ERES MI PERDICIÓN

21: Ups

Desastre 2.0
Parte 1.

René Saldivar

Miro mi reflejo en el espejo viendo como el vestido se pega a mi cuerpo resaltandolo. Sinceramente, la adrenalina del momento no me hizo ver que este vestido apenas cubre mi trasero y aunque no se ve mal o vulgar, fue hace mucho que me atrevía a usar ropa así y después de....del incidente, no volví a sentirme segura y no la había a usar hasta ahora.

Ondulé mi cabello por completo dándole volumen y debo admitir que se me ve muy bien. Hice un maquillaje de noche y mis labios están en rojo. Me coloqué los tacones que Jenn me dio y coloqué mis pertenencias en un pequeño bolso a conjunto.

—¿Estás lista? —pregunta Andrew dando un toque al otro lado de la puerta.

No contesto pero resueno mis tacones al caminar por mi habitación hasta abrir la puerta y quedar frente a Andrew que me escanea de pies a cabeza antes de sonreir.

—Creo que estoy en el infierno porque estoy viendo un dominio andante —dice haciendo que frunza el ceño.

—¿Ese es tu halago?

—Acéptalo. Son grandes palabras —dice orgulloso. Lo hago a un lado pasando de él.

—Vamos que ya vamos tarde —lo apuro.

—¿Y por culpa de quién? Hace una hora estoy listo.

—Que bueno. Ahora vamonos.

—Claro, no te conviene seguir con el tema y me cortas —se queja.

—Vamos.

Mi celular suena con una notificación por lo que freno y saco el celular.

—Oh, espera —lo freno viendo que la notificación es el aviso que debo tomar la pastilla anticonceptiva—. Debo tomar  una pastilla.

—¿Anticonceptiva o estás enferma? —pregunta.

—La primera.

—Pues te espero en el auto —dice y sale dejándome sola.

Vuelvo al cuarto en busca de la caja donde están y voy a la cocina luego de que las encuentro a por un vaso de agua. Abro la pequeña caja donde hay varias revueltas y estoy por tomar una cuando mi celular suena.

—Hola, papá —contesto la llamada caminando por el apartamento.

—¿Puedes hacerme un favor, hija? —pregunta y suspiro sabiendo a que viene su pregunta.

—No voy a hablar con Alexa, papá —aviso desde ya, la puerta se abre y un cabreado Andrew entra y le hago a una seña para que se espere—. No tengo tiempo, hablamos mañana.

Corto sin dejarlo terminar y tomo el bolso.

—Ya entendí —hablo cuando Andrew me mira mal—. Vamonos ya.

***

Quedo un poco mareada cuando entro al lugar gracias a las diversas luces de colores que hay. El lugar es de tres pisos donde el centro es abierto con barandales de cristal. En el primer piso está la pista de baile y una barra de bebidas, en el segundo esta totalmente dirigido para todo tipo de bebidas y alcohol y el tercer y último piso es para el restaurante; un lugar muy lindo debo decir. Todo lo sé porque el chico de la entrada nos explico y es que esta de más decir que este lugar es muy exclusivo por todos los carros de lujo que hay aquí.