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Antes de que el paramédico pusiera un pie dentro de la habitación, Mario tomó a Danny y lo empujó hacia afuera cerrando la puerta lo más rápido posible. Solo alcanzó a decirle al enfermero que se llevara al chico y lo auxiliara.

Salomón no tuvo tiempo de reaccionar y solo logró soltar a su hija para luego avalanzarse contra Mario... por el momento no quería matarlo, así que solo le dio un puntapié en las partes nobles haciendo que éste se doblara del dolor.

--Parece que no entendiste muy bien mis indicaciones, bro -le dice Salo enojado.

La chica se incorpora y se asoma por la ventana gritando el nombre de su hermano.

--¡¡Dannyyyyy!! -decía mientras veía cómo colocaban al chico en una camilla y lo subían a una ambulancia.

Por lo menos Daniel ya contaba con ayuda médica. Lo trasladaron al hospital más cercano.  Casualmente era el mismo donde llevaron a Lulú.   ¿El destino les hacía una mala jugada?

Silver logró ver a Salomé gritando el nombre de Danny, pero también pudo ver cómo Salomón la tomaba del cabello y la tiraba al piso.

Dos francotiradores estaban alertas para disparar a Preys en cuanto Silver les diera la orden pero hasta el momento no se había presentado la oportunidad.  Salomón era listo, había aprendido muchas cosas durante su mala vida y más durante el tiempo que estuvo en prisión. Sabía que si se quedaba quieto en un solo lugar, corría riesgo de que le dispararan, así que se movía constantemente o se mantenía en lugares seguros donde no pudieran  captarlo los lentes de algún fusil.

Tenía que haber otra manera de llegar hasta ellos.  Según el encargado del motel, cada habitación contaba con una puerta de entrada, una ventana por la cual Salomón había visto cómo Mario se encaminaba a la habitación, y otra ventana pequeña que era la del baño...pero por ahí no cabía una persona.

Policías se posesionaran de las habitaciones contiguas a la de Salomón.

--Estás loco, Salomón... ¿por qué estas haciendo todo esto?  y ¿dónde está Lulú? -pregunta Mario que en ese momento se inclinó para ayudar a la chica de los ojos grises a incorporarse, a pesar que él apenas se recuperaba del golpe bajo que le dieron.

El prófugo estaba sentado en el piso recargado en la pared, a un lado de la puerta, apuntando con el arma a la chica.  Sabía que ahora Mario valoraba más la vida de otra persona que la de él mismo, así que decidió apuntar a la chica.

--¿Lulú? -interroga Salo frunciendo el ceño- no sé... esa loca se largó de aquí... es una traidora.

--Esa mujer es la madre biológica de Danny... supongo que lo sabes, verdad -intenta Mario hacer plática con su ex amigo para calmar la situación.

--Sí... mira qué pequeño es el mundo...  Y no olvides que también es hijo mío -sonríe.

--¿Con ella engañaste a mi mamá? -intervino Salomé-  ¿por eso es que Danny es mi medio hermano?

Los dos hombres voltearon a mirarla.

Mario quiso abrazarla para darle consuelo por la situación en la que estaban pero ella se rehusó.

--¿En verdad es tu hijo? pregunta dubitativo, Murillo.

--Lulú lo afirma y no veo por qué tenga que mentir.   Además el chico se parece físicamente a mí -dice orgulloso.  Se sabía guapo y Danny también lo era.  La complexión era la misma, pero la maldad y la mala leche no las había heredado.

Salomé escuchaba la conversación dejando ir las pocas esperanzas de que Danny no llevara la misma sangre que ella.  Ahora lo importante era que él se salvara, que lo atendieran médicamente.  Y sobre todo daba gracias a Dios de que ya estaba libre.

Mientras tanto en casa de los Murillo:

--Señora, tiene una llamada -le dice un oficial de policía a Valentina.

La casa seguía resguardada por seguridad de rutina.  Aún había policías en las computadoras escuchando las conversaciones que Salomón mantenía con Silver, pero por ningún motivo tenían permitido informar a Valentina.

--Gracias -dice ella tomando el teléfono-  hola...

--Señora, habla el agente Silver.  Quiero avisarle que su hijo está fuera de peligro

--Gracias a Dios -suspira ella.

--Lo llevan al hospital XXXXX para atenderlo sobre la alergia.

--¿Mario está con él?  Quiero ir yo también. 

Janet escuchaba atenta.. También quería saber lo que estaba pasando.  Toma del brazo a Valentina y ésta pregunta al agente.

--¿Salomé también fue rescatada? -agrega.

--Lamentablemente la chica aún está secuestrada.

Janet rompe en llanto.

--¿Y Mario... dónde está?  ¿Está con mi hijo? -Valentina comenzó a agitarse.

--Señora siento informarle que su esposo tomó el lugar de su hijo.  Le sugiero que usted vaya al hospital acompañada por algunos de sus custodios y dos policías.  Vaya con su hijo.

Valentina tomó aire para preguntar:

--¿Mario está vivo?

--Sí, señora... en la habitación del motel está su esposo, la chica y Preys.  Estamos trabajando para liberarlos.

Y efectivamente así era... Silver tenía un plan.

El encargado del motel olvidó decirles que cada baño contaba con un tragaluz, el cual podían quitar si actuaban sigilosamente.

Silver era de complexión musculosa, así que él no era apto para entrar.  Pero escogió a un elemento acorde para el caso.  Esbelto pero fuerte... además de cauteloso.

Valentina y Janet si dirigieron al hospital acompañadas con toda la seguridad de que se pudo disponer.

En el motel Mario seguía haciendo charla a Salomón para alargar el tiempo y ver que se le ocurría para salir de la situación y salvarse él y la chica.

Mientras el policía Edward subía al techo de la habitación del secuestro.

Y no podemos olvidar a Lulú....  que acababa de ingresar a un cubículo para ser revisada por un médico...





















Mario y... ValentinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora