Mario y... Valentina

trece

Los empleados de la clínica tanto como los pacientes por supuesto que se alteraron al ver la movilización.  Pronto llegó la policía y no dejaban salir ni entrar a nadie. Salomón ya estaba siendo buscado en todo el país y también Lulú, por lo que de inmediato rodearon el hospital y lugares aledaños pensando lo peor.

Pasaron alrededor de 15 minutos sin noticias y de pronto..

Un custodio que se había quedado a una cuadra del hospital vio que Danny salía de un centro comercial llevando en una de sus manos una bolsa de plástico.

--Joven, deténgase  -el hombre con pistola en mano ordenó a al chico no continuar caminando.

--¿Qué?  ¿Por qué?  ¿Qué es lo que pasa? -interroga sorprendido.

--¿Está bien? ¿Alguien le ha hecho daño?

--Nooooooo.  Explíqueme qué es lo que pasa... por qué hay tantos policías -dice Danny mirando al rededor.

El custodio arrebató la bolsa de plástico de las manos del chico y vio el contenido. 

--¿De dónde ha sacado esto, joven?

--Lo acabo de comprar ¿por qué?  Algún problema????? -abre los brazos.

--No -contesta el hombre para luego avisar que Danny había aparecido.

En menos de 2 minutos el chico estaba rodeado de policías que lo bombardeaban con preguntas.

¿Cómo salió del hospital? ¿Notó que alguien lo siguiera? ¿Tenía cita con alguien? ¿Para qué ha comprado ese aparato?

El chico trataba de responder lo más tranquilo posible.

--Me podría explicar qué es lo que está pasando? -pregunta Daniel.

Mario llegó corriendo al lado de su hijo y lo abrazó

--Gracias a Dios estás bien.  No debiste salir sin avisar -le dice un poco agitado.

--Solamente salí a comprar un celular, no creo que sea un delito -explica el joven.

--¿Un celular? -Mario dirige la vista hacia la bolsa que su hijo le mostraba- no necesitas un celular, tú ya tienes uno.

--No es mío.

--¿Que no es tuyo? ¿Entonces por qué lo tienes tú? -pregunta el agente que acompañaba a Mario.

--Lo acabo de comprar, ya se los dije... 

Valentina al enterarse que su hijo apareció no pudo esperar y salió rápidamente del hospital en su busca.

Al verlo sano y salvo sintió un gran alivio.  Por su cabeza pasaban mil cosas malas que le pudieron haber pasado a su hijo.

Después de los interrogatorios de rutina, el jefe de la policía solicitó hablar con Mario en privado.

--¿Han sabido algo de Salomón? -pregunta Mario.

--Absolutamente nada.  Parece que se los ha tragado la tierra y de eso quiero hablar muy seriamente con usted.

--Por supuesto, estoy para lo que se necesite.

--Estamos seguros de que Salomón se escapó de prisión con ayuda de Mary Lou Lewis.  Mataron a la persona que los conectaba y ahora ellos dos deben andar juntos.   Usted y su familia deben tener mucho cuidado, cosas como lo que pasó hoy no deben volver a pasar.

--Tomaré más precauciones -contesta Murillo apretando los puños.

--No es un secreto para nosotros que su hijo es adoptado, y que la madre es esa mujer, así que a él más que a nadie deben proteger.