Una semana había pasado desde que llegó Erick al bar. Todo el tiempo se la pasaba con una bebida alcohólica o con un cigarrillo en la mano.
Quedó prendado de Savannah desde la primera vez que la vio pero ella no lo soportaba. La sola idea de pasar junto a él le daban náuseas. Él se había propasado en una ocasión después que ella terminó una de sus actuaciones y se dirigió a su camerino:
--Hola, guapa -le dice Erick, quien ya estaba detrás de ella con una mano queriendo tocarla.
--Ni te atrevas -le contesta Valentina mirándolo a través del espejo.
El camerino era una habitación grande donde había varios espejos... cada uno con un tocador donde había todos los accesorios necesarios para que las chicas se arreglaran el cabello y se maquillaran. En uno de los extremos había un tipo armario donde estaban todos los diferentes vestuarios.
--Mamacita, ¿quieres que te ayude a quitarte el vestido? -pregunta Erick sin dejar de mirarle los pezones a través de la fina tela del vestido que llevaba puesto.
Ella se cubrió con sus brazos al ver la mirada obscena del chico.
--Lárgate de aquí o...
--¿O qué? -le dice Erick.
Valentina se pone de pie y lo enfrenta.
--O te vas a arrepentir -termina la frase que el chico le interrumpió.
Él sonríe maliciosamente al tiempo que trata de tocar la mejilla de Valentina, pero...
--Te lo advertí...-le dice ella para luego darle tremenda bofetada. Erick la toma a la fuerza por la cintura y ella comienza a gritar.
--Suéltame, desgraciado... auxilioooo... auxilioooo.
En ese momento entró Juan David y agarró a Erick de los cabellos apartándolo de Valentina.
--¿Pero qué pasa aquí? Recuerden que nada de romances entre empleados -les dice el coreógrafo.
Erick se le queda mirando a Valentina y le dice:
--Esto no queda así, Savannah -luego sale de la habitación.
Mario seguía sin aparecer. Ni una llamada, ni un mensaje. Valentina estaba preocupada por su ausencia... los momentos que tenía libres solía pensar en él. Imaginaba el momento en que él volviera y ella le dijera que lo amaba y que aceptaba casarse con él. Soñaba con besar sus labios y abrazarlo fuerte...
Las actuaciones de la ex monja iban mejorando cada día con la ayuda de Juan David y de las compañeras quienes se habían portado muy bien con Savannah.
Irwing no volvió a asistir al bar en esa semana pero mantenía comunicación con Valentina por medio de un móvil que él le dejó, y el cual ella escondía entre sus pocos objetos personales. Irwing Lanz era un agente de la CIA, quien estaba investigando el tráfico de órganos humanos. La noche en que Valentina se "entregó" a Lanz, ella le contó lo de la muerte de una de las chicas y que por eso ella había tenido que entrar a trabajar al bar. Le dijo que su padre había sido el culpable del fatal accidente. El hombre no había asistido esa noche al lugar por lo tanto no se dio cuenta de lo sucedido pero al escuchar de Valentina esa historia decidió llamar a su jefe en ese mismo momento para ver si se había notificado de la muerte de la chica. El otro le dijo que no se dio aviso a la policía, entonces dio instrucciones a Irwing de mantenerse en contacto con la chica sin que nadie se diera cuenta.
Salomón y Lulú seguían haciendo de las suyas. Él le consiguió a una mini laptop, la cual conectó al sistema principal de la red. La tenía escondida en su habitación y desde ahí le era más fácil hacer transferencias de dinero a otra cuenta. El plan de ellos era dejar a Mario en la calle sin dejar pruebas de su culpabilidad. Para eso ya tenían a quién culpar.
Durante un ensayo Valentina se lastimó un tobillo... la atendió un médico y le ordenó no apoyar el pie durante siete días:
--Gracias, doctor -despide Salomón al médico y luego se dirige a la chica.
--Aquí no podrás estar sin trabajar, así que de ahora en adelante me ayudarás en la oficina. Estarás sentada todo el tiempo y si te cansas podrás ir a tu habitación a recostarte un rato.
--Está bien... todo sea por terminar de pagar lo más pronto posible. Haré lo que tú digas, Salomón.
Y así fue como de un día para otro Valentina dejó de bailar y se dedicó a ser oficinista. Esto para beneficio de Salomón y Lulú.
Lo que nadie sabía era que Mario estaba casi listo para volver. Tremenda sorpresa se llevarán todos al verlo pero no mas grande que la sorpresa que él tendrá al saber lo que Valentina "ha estado haciendo" en el bar.
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Mario y... Valentina
RomanceMario es un hombre muy atractivo e inmensamente rico pero sin sentimientos. Para él todo son sus negocios, dinero, dinero y más dinero... Hasta que conoció a la pequeña Valentina y sin saberlo le cambió la vida.