ERES MI PERDICIÓN

03: Tensiones

René

—Que lastima —contesto al fin—. Porque solo se quedará en tus pensamientos.

—Eso ya lo veremos —me muestra una sonrisa burlona y mira sobre mi hombro borrando la sonrisa.

Volteo viendo que un grupo de chicos no deja de mirarme las piernas y ahora entiendo porque Jackson parece tan enojado. Sonrio satisfecha.

—Gracias por la sudadera —desvio el tema pero intercala su vista entre los chicos y yo—. Te compraré una nueva para solucionarlo.

No me contesta, parece perdido en sus pensamientos de posiblemente, como matar a esos chicos.

—¡Estoy aquí! —muevo las manos para captar su atención—. Yo no me pongo así cuando las chicas te comen con la vista.

—Porque tu no eres celosa pero yo si
—contesta.

—¿Celas a tu amiga? —provocó moviéndome un poco para joderlo a él y entusiasmar a los chicos. Jackson se da cuenta porque se acerca retandome.

—Si no paras —dice con voz amenazante—, no te gustaran las consecuencias.

—¿Y cuales son las consecuencias?
—reto, no se en que momento nuestros rostros quedaron tan cerca.

—Tendra que ver con esto —me saca un jadeo cuando toca mi entrepierna con su mano.

Me levanto de golpe aclarandome la garganta y él se rie.

—Debo irme —se levanta también

—Si, vete y llevate tus pensamientos sucios contigo —lo corro haciendo que sonria más.

—Mi madre me dijo que irán con nosotros el fin de semana al viaje de playa pero de seguro nos veremos antes. Así que nos vemos —se posa a mi lado.

—Si vete —vuelvo a correrlo. Sonrie y deja un corto beso en mi frente.

—Adios iguana.

No me deja responder porque se marcha y yo quedo sofocada.

Que calor hace de repente, ¿no?

Volteo viendo que los chicos me siguen viendo así que tomo mis cosas y me voy. Nunca había usado un short para venir a la escuela así que es un poco incomodo.

*****

Las clases se pasaron rapido y mis ganas de volver a casa a dormir son muy grandes.

—¡René! —me llama Jennie.

—Hola —saludo—. ¿Necesitas algo?

—¿No puedo acercarme solo a saludar?
—frunce el ceño.

—Si, claro. Disculpa —es que ya es la costumbre.

—Mi novio hará una fiesta esta noche en su casa. ¿Quieres venir conmigo? Todos serán de su escuela y no quiero sentirme sola.

—¿Que hay de tu novio? ¿No va a estar contigo? —pregunto.

—Mmm, puede que ande de un lado a otro y no esté tan pendiente —sonrie pero noto que esta un poco triste.

Joder. A la basura mi plan de dormir desde temprano.

—De acuerdo —sus ojos brillantes cuando acepto—. Ire contigo.