05: Batalla de poder

5.8K 363 136
                                    

René Saldivar

-No.

-Si.

-¡No!

-¡Si!

-¡¿Me estás odiando?!

-¡No!

-¡René!

-¡Deja de gritar, Jenn!

-Yo apruebo eso -Andrea levanta la mano.

-Es que como es que vas a trabajar aquí, ¿enserio vas a dejar todo en Londres?

-Me van a pagar el doble de lo que me pagar allá y seré la jefa, ¿cómo decir no a eso? -pregunto.

-¿Estás segura de que solo es por eso?

-¿Que más podría ser? -pregunto.

-Muchas cosas. Y apuesto todo mi dinero a que una de ellas tiene nombre, apellido y cara bonita. Jackson Evans.

-No se de que me hablas -me hago la tonta.

-Ajá. Bueno, si tú te vienes para San Francisco, Andrea y yo también lo haremos -anuncia.

-¡Si! -chilla Andrea-. Amo San Francisco.

-Pero.... sus vidas están en Londres -les recuerdo.

-Nuestras vidas están donde tú estés -asegura Jenn-. Si tú te vienes, nosotras también. Y ya escuchaste a tu sobrina, ama este lugar.

Sonrio.

-Gracias, chicas.

-Es curioso -sonrie-. Me dije que nunca iría tras un hombre pero lo estoy haciendo por mi mejor amiga-. Niego con la cabeza ante su ocurrencia.

El timbre suena y es Andrea la que se levanta a abrir.

-¡Papá! -grita Andrea poniéndonos en alerta a Jenn y yo. Corremos hasta la puerta de la habitación y encontramos a un Edgardo petrificado y a Andrea abrazándolo.

-Mierda -decimos Jenn y yo al unísono.

-¿Alguna.... de las dos me va a explicar? -pregunta Edgardo y puedo asegurar que nos juzga con la mirada.

-¿Sabes? Yo sobro aquí -doy un paso atrás lentamente intentando huir pero Jenn me fulmina con la mirada por lo que me quedo quieta.

-Oye, linda, ¿que edad tienes? -le pregunta Edgardo a Andrea.

-Tengo once años -contesta-. Mi cumpleaños es el diez de septiembre.

Edgardo se queda en silencio un momento dedicándole una sonrisa a su hija y luego mira a Jenn fulminandola en el proceso.

-Andrea, ¿me acompañas a la cocina? Hagamos galletas -intervengo. Estos dos deben hablar y es mi salida también.

Me llevo a Andrea que me sigue feliz por las galletas y les doy privacidad en el salón. No soy chismosa pero espero que Jenn me cuente después.

Mi celular suena y sonrio al ver el nombre.

-Andrea, ve sacando todos los ingredientes, ¿si? -le pido.

ERES MI PERDICIÓN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora