René
El mal trago de agua de anoche sigue presente en mi cabeza pero estoy intentando no prestarle mucha atención. Ayer comimos tranquilamente y Mariana no le quito la mirada a Jackson hasta que salimos del restaurante.
—Dame papas —pide Alexa.
Es de tarde y he pasado el día haciendo nada, solo he pasado viendo películas junto a mi hermana y mi madre. Le dejo las papas a Alexa y tomo mi celular cuando empieza a zona con una llamada entrante del número de la madre de Jackson lo que me saca una sonrisa.
—¿Ya esta el pastel? —pregunto cuando respondo.
—Si, acaba de estar. Ven a traer, cariño
—me responde con su voz dulce de siempre.La señora Evans es una mujer muy dulce pero no con muchas personas, lo bueno es que to soy una de esas pocas personas. Ella es la que está más empeñada en que sus hijos tengan novia porque se muere por ser abuela y ninguno de los dos tiene cara de querer una relación ahorita y mucho menos un bebé.
Pero no los culpo, ambos están muy jóvenes. Claro, Jackson una clase de noviazgo con July, una chica bastante peculiar pero creo que solo follar. Nunca he profundizado en el tema porque no me gusta ese tema.
—Voy para ahí —digo antes de colgar y levantarme del sofa.
—¿Pastel de caramelo? —pregunta Alexa.
—Sip, vuelvo en un rato —contesto con dirección a la puerta.
Puede que no haya hecho nada pero si me bañé y me puse unos short con una camisa sencilla. Esta bien para solo ir a la casa de Jackson que he ido hasta el pijama. Esa es la confianza entre mi familia y la de ellos.
Cruzo la calle y toco el timbre cuando estoy frente a la puerta. La señora Evans me abre con una gran sonrisa y un abrazo invitándome a pasar.
—¡Hola! —saludo.
—Hola, cariño —me guía hasta la cocina—. Que bueno verte y déjame decirte que cada vez estas más linda.
—Gracias —sonrio—. ¿Donde esta Jackson?
—Arriba con July —dice con desprecio.
A ella no le cae bien July desde que la encontró desnuda robando comida de su refrigerador.
—¿Puedo ir a avisarle que ya esta el pastel? —digo con maldad y la señora Evans se rie.
—Si tu quieres —se encoje de hombros.
—Nada mejor que interrumpirle el orgasmo —sonrio.
—¡René! —me reprende pero sé que le dio risa.
Subo las escaleras y empiezo a escuchar gemidos cuando me acerco a la habitación de Jackson. ¿Como tiene el descaro de follar en la propia casa de sus padres?
—¡Tú ángel de las malas noticias llegó!
—grito entrando a la habitación y la chica se cubre mientras que Jackson maldice.—¡René! —gruñe.
—Ups, no sabia —me hago la inocente—. El pastel ya esta y yo estoy aquí así que despídete y baja.
Le dejo la puerta abierta y en eso aparece Abe alzando la mano para que le dé los cinco por mi travesura. No reímos pero salimos corriendo cuando vemos que Jackson se levanta.
Disfruto de mi pedazo de pastel y la señora Evans y yo nos quedamos viendo a una July muy.....hecha un desastre que solo asiente antes de irse. Rato después aparece Jackson con mala cara y recién bañado.
ESTÁS LEYENDO
ERES MI PERDICIÓN
RomanceRené y Jackson han sido mejores amigos desde que tienen cinco años gracias a que sus padres son muy unidos. Los chicos van creciendo y sus sentidos lujuriosos también. ¿Como tomarán la situación cuando estos deseos carnales empiecen entre ellos si...