ERES MI PERDICIÓN

40: Por mi lado

Capitulo final

(Capitulo corto)

Jackson

—¿Estas seguro de querer irte ya? —me pregunta mi madre.

—Si, madre. Quiero irme de aquí lo más rápido posible —contesto viendo como un poco más adelante está Edgardo despidiéndose de su familia.

Al final, veo que somos buenos amigos porque ambos terminamos de la misma manera. Jennie tuvo la misma idea de dejar a Edgardo e irse a Londres con René.

—Esta bien, cariño. Si es lo que quieres, puedes irte —mi madre me da una sonrisa triste.

—Gracias —la abrazo y luego lo hago con Abe.

—No soy adivino pero ¿te digo algo? —pregunta mi hermano mayor y yo asiento—. Vete para California y ten una nueva vida pero te digo que René...
Ella no va a salir de tu vida.

—René es pasado —lo corto.

—Y va a ser tu futuro —lo dice con tanta confianza que da miedo.

—Ya me tengo que ir —palmeo su hombro antes de ir hasta mi maleta. Edgardo ya esta a mi lado.

Termino de despedirme también de los padres de Edgardo antes de alejarme.

Edgardo y yo pasamos todos los protocolos y controles del aeropuerto hasta estar en la sala de espera a nuestro vuelo. Edgardo pasa comiendo almendras  mientras que yo escucho música. No me pasa desapercibido que muchas chicas se nos quedan viendo pero es algo a lo que no le presto atención por el momento.

Aunque en estos momentos no busco con quien salir o algo parecido, va a llegar un momento en que vuelva a ser el de antes y vuelva a salir con chicas.

Subimos al avión y me acomodo en mi asiento en primera fila, no es un vuelo muy largo pero quiero dormir antes de llegar a California. No sé que es lo que me espera allá pero prefiero ir preparado para lo peor y esperando lo mejor.

***

Este lugar es hermoso, es un apartamento muy lujoso y grande de dos pisos y no es de menos si es un apartamento que estamos pagando entre todos: Edgardo, Susan, John, Bea y yo.

Es un apartamento con cinco habitaciones, dos salones, una cocina, baños personales y todo lo necesario para toda una familia. Viene siendo más un penthouse y muy bien amueblado.

Edgardo y yo fuimos los primeros en venir por lo que tenemos el derecho de elegir nuestras habitaciones y yo elijo la  primera que se encuentra al subir las escaleras. Los demás de seguro vendrán poco antes de que empiece la universidad, no he hablado mucho con ellos por lo que no sé muy bien sus planes.

—Voy a pedir comida —Edgardo entra a mi habitación mientras yo abro la maleta para sacar la ropa y colocarla en el closet.

—Si, ¿que vas a pedir? —pregunto sin voltear a verlo.

—¿Qué quieres? Yo no conozco mucho aquí obviamente pero intentaré pedir comida como una persona normal —escucho la burla en su tono de voz.

—Busca un restaurante que no conozcamos en Internet y llama ahí. Quiero probar algo nuevo —digo sin gracia.

—Bien, amargado. Espero que con los años se te quite eso —se burla.