ERES MI PERDICIÓN

07: Destrucción

René

—....le dije que no debia hacer eso pero el idiota no me hizo caso —se enoja Jennie.

Ella y yo estamos en una cafetería fuera de la escuela porque acaban de terminar las clases y ninguna de las dos quería volver a la escuela.

—¿Terminaste? —pregunto cansada. Lleva diez minutos hablando de como su hermano es un idiota.

—Si, lo siento. Oye, Edgardo vendrá en un momento, espero no te moleste
—sonrie.

—¿Quien es Edgardo? —frunzo el ceño.

—Es mi novio, me dijo que ya habían cruzado palabra en la última fiesta, pero sinceramente no lo recuerdo —se rasca la cabeza.

—El castaño, si lo recuerdo.

—¡Genial! Vendrá con unos amigos. ¿Te molesta?

—No, de hecho no tengo muchos amigos —solo dos— y me será de ayuda conocer a nuevas personas.

—¡Excelente! Que bueno que no te moleste —mira hacia la ventana mientras que revuelvo mi bebida con la pajilla—. ¡Oh, mira! Ahí vienen.

Volteo hacia la ventana viendo como un grupo de cinco cruzan la calle. Tres chicos y dos chicas. Entre ellos, Jackson y el novio de Jennie.

Jackson viene bromeando con una de las chicas pero se frena un momento cuando ve al frente y me mira. Me remuevo incomoda en mi silla y vuelvo mi vista a Jennie.

—Conoces a Jackson, ¿no? —pregunta Jennie.

—Si, es mi mejor amigo —digo.

—Bien, entonces estamos entre conocidos.

—¡Vaaaya! —uno de ellos se centra en mi cuando entra—. Tenemos una chica nueva. Dime, linda ¿tienes novio?

Sonrio divertida.

—¿No se supone que deberías preguntarme primero mi nombre?
—enarco una ceja.

—No es información indispensable
—me guiña un ojo el castaño.

—Dejala, John. La vas a asustar —habla Edgardo—. René, ¿cierto?

—Sip, hola —saludo con la mano.

—Hola.

—¿Tú no saludas, Jackson? Mira que es muy linda —le dice John.

—Es mi mejor amiga, idiota —contesta Jackson.

—¿Eh? ¡Espera! —habla una de las chicas—. ¿Tú eres la famosa René?

—Supongo —murmuro.

—Ya veo porqué Jackson no quería que estuvieras cerca de los chicos. Eres muy linda y de seguro tiene miedo a que te roben —se burla la chica.

—Callate, Bea —gruñe Jackson.

—¡¿Que?! Tengo razón.

—Eso es cierto —la apoya Edgardo.

—No es tan bonita —habla la otra chica que no había dicho nada hasta ahora.

—Eso es porque tú lo único que ves lindo es el chocolate, Susan —le recrimina John.

—Eso es cierto —dice Susan.

Todos toman asiento y Jackson se queda a mi lado pasando una mano por el respaldo de mi silla. No es algo que me moleste porque es algo que siempre hace y agradezco que no sea incomodo luego del beso.

—Este sábado haré una fiesta casual en mi casa —avisa John—. Jackson, trae a René.

—Eso suena genial —apoya Bea.