👶noticia inesperada...👶

1.8K 128 71
                                    

--¿Me llevarán a vivir a su casa? -pregunta Danny a la directora.

--Sí, te llevarán.

--Ellos me gustan.

--Si te gustan, no deberás hacer nada de lo que hiciste con los otros padres.

--Es que los otros papás que me diste no me gustaban. Ninguno me ha gustado. Y además no me creyeron que tengo un amigo.

--Vamos a hacer una cosa, Danny... Te irás a vivir con estos nuevos papás... Pero promete que nunca les hablarás de tu amigo.

Danny apenas tenía 5 años pero era muy listo... Después de pensar detenidamente respondió.

--Lo prometo.

A Danny ya lo habían visto varios médicos, psicólogos, psiquiatras...pero con ninguno cooperaba.

Tan solo llegaron a la conclusión de que era un niño autista pero con un coeficiente intelectual muy alto para su edad.

Aprendió a leer desde los 3 años cuando apenas llevaba 5 días en clases de kindergarden, sorprendiendo a todos.

Para esa fecha Danny ya había pasado por dos hogares diferentes.

El tercer matrimonio lo regresó a las dos semanas hacía apenas un mes.

****

Mario continuó con los malestares, dejó de comer porque casi todo le daba náuseas. En una semana bajó 5 kilos y eso se reflejaba en la cara.

Valentina estaba muy preocupada por él.

--Amor, y si llamamos al Dr. Mckenzie?

--¿Para qué? -contesta él, recostado en un sofá.

--Él es un excelente médico, tal vez nos pueda orientar respecto a tus malestares... No me gusta nada tu cara.

--¿No te gusto? -dice él, haciendo divertidos pucheros.

--Ay, Mario... eres imposible -ella le tira una almohada en la cara.

--Mira... pues pensándolo bien, sí... Llámalo, por favor.

Ella, rápidamente tomó el móvil de su marido y buscó el número del hospital.

En menos de un minuto ya estaba Mckenzie en la línea.

Valentina le explicó de lo que se trataba y el médico pidió que llevara de urgencias a Mario pues lo que la mujer le contaba parecía grave.

--Te lo dije, Mario... Anda, te ayudo a vestirte.

--Antes iré a la ducha.

--No señor... Ya te has duchado esta mañana... Solo te pones ropa adecuada y vámonos.

Cuando Mario se abrazó de su esposa para levantarse, le dijo:

--Gracias, mi gordita hermosa.

--¿Qué has dicho? -interroga ella furiosa.

--Acaso no te has visto al espejo últimamente... Mientras yo pierdo peso, tú lo ganas. Las mejillas se te están rellenando.

--Es que me da mucha hambre... No puedo evitar comer...

Siguieron hablando de lo mismo en el trayecto al hospital.

--Buenos días, señor Mario, saluda la bella Maggie al verlos llegar.

--Buenos días -contesta Valentina.

--Ella es mi amiga... No te me pongas celosa -le dice Mario al oído a su esposa.

Mario y... ValentinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora