ERES MI PERDICIÓN

39: Adiós

René

Juego con mis dedos frente a la puerta de los Evans. Estoy tan asustada y no sé muy bien el porqué. Tomo un largo suspiro y llevo mi dedo hasta el timbre haciéndolo sonar. En este momento es que pienso que cualquiera puede abrir y cerrarme la puerta en la cara. Bajo la cabeza viendo mis pies cuando escucho que se abre la puerta y la levanto observando al chico frente a mi.

—Jackson —murmuro.

—¿Que haces aquí? —pregunta fríamente y yo aprieto los labios.

—Solo.... mañana me voy y solo quería verte por última vez —lo miro fijamente y él traga grueso.

—Ya me viste, ya puedes irte —intento hablar y me cierra la puerta en la cara.

—Como lo siento —murmuro apoyada en la puerta—. Te quiero mucho, Jackson y espero seas feliz.

Estoy a punto de irme luego de darme la vuelta y en eso la puerta se vuelve abrir. Veo como Jackson llega hasta mi colocando una mano en mi nuca mientras que la otra en mi cintura y se apodera de mi boca sin dejarme replicar. Me besa con una suavidad y lentitud que estoy segura que esta grabando cada segundo en que me está besando.

Se despega de mi luego de unos segundos y me mira con devoción acariciando mi mejía con la mano que antes estaba en mi nuca mientras que la otra sigue en mi cintura.

—¿Sabes que es lo que más duele, René? —pregunta y yo niego—. Saber que llegué primero, y que aún así quedaré de último.

Vuelvo a negar frenéticamente.

—Pase lo que pase, siempre vas a hacer el primero —afirmo porque es algo de lo que estoy segura, porque también estoy segura que es más fácil que él me olvide a que yo lo olvide.

—Eso es algo grato de escuchar —murmura antes de separarse.

Casi por inercia doy un paso hacia él buscando su cercanía pero vuelve hasta estar al pie de la puerta.

—Adiós, René.

—Adios, Jackson.

Cierra la puerta dejándome sola de nuevo.

***

—Este lugar es maravilloso —escucho hablar a papá.

—Eso es muy cierto —apoya Jenn.

Varias semanas han pasado desde que estoy en Londres. En poco tiempo comienzan mis clases y es algo que me emocina. Por otro lado, Jackson se tomó enserio lo de no volver a saber del otro porque me bloqueó en todos lados y tampoco es que lo pueda culpar, fuí yo quien lo jodió todo y ahora debo lidiar con todo eso.

Por momentos me pongo a pensar que hubiese sido si no cortaba la relación, pensamientos que alejo porque más me deprimen. Algo que si lamento fue huir en vez de pasar esas últimas tres semanas juntos, eso estuvo muy mal de mi parte.

—Pueden acomodarse en la habitación que quieran porque ambas son del mismo tamaño —aviso caminando hacia la cocina para tomar un vaso de jugo.

Yo vine el día estipulado, sin embargo, Jenn y mi padre vinieron hasta hoy, mi padre por arreglar algunas cosas de trabajo y Jenn porque pasó más tiempo con su familia antes de venirse.