Jackson Evans
Juego con mi lapicero viendo el mensaje que me envió Edgardo.
Edgardo: Night club, 9:00 pm. Deja tus idioteces y ven que sé que quieres ver a René.
Dejo de ver el mensaje cuando la puerta se abre y Anna entra a mi oficina. Me encanta esta oficina porque es privada y nadie vé lo que yo hago dentro de ella. Además, tiene una puerta que lleva una mini habitación con una cama para descansar. Es bastante cómoda. También despierta bastantes fantasías de una oficina pero no he logrado volverlas realidad.
—¿Que quieres? —pregunto de mala gana.
—Que mal carácter ―se sienta en la silla al otro lado del escritorio.
―No me respondiste —insisto.
—Temprano vi a la doctora Saldivar con tu hijo —levanto la vista a ella cuando me lo dice—. Admiro como Dan la quiere.
Frunzo el ceño. Mi hijo odia a los extraños, por lo que no entiendo como es que le ha tomado tanto cariño a René si apenas la ha visto. Luego de dejarla en el hospital el día del entierro de su madre, Dan estuvo molestando todo el día por verla para saber que estaba bien.
—¿Viste a mi hijo?
—No te preocupes que el niño apenas me vio y me miró con recelo. No sabe que soy tu novia y quiere más a tu ex que a mi —debo lidiar con el error de John al soltar la lengua frente a Anna. Gracias a él, sabe que es René de mi.
—Deja el drama que no estoy de humor —me quejo.
—Venia a invitarte a cenar esta noche, hace mucho que no lo hacemos y sé que tienes libre.
—No puedo, ya quedé con los chicos —la freno—. Será en otra ocasión.
—Jackson, me estoy cansando de sobrar siempre. Tus amigos no me quieren, tu me haces a un lado y ahora aparece tu ex a quien si dejas ver a tu hijo y no a mi.
―Entonces terminemos la relación —contesto.
―¿Qué?
—Tú lo dijiste, esta relación no funciona así que terminemos con esto de una vez —me levanto y tomo la bata blanca—. Espero encuentres a alguien—. Le dedico una sonrisa antes de salir.
Le envío un mensaje a Edgardo confirmando que voy a ir y voy a hacer rondas que es lo que me toca.
***
Muestro mi pase VIP al entrar al antro. Las luces de colores se reflejan por todos lados y la música está a tope retumbando en el lugar. Hay muchas personas bailando en el centro del lugar, otras bebiendo y otras comiéndose entre ellos con besos. Un lugar bastante alegre y hace mucho que no venía por mi trabajo.
Subo las escaleras de cristal para ir a la segunda planta donde se puede ver la pista de baile que está abajo.
—¡Jackson! —grita John sobre la música.
—Hola —saludo.
—Ven, tenemos una mesa —me guía hasta una mesa donde esta Edgardo, Abe y nosotros dos—. René y Jenn están bailando abajo.
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ERES MI PERDICIÓN
Roman d'amourRené y Jackson han sido mejores amigos desde que tienen cinco años gracias a que sus padres son muy unidos. Los chicos van creciendo y sus sentidos lujuriosos también. ¿Como tomarán la situación cuando estos deseos carnales empiecen entre ellos si...