12: Real

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René

—¡Sexo! —grita John y quiero hacer como si no conociera a este chico.

—¡Baja de ahí! —grita Bea.

—Es mi casa, puedo hacer lo que quiera —gruñe un muy ebrio John.

—Este terminó de convertirse en payaso —dice Edgardo.

—Estoy de acuerdo —apoya una aburrida Susan.

—Ve a buscar a alguien con quien tener sexo y deja de joder —gruñe Bea jalando del brazo de John.

—Tienes razón —John al fin se baja—. ¿Quieres tener sexo conmigo, René?

—Ve a joder a otro lado —lo para Jackson. Ha tomado demasiado y esta bastante ebrio. Jackson tiene mucha resistencia con el alcohol, así que tuvo que tomarse casi todo el que había en la casa para terminar así de ebrio. Se ve muy tierno cuando esta sonrojado y ebrio.

—Que gruñón, ni que fuera tu novia
—John desaparece.

—Es tarde, deberíamos irnos —cambio el tema dando un bostezo.

—Ok —contesta Jackson.

—Nos vemos, chicos —despide Edgardo junto a Jennie y Susan.

Pongo mi abrigo de regreso y soy guiada hasta el auto. Me muero de sueño y Jackson parece notarlo porque ya me hubiera caído si no me tomara de los hombros. Un ebrio y una media dormida, cómico.

—¿Por qué no me dijiste antes si tenias sueño? —pregunta abriendo la puerta del auto.

—No lo sé, creo que sigo traumada con tus palabras anteriores.

—¿Por qué? —que idiota.

Me freno volteando a él. Parece que el sueño desapareció.

—Porque tus malditas palabras me calientas y mis malditas hormonas se alteran, por eso, idiota —gruño—. Porque me vale tres pinos que seas mi amigo, quiero placer y lo quiero contigo.

—Deja de decir esas cosas....

—¡Jackson!

—¡René, he sido tu amigo siempre porque quiero estar a tu lado! ¡Pero no quiero perderte por algo que puede terminar mal!

—Fue lo que dijo John —murmuro.

—¿Que?

—Tus palabras fueron mis palabras.

Jackson no dice nada.

—Que bueno que eres un ebrio que olvida todo al día siguiente —digo—. Asi lidiare con esto sola.

Jackson solo me observa en silencio.

—Dame las llaves, yo manejo —me acerco a él para tomar las llaves de su mano pero me toma de la cintura reteniendome.

—Te quiero, y no como amiga —susurra cerca de mi oído, su respiración me da escalofríos. Su boca está cerca de la mía—. Pero no me sobrepasaré, si quieres solo sexo y amistad, te lo daré.

Cierro los ojos con fuerza.

—Todo a su tiempo —levanto mi rostro, nuestras bocas están rozandose.

—Lo siento —susurra.

—¿Por qué?

—Por esto —quita la distancia apoderándose de mi boca.

Mi cuerpo es empujado hasta que choca con el auto. Una mano de Jackson se apodera de mi cintura mientras que la otra esta en mi nuca. Su boca danza sobre la mía dejando mordiscos en mi labio inferior. Abro levemente la boca y es todo lo que necesita para introducir su lengua en mi boca empezando un juego de ver quien lleva el control.

ERES MI PERDICIÓN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora