ERES MI PERDICIÓN

01: Mejores amigos

René

—¡Idiota! —le gruño a Alexa, mi hermana menor de quince años.

—¡Vamos! Te lo merecías —de rie mientras que yo estoy empapada de agua.

Hoy vuelven nuestros padres de viaje y decidimos lavar nosotras mismas el auto pero las cosas se salieron de control cuando moje sin querer a Alexa y ella se acaba de vengar mojandome completamente.

—Lo mio fue sin querer —reclamo.

—Pero no hay pruebas de eso —me acusa.

Iba a reprochar pero una toalla cae sobre mi cubriendome. Me secan el cabello a lo loco sin dejarme ver hasta que la quitan de mi cabeza cubriendo mi cuerpo con ella.

—Estas dando todo un espectáculo
—la voz varonil de Jackson aparece—. Tu camisa es blanca, delgada y esta mojada, René, te están viendo todo.

Abro los ojos exageradamente y miro hacia bajo viendo que se ve mi sosten de color negro y se puede ver que es de encaje. Maldita sea.

—¡Tú también me viste, estúpido
—lo golpeo haciendo que muestre su característica sonrisa que me rodea desde que tenemos cinco años.

Jackson es el hijo menor de los señores Evans, muy buenos amigos de mis padres y por eso hemos sido muy unidos desde los cinco años. Siempre hemos hecho todo juntos y somos inseparables.

Jackson Evans es el chico más inalcanzable de su escuela —porque no vamos a la misma— y de todo San Francisco ya que su padre es un político importante y Jackson junto a su hermano son muy conocidos en las redes sociales por su padre y por su belleza.

Mi mejor amigo es inalcanzable porque todas las chicas de su escuela se mueren por pasar por su cama, pero Jackson solo se acuesta con chicas que conoce en antros u otros lugares porque no le gustan las relaciones y follar con una chica que verá en la escuela, no le parece cómodo.

Por mi lado, mi madre es muy estricta y es de las mujeres que quiere que tenga novio a los treinta. En conclusión, ni siquiera he tenido contacto con otro chico que no sea Jackson o su hermano mayor, Abe. Y hablo de abrazos por cumpleaños o Navidad.

Que aburrida.

—Hoy vienen sus padres, ¿no?
—Jackson toma asiento en una silla del jardín de la entrada.

—Si —contesta Alexa—. ¿Vienes con nosotras? Solo iremos nosotras dos.

—¿No tienes practica con el equipo de tu escuela mientras que las porristas te muestran el trasero? —me burlo haciéndolo reir.

—Ire con ustedes —se levantan—. Pero iremos en mi camioneta para ir más comodos.

—Joder, de gusto lavamos el maldito auto —Alexa tira el trapo hacia el auto y se mete a la casa.

—Deberias irte a cambiar tú también
—me dice Jackson y una idea loca se me pasa por la cabeza.

—Tú también —murmuré y tome la manguera mientras el fruncia el ceño.

—¿Que....?

No lo dejo terminar porque enciendo la manguera y le apunto a él mojandolo y haciendo un ridículo sin importarme los vecinos que estén afuera. Jackson llega hasta mi y me toma de la cintura levantándome como costal de papas sobre su hombro haciendo que suelte la manguera y me empiece a hacer cosquillas haciendo que patalee.

—¡Para! —digo entre risas y me deja en paz dejándome sobre el auto y se coloca entre mis piernas desnudas gracias al mini short.

La sonrisa se borra de mi rostro y la intensidad de su mirada me provoca cosquillas en el estomago. No es primera vez que pasa pero es primera vez que esta tan cerca. No me quita la mirada de encima y to tampoco logro hacerlo.