11: Se supone que no te importo

6.4K 355 73
                                    

Jackson Evans

—A ti es a quien buscaba —dice Abe deteniéndose bruscamente frente a mi y casi cayendo de bruces al piso.

—¿Qué quieres?

—¿Dónde está René?

—No lo sé.

—Joder. Creo que hice algo mal —dice pasando una de sus manos por el cabello y toma mi atención.

—¿Qué hiciste? —pregunto dejando la tableta con los resultados de mi paciente de lado.

—Hay un loco suelto en el piso de pediatría y se lo dije a René así que ella salio corriendo hacia....

No lo dejo terminar y salgo corriendo por las escaleras ya que han apagado los ascensores. Subo todas las escaleras hasta el piso de pediatría y abro la puerta de seguridad cuando dos tiros seguidos se escuchan tensandome por completo. Veo a varios policías cuidar de varios niños pero no veo a René en ningún lado y eso me pone peor. Muchos policías trajeados con mucha seguridad están aglomerados en una misma puerta, cosa que hace que ignoré a quienes me dicen que no puedo seguir y llego hasta la puerta donde la imagen frente a mi me deja pasmado por un momento.

Mi vista se va en primer lugar a René que auxilia a la niña en sus brazos que sufre un ataque. Luego veo que el hombre que causó tantos problemas tiene un disparo en el torso y esta siendo llevado por unos policías y hasta después me fijo en que Anna también tiene una herida de bala en su hombro derecho y es Allen, su mejor amiga, quien la está ayudando.

—¡Llamen a cardiología! —grita René y es cuando me acerco a ella y se queda un segundo mirándome antes de reaccionar—. Niña de diez años que necesita trasplante. Está en la lista de trasplantes pero no ha salido ninguno en dos meses.

—Mascara de oxígeno —pido y una enfermera me la entrega por lo que se la coloco a la niña. Tomo el estetoscopio  y lo uso en ella—. Tiene taquicardia.

—El hombre la tenia sujeta y apuntaba, ella solo tiene diez. Está claro que iba a entrar en shock —dice René. Me topo con sangre y reviso a la niña...—. La sangre no es de ella —levanto mi vista a René y es su brazo el que sangra—. Es mía.

—Deben verte esa herida, la baja....

—Entró y salió —dice haciendo una mueca—. Voy a estar bien y Maria también —dice y supongo que se refiere a la niña. Cargo a Maria dejandola en su cama, una persona de limpieza se encarga de limpiar toda la sangre de las diferentes personas heridas y se llevan al hombre y a Anna.

—¡Maria! ¡Bebé! —grita una mujer desde la puerta siendo retenida por un policía.

—Déjenla pasar —dice René—. Es su madre.

La mujer rubia al igual que su hija se tira sobre ella abrazándola a pesar de que la niña se encuentra inconsciente. René sale del cuarto y la sigo con la mirada antes de empezarla a seguir y ver como se mete a un cuarto de suministro. La sigo entrando al mismo lugar y se queda un momento mirándome antes de seguir buscando lo que sea que busque e ignorarme por completo.

—Necesitas suturas.

—Solo vendaré la herida por el momento —responde—. Luego haré que alguien la suture.

ERES MI PERDICIÓN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora