32: Celos 2.0

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Pd: Recuerdenme no volver a decir "spoiler por comentarios". Mi cuenta en el celular de Wattpad valió madres con el último capítulo. Yo esperaba unos 400 comentarios máximo, y ustedes pasaron los 2,000. (Sé que tampoco es mucho pero si para mi)

En fin, al final varias personitas se llevaron el Spoiler por todos los comentarios que dejaron.

Espero disfruten el capítulo y sin más que decir. Comencemos.

René Saldivar

El olor a comida llega a mi olfato haciendo que me levante de mi cama adormilada y baje hasta mi cocina encontrando a Jackson en lo mejor de cocinar.

—Te dije que te fueras tan solo despertaras —gruño tomando su atención.

—Quería dejarte comida antes de irme —le apaga el fuego a lo que sea que esté cocinando y que huele jodidamente bien.

—No es necesario.

—Piensa en que lo hago por el bebé y no por ti si eso te hace sentir mejor —contesta. Idiota.

—Ya puedes irte.

—René....

—Fui muy clara al decirte que te mantuvieras lejos.

—Es mi bebé al que llevas dentro —señala mi abdomen.

—Tú lo dijiste, está dentro de mi.... así que yo lo cuido. No te preocupes que te llamaré cuando ya haya uno —le resto importancia y veo como aprieta los labios ante mi estúpido comentario.

—No tiene lógica lo que dices.

—Tiene toda la puta lógica del mundo —me cruzo de brazos.

—Estaré pendiente de todo tu embarazo, te guste o no porque es a mi hijo al que llevas dentro —suelta con dureza.

¿Cómo ese sueño de ser perfectos se vino abajo? Eramos felices y ahora no somos nada.

—¿Te explico con manzanas que te quiero lejos? Que no quiero verte y me desagrada tu presencia —escupo sin pensar y me arrepiento al ver como el dolor se plasma en su expresión y en sus ojos.

—¿Cuándo es tu cita con Elise para el chequeo del bebé? —noto que esa amabilidad en su voz se fue  convirtiéndose en algo frío y corto.

—La siguiente semana.

—Envíame los detalles —gruñe antes de tomar sus cosas y salir dando un portazo.

***

—Deja el mal humor y ponte a trabajar —me regaña Andrew—. No has dejado de quejarte, joder.

—Dejala tranquila —se mete John—. Te sugiero que no la pongas peor.

—¿Me ves cara de buzón? Ve a dejar tus sugerencia a otro lado —dice Andrew—. No entiendo porque te alteras tanto por tonterías —me mira.

—Podría explicártelo pero no creo que tu pequeño cerebro lo entendiera —murmuro concentrada en mi trabajo.

—Y ahí está tu parte insoportable de nuevo —masculla.

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