ERES MI PERDICIÓN

42: Paz

René Saldivar

Decir que estoy nerviosa es poco. No entiendo la necesidad de guardarse información y no decirla completa. Si John hubiese hecho eso, tendría mis uñas intactas y no todas mal cortadas gracias a mis dientes.

Doy una ojeada atrás viendo que Dan está en su lugar mientras que Sam sigue durmiendo en su asiento para bebés. Fue tan apresurado y no podíamos dejarlos solos obviamente, así que decidimos traerlos con nosotros y Jenn los va a cuidar mientras que nosotros vemos cómo está Abe.

—Tranquilízate —me pide Jackson colocando su mano libre sobre mi muslo mientras que con la otra mantiene el volante en su dirección.

La lluvia volvió, choca contra el parabrisas y me recuerda tanto a Londres por el clima repentino de San Francisco. Tanto tiempo en la ciudad de la lluvia hizo que me acostumbrara y que me enamorara de esta a tal punto que la lluvia es calma para mi.

Doy vistazos de vez en cuando hacia los asientos de atrás durante todo el camino hasta que Jackson estaciona es el estacionamiento subterráneo para doctores y personal médico. Me encargo de Dan tomando su mano en lo que Jackson saca a Sam en sus brazos caminando rápidamente hasta dentro del hospital donde muchos halagan la hermosura de Sam.

—Llevaré a los niños con Matteo en lo que tú te adelantas a ver que pasa con  Abe —murmuro. Supongo que quiero retrasar la noticia.

—De acuerdo.

Deja un beso en mis labios y me da a Sam antes de que yo tome un rumbo mientras que él otro. Cambio mi rostro dibujando una sonrisa en mi rostro cuando estoy frente a la habitación de Matteo y Dan es el primero en entrar.

—¡Matt! —chilla subiéndose a la cama de quién veía televisión.

—Hey, veo que cumpliste y volviste —le dice Matteo.

—Yo siempre cumplo mi palabra —le dice Dan abrazándolo como si de un hermano se tratara.

Matteo me pidió tomar a Sam y lo dejé viendo como la niña ríe junto a él. Mis hijos ya se han encariñado con él.

—René, ¿Jackson habló contigo? —me pregunta mirándome con sus ojos azules. ¿Por qué estoy rodeada de personas con ese tono de iris?

—Lo hizo, cariño..... y da por hecho lo que quieres —contesto haciendo que sus ojos brillen.

—¿Hablas en serio?

—Lo hago.

—¿No iré con esos desconocidos?

—No. Vas a quedarte con nosotros.

Veo que tiene la intención de abrazarme pero se detiene al tener a Sam con él. Me quedo con ellos disfrutando y postergando la realidad que posiblemente me golpeará.

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—¿Vas a quedarte ahí solo mirando o vas a entrar? —me pregunta y aunque quiero, no puedo moverme a pesar de que lo intente.

Es un revoltijo de emociones lo que invaden mi cuerpo que hice cortocircuito. Por un momento creí que había muerto, ahora está frente a mi, como si nada hubiese pasado. Solo tienes ciertos cortes en su rostro pero que van a desaparecer. De ahí, esta completo.