René
—¡Jennie! —chillo.
—¡Te juro que yo no fui! —dice rápidamente y yo devuelvo mi vista a la barbaridad de cosas para bebé que hay en el centro de mi sala. ¿Cómo mierda entraron?
Como si me quisieran dar una respuesta, Andrew aparece tranquila comiendo helado y se frena al verme.
—Creo que volveré por donde vine —intenta irse.
—¡Alto! —lo freno y camino hasta quedar frente a él—. ¿Tú dejaste que dejaran todas estas cosas?
—Jackson me dio diez mil dólares por dejar que entraran estas cosas —se excusa—. Cariño, con el dinero no se juega.
Mis manos se mueren por ir a su cuello y estrangularlo como es la caricatura.
—¿Y esto fue antes o después de mandarlo a la mierda? —habla Jenn a mis espaldas.
—¿Lo mandaste a la mierda otra vez? —me pregunta Andrew como el jodido chismoso que es.
—Callénse —mascullo.
—¿Te duele la verdad?
—Me duele la cabeza de soportarlos a ustedes dos —camino al sofá tirando unas cajas al suelo.
—Oye, cuidado que estas cosas son de marca —me regaña Jenn—. Jackson modo papá es el tipo de que te compra todo sin titubear.
—Por cierto, René, te escribí temprano y me dejaste en visto —dice Andrew.
—¿Recuerdas que me dejaste en visto? —pregunto y asiente empezando a entender—. Pues te jodes porque te la he devuelto.
—Quiero morirme —exagera Jenn haciendo que pase mi mirada a ella mientras me acaricio mi abdomen abultado.
—Y yo quiero saber que se siente matar a alguien, ¿nos juntamos? —pregunto.
—Me lo voy a pensar.
—¿Por qué quieres morir?
—Andrea está en la etapa donde quiere salir con sus amigas, maquillarse y odia las matemáticas —explica—. Me va a volver loca.
—Pero solo tiene doce —murmuro.
—Mejor vete preparando que yo apuesto a por una niña —dice.
—Yo apuesto por un niño —interviene Andrew—. Y que se llame como yo.
—Déjate de tonterías —golpeo su mano que estaba en mi hombro.
—Eso fue grosero —masculla antes de encender el televisor.
***
Nunca había estado tan nerviosa por una ecografía. Le mandé un mensaje a Jackson diciendole que hoy y a esta hora seria la cita pero él no ha a aparecido y por la cosa más idiota del mundo, eso me afecta.
—¿Dónde está Jackson? —pregunta Elise. Me quedé con ella ya que la mejor de su área y hasta el momento ha hecho un gran trabajo.
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ERES MI PERDICIÓN
RomanceRené y Jackson han sido mejores amigos desde que tienen cinco años gracias a que sus padres son muy unidos. Los chicos van creciendo y sus sentidos lujuriosos también. ¿Como tomarán la situación cuando estos deseos carnales empiecen entre ellos si...