epílogo

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Pensaron que las iba a dejar con el suspenso???? Pues noooo...  Aquí les dejo una extensión del final...

Pasaron varios años...

--Hoy es tu cumpleaños, Danny... Muchas felicidades... Sabes que te amo con todo mi ser -le dice Valentina al niño mientras le enseña un regalo que sostenía en las manos.

--Gracias, mamá, yo también te amo -el niño se abrazó a ella y la besó muchas veces en la cara. Ya había superado lo de los gérmenes en los besos, aunque solo permitía que sus padres y su pequeña hermana lo besaran.

--¿Y para mí no hay un abrazo? -cuestiona Mario con otro regalo en las manos para Danny.

El niño corrió a los brazos de su padre, quien lo cargó en vilo.
--Gracias, papá -dijo Danny- ¿Puedo abrir los regalos?

--Aún no, hijo -intervino Valentina- recuerdas lo que me dijiste que harías cuando fuera tu cumpleaños número 10?

--Lo recuerdo y estoy listo.

--Vamos a tu habitación -sugirió Mario- ahí hablaremos cómodamente.

--Prefiero que sea en el despacho -ya no soy un niño pequeño.

Mario y Vale sonríen aceptando la sugerencia de su hijo. La pequeña mini Valentina estaba en ese momento al cuidado de la niñera en otra habitación de la casa.

--No quiero preguntas, solo escúchenme, por favor -pidió el niño sentado en la silla principal.

Cuando era muy pequeño... Vivía con mi madre biológica, no sé donde. En ese tiempo yo no sabía lo que era madre biológica o adoptiva. Recuerdo poco de ella pero lo que nunca olvido fue el día en que me dejó sentado en una banqueta, es como si hubiera sido un sueño pero estoy completamente seguro que fue verdad, me dio un helado y me dijo que volvería por mí al día siguiente. Fue mentira, no volvió cuando lo prometió. El lugar donde me dejó era el Orfanato donde ustedes me conocieron.

A los pocos días mi madre comenzó a visitarme por las noches pero me daba mucho miedo porque parecía que estaba loca...me decía que tenía que matar a todos los niños que dormían cerca de mí.

Le conté a la señorita Mueller pero no me creyó nada. Yo insistí porque mi madre me seguía visitando por las noches. Una vez me cargó en sus brazos y me metió en un recipiente grande lleno de agua... No podía respirar.  Luego mi madre se fue y vino una enfermera que me acusó de querer suicidarme.  Desde ese día me visitaban señoras y señores haciéndome preguntas pero cuando les hablaba de mi madre no me creían. Ellos dijeron que los niños solo podían tener amigos imaginarios y les di gusto...me inventé un amigo imaginario.

Después una familia me adoptó, todo iba bien hasta que mi madre volvió a visitarme y las cosas se pusieron mal cuando ella dejó escapar el gas de la estufa. Tuve que regresar al orfanato.
Al poco tiempo, me llevaron a otra casa, mis padres adoptivos eran malos, siempre peleaban y mi madre volvió a aparecer. En esa ocasión vació un bote de medicinas en la comida que la sirvienta cocinaba. Ella me dijo que no probara esos alimentos. Todos, menos yo, fueron a dar al hospital.
De nuevo volví al orfanato.
No volví a hablar a nadie de las visitas de mi madre que cada vez se hicieron más espaciadas, hasta que no volví a saber de ella. Después aparecieron ustedes y aquí estoy.  Sé que al principio me portaba extraño pero es que tenía el temor de que ella apareciera de nuevo y echara todo a perder.

Sé que las personas que me interrogaban eran psiquiatras, pero quiero que sepan que no estoy loco, lo que les he contado es verdad, mi madre biológica existe, o al menos existía.

Y eso es todo..¿Puedo abrir mis regalos ahora?.... Hola... ¿papá?... ¿Mamá?....

Valentina y Mario estaban aturdidos... No sabían qué hacer o qué preguntar.  Era increíble lo que Danny les había contado.

Mario y... ValentinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora