32: Hay una explicación

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René

Observo a un Edgardo amarrado a una silla en medio de mi salón. Esta inconsciente, con cinta gris en la boca y el pelo revuelto. Tengo la necesidad de saber como terminamos en esto pero no me atrevo a hacerlo.

Espero y nuestro amado amigo no nos demande por privarle de la libertad porque en serio que eso estaría mal. Jackson nos ve a ambas incrédulo como si yo hubiese hecho algo cuando lo único que estoy haciendo es prestar el lugar donde tenemos al secuestrado.

—Él te va a matar —le dice Jackson a Jenn.

—No me lo recuerdes —contesta mi amiga.

—¿Puedo preguntar como terminamos en esto? —pregunto al fin.

—Luego les explico —dice y todos nos ponemos en alerta cuando empieza a moverse.

Doy un paso atrás por inercia. Definitivamente esta no era la manera en que creí que terminaría mi noche.

Edgardo levanta la cabeza de poco a poco y puedo jurar que la manera en que nos ves a los tres en estos momentos pudo haber matado a cualquier débil. ¿Desde cuando Edgardo da tanto miedo?

Soy la única que tiene la valentía de acercarse a quitarle la cinta a la boca. Si no contamos que Jackson parece tener algo más importante en el celular que lo que tiene justo en frente.

—¡Auch! —gruñe Edgardo cuando le quito la cinta.

—Lo siento —susurro.

—¡¿Que te pasa, loca?! —pregunta Edgardo a su....¿novia? Ya no sé ni que son.

—¡Tú no me escuchabas! —se defiende Jenn.

—Apuesto a que si hubiera sido al revés, yo estuviera acribillado por secuestran a mi novia —se queja Edgardo.

—En eso tiene razón —lo apoya Jackson.

—¿Entonces sigues siendo mi novio? —pregunta una esperanzada Jenn.

—Sabes perfectamente que esta decisión esta en ti.

Jenn aprieta los labios antes de bajar la cabeza por lo que Edgardo niega con la cabeza y se gira hasta mi.

—¡¿Y tú?!

—¡Conmigo no te metas! —reclamo.

—Con ella no te metas —me apoya Jackson.

—¡¿Por qué la ayudas en esto?! —ignora lo que dijimos antes.

—Es mi amiga, ¿que esperabas? —me cruzo de brazos y él rueda los ojos.

—Que fueras más inteligente y supieras que esta mal —habla y voy a creer que la situación lo tiene así que idiota.

—Mira, pedazo de idiota —me acerco sin tenerle miedo—. ¡Si Jenn mata a alguien, yo entierro el cuerpo! Así que piensatelo bien antes de hacer algo. No me interesa lo que pasa entre ustedes pero deberías saber que no se necesita decir un te amo para saber que esa persona te ama.

Edgardo se queda en silencio.

—Tu castigo ahora será que te vas a quedar así toda la noche —le apunto y me mira como si tuviera dos cabezas.

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