia que le dieron lo terminó de hundir en el pozo en el que se sentía poco a poco caer.
--Papá... me iré a vivir a casa de Víctor. Nos casaremos en menos de un mes.
Dicho esto salieron de la casa.
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Mario y... Valentina
DragosteMario es un hombre muy atractivo e inmensamente rico pero sin sentimientos. Para él todo son sus negocios, dinero, dinero y más dinero... Hasta que conoció a la pequeña Valentina y sin saberlo le cambió la vida.