Pd: @__fran___, ¿recuerdas lo que hablamos? Pues aquí empieza.
Besitos.
Desastre, parte 1
Narrador omnisciente:
San Francisco es una ciudad muy llamativa al ojo del público; por su famoso puente, lindas vistas y ser la ciudad con el mejor equipo médico. En esta ciudad es donde se encuentran los mejores médicos de casa área, por esto, se le ha llamado: La ciudad del milagro.
Un nombre que deberán usar tras la noticia del horrible desastre que se ha apoderado de los canales televisivos y la preocupación de las personas. Pues, estamos hablando de un suceso que ha golpeado a todos con el peor de los sentimiento: ese miedo hacia los más pequeños.
—¿Estás segura de que estás bien? —pregunta el doctor Evans a su esposa, esta no parece estar totalmente bien de salud.
—Ya escuchaste lo que sucedió, no pienso quedarme en casa —masculla ella mientras que ambos caminan hacia emergencia donde se les fue solicitados.
El hospital parece un caos con personas de allá para acá sin detenerse y es que ese abrumador miedo de los esposos y de muchos que se salvaron de la desgracia es que pudieron ser sus hijos.
—Escuchen bien, doctores —el jefe de cirugía está sobre una pequeña tarima al frente de todos los doctores y es que es un momento importante donde se deben dar indicaciones—. Escucharon las noticias, el colegio nacional de San Francisco se derrumbó y hay demasiados heridos ya que fue por la mañana donde la escuela estaba repleta de niños. Los rescatistas han sacado muchos niños pero aún hay bastantes entre los escombros. Un grupo de doctores irá al lugar mientras que otros se quedarán aquí recibiendo a los pacientes.
—¿Quienes irán? —resuena la voz de Abe en toda la estancia.
—Tú —suelta el hombre mayor y el mayor de los Evans hace una mueca—. Los doctores que irán serán en grupos y por el momento irán dos grupos de cinco doctores cada uno. Doctora René, Elise, Susan, Abe y Malcom irán en el primero. Alisten lo que ocuparan con ayuda de las enfermeras. El otro grupo ira Edgardo, Anthony, Bruno, Elena y Andrew. A Jackson y John los quiero aquí para los traumas más grandes que necesitan operación rápida. Los demás deben estar atentos.
>> Eso es todo. Pueden retirarse.
Todos los doctores se dispersan y René debe apretar la mano de Jackson que posesivamente se había colocado en la cintura de la doctora. No quiere que vaya.
—No me pidas que les diga que no vaya porque sabes que no lo haré —responde la castaña ante la obviedad en el rostro de su esposo.
—Sé que no te quedaras pero yo no estaré ahí para protegerte. Ese fue un derrumbe parcial, puede ponerse peor.
—Tranquilo que no me pasará nada. No sabes como agradezco que no haya sido la escuela de Dan —dice asustada—. Soy la mejor pediatra y ellos son niños, debo ir.
—Cuídate mucho —suplica Jackson dejando un beso en su frente.
—Lo haré —masculla ella.
—Mandan a sacrificar a los burros —murmura Abe hacia Susan que es la persona más cercana a él del otro lado. El chico no pasó desapercibido como su hermano dejaba un tierno beso en la frente de su esposa. No importa que estén separados, ellos son el cielo y las estrellas: siempre deben estar juntos.
—Eres bastante idiota para llamarte animal solito —se burla su compañera de especialidad.
—Yo usé el pluralismo, cariño —entrecierra los ojos.
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ERES MI PERDICIÓN
RomanceRené y Jackson han sido mejores amigos desde que tienen cinco años gracias a que sus padres son muy unidos. Los chicos van creciendo y sus sentidos lujuriosos también. ¿Como tomarán la situación cuando estos deseos carnales empiecen entre ellos si...