45: Epílogo

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Epílogo

René Saldivar

Tiempo después....

—Matteo, ¿fuiste a tu clase de piano? —le pregunto mientras observo que lee un libro. A diferencia de él, Dan y Sam juegan a una guerra de pulgares donde Dan le va ganando por la cara de frustración de Sam.

—Si, aunque mi profesor no es muy agradable. Es muy exigente —admite.

—¿Quieres que te cambie de profesor?

—No, está bien —levanta su vista—. Es soportable.

—De acuerdo.

Sigo terminando de llenar unos expedientes médicos que decidí traerme a casa para estar más cómoda y estar con mis hijos.

—¿Y si me ayudan a lavar la camioneta? —pregunto cuando veo que se empiezan a pelear por el televisor—. Ya lo necesita.

—¿Eh?

—Lo hice como una pregunta pero no lo es —mascullo—. Asi que levántense que deben ir a ayudarme.

—Pero....

—Nada. Vamos.

Los arrastro conmigo a la entrada de la casa donde está aparcado el auto y mando a Matteo a buscar el jabón y demás mientras Dan trae la manguera y con Sam solo nos quedamos esperando.

En teoría, Jackson vendrá un poco tarde hoy así que estaremos solos.

Los chicos traen lo que les pedí y les indico como lavarlo mientras que si les soy de ayuda. Creo que fue mala idea colocarme una camisa blanca porque a Matteo se le ocurre que es divertido empezar a mojarnos y todo se trasluce pegando la camisa a mi cuerpo.

Estas dando todo un espectáculo
—la voz varonil de Jackson aparece—. Tu camisa es blanca, delgada y esta mojada, René, te están viendo todo.

Volteo hacia él sintiendo como el sentimentalismo me abarca por completo. Es como si volviéramos a ser los adolescentes locos e irónicamente, esta escena se está repitiendo. Solo que ahora son nuestros hijos con quien peleo por mojarme y no Alexa.

—¿Te las apañaste para decir exactamente lo mismo que cuando eramos adolescentes? —indago.

—Algo así. Nunca lo olvido porque fue cuando empezó todo.

—Eso es romántico —digo acercándome a él que no le molesta que me acerque a mojarlo.

—Uhm —toma mi cintura acercándome más y haciendo que mis labios se presionen con los suyos.

Me hubiese encantado seguir con ello pero suelto y chillido y Jackson se sobresalta cuando ambos somos atacados con la manguera de agua. Las risillas detrás me dicen quien fue y me las ingenio para llegar hasta Matteo y quitarle la manguera para darle vuelta y mojarlo a él. Dan me ataca con otra por lo que intercalo la manguera entre ambos mientras no se me es difícil ver como Sam va de cobarde con su padre para que la proteja.

Al final, si logré la felicidad que tanto quería y creí perdida cuando me fui a Londres.

Logré lo que siempre quise y ese va a ser el mayor logro de toda mi vida.

Mi familia.

FIN

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Nota de la autora.

No saben el sentimiento que me da de terminar esta historia.

Pero aún así, no estoy tan mal porque no es totalmente el final.

Por si les interesa seguir leyendo, ERES MI PERFECCIÓN es la historia que sigue a esta y que ya tiene su primer capitulo. Pueden encontrarla en mi perfil.

Ahora si....

Quiero agradecerles por todo el apoyo que le han dado a esta historia, sé que no es la mejor pero me siento orgullosa de todo el proceso y cambio que he tendido desde el primer capítulo hasta ahora.

Es una de mis primeras historias y no creo haberlo hecho tan mal así que me siento bien conmigo misma. Gracias por acompañarme en esta aventura y saben que siempre voy a tenerlas presentes, más a las que siempre están presentes en comentar y hacerme pasar un buen rato.

Espero y sigan leyéndome porque créanme que me he propuesto hacer mejores proyectos que este y ERES MI PERFECCIÓN es uno de ellos.

Está de más decir que los quiero y gracias por su apoyo.

Me despido de este libro.

Besos.

💋💋💋

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