Dedicado a:@CAPERUCITA_de_Blake
René Saldivar
Me cuesta demasiado poder abrir los ojos aunque soy consciente de que estoy despierta. La luz de la habitación pega de golpe a mis ojos y no me cuenta nada distinguir donde estoy, solo que ahora como paciente y no como doctora.
Me frustra estar de nuevo en una situación parecida al pasado pero que puedo hacer. Instintivamente llevo mis manos a mi abdomen y el pánico me envuelve ya que este ya no tiene el bulto de antes. Reacciono al ver a Jackson a mi lado durmiendo con la cabeza apoyada en la cama y me importa poco su sueño por lo que lo piqueteo hasta que este despierta y me ve vacilando un poco.
—Estoy viva, deja el drama, ¿Dónde está mi bebé? —pregunto pero para él es más importante juntas sus labios con los míos dejándome paralizada un momento hasta que correspondo extrañando esa sensación eléctrizante que que recorre cada que me besa. Joder, como lo extrañé.
—Ella está perfecta —murmura con la respiración agitada cuando se despega de mis labios—. Ella es perfecta.
Sonrío sin poder evitarlo.
—¿Dónde está? Quiero verla —pido desesperada.
—Debes esperar —me pide—. Ella nació un poco antes así que debe estar en observación por precaución y tu tuviste una cirugía mayor.
—Pero....
—Por favor, René. Casi mueres por darla a luz, debes descansar porque ella te va a necesitar —acaricia mi cabello.
—Jackson, quién me atacó....
—Fue Max, lo sé —dice y me sorprende que sepa—. Ya estoy trabajando en eso.
—¿Significa que sigue afuera? —pregunto con miedo.
—No dejaré que te haga nada, tampoco a nuestros hijos —dice.
Frunzo el ceño por el pluralismo pero no logro hablar porque la puerta se abre y Dan sale corriendo hacia mi aunque se detiene y sube con cuidado a la cama para tomar mi rostro y dejar besos en este haciendo que sonría.
—Hola, cariño.
—¿Estás bien? Tenia miedo que te pasara algo o a mi hermanita —hace un puchero—. Ella es muy linda, aunque no tanto como yo.
—Eso es seguro —bromeo—. ¿La vas a cuidar?
—Con mi vida —promete con su mano alzada antes de darme más besos.
***
—Deja de ser un jodido egoísta y prestanos a la niña —se queja John a su mejor amigo.
Jackson sol9 dejó que la bebé estuviera conmigo cuando la trajeron y luego él la acaparó. Ya ha pasado un tiempo y al fin pude verla y cargarla. Mis heridas han mejorado bastante pero tantas complicaciones y que básicamente morí por unos segundos han hecho que siga en el hospital. Lo único bueno es que he podido estar con mi bebé aquí y no la he dejado.
—Ya tuvieron su turno —gruñe el padre de mi hija.
—Cinco minutos repartidos entre todos no cuenta, cabrón —se queja Edgardo.
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ERES MI PERDICIÓN
RomansaRené y Jackson han sido mejores amigos desde que tienen cinco años gracias a que sus padres son muy unidos. Los chicos van creciendo y sus sentidos lujuriosos también. ¿Como tomarán la situación cuando estos deseos carnales empiecen entre ellos si...