Capitulo 33 "El inicio"

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CAPITULO 33
"El inicio"

Notas de autora: Estoy feliz por llegar a este capitulo, realmente feliz. Este fue el primer capítulo que escribí cuando me imaginé la historia. Aunque obviamente está corregido y adaptado, lo disfruté mucho y espero que tu también lo puedas disfrutar, tal y como yo lo hice.
Ojo: este no es en sí un capítulo, ya que no cuenta con le estructura de tal,  es más bien como "relatos" de momentos que van viviendo ellos en varias semanas de convivio.



Harry había sufrido una lucha interna para quitarse esa sed de venganza que sentía por Draco Malfoy, estaba haciendo el esfuerzo para olvidarse siquiera que él existía y seguía los consejos que su amiga Hermione le había recomendado "relájate con Ginny", situación que estaba resultando demasiado extraña.

Las cosas se habían tornado muy raras. Ginny, quien parecía haber olvidado que era una inquilina pasajera, se había adaptado bastante bien al departamento muggle de Harry. Ella parecía conocerlo tan bien, que él podía ver como los objetos levitaban de un lado a otro acomodándose cada uno donde debía de estar.

Tal vez, eso se debía, a que Harry le había estado entregando las cartas que le llegaban los lunes de parte de Teddy. Ginny las recibía con una ilusión única, que la ponían de tan buen humor; en cambio, las cartas que Harry le enviaba al adolescente, no tenían respuesta. Aun así, Harry se sentía tranquilo de haber logrado que al menos Ginny tuviese contacto con Teddy

El buen optimismo de la pelirroja se empezó a notar dentro de la casa de Harrry. Ginny había cambiado algunos muebles y colocado algunas plantas, entre tantas, una planta en específico que sus ramas, solían acariciar los brazos y pies de las personas que pasaban, haciéndolos trastabillar de lo empalagosa que era.

— No creo que sea buena idea conservar esa planta — sugirió Harry después de una de las ramas exigiera cariño y no lo soltara hasta obtenerlo — es la tercera vez en el día que me ha amagado y casi me tira.
— Es una plana tan tierna, que lo único que quiere es atención. Solo sóbale el lomo — respondió Ginny mientras dirigía los platos para ser guardados en la alacena —
— ¿Cuál lomo? — preguntó Harry exasperado — aun así, en caso de que se ponga insistente contigo, podría ponerte en peligro.
— No me dirás que te pones celoso hasta de una planta, Potter — le soltó Ginny con una risita —

Harry alzó la mirada con sorpresa.

— ¿Qué sucederá si te amarra del pie y caes de frente? En un par de meses algo así podría resultar nada bueno...

Ginny lo observó. Dos días después, la planta ya no estaba más en el departamento de Harry.

La dinámica, seguía siendo muy similar a cuando ella recién se había mudado. Ella entrando a su habitación después de que llegaba de correr junto con Gastón y se metía a la ducha. Era cuando Harry sabía que debía de levantarse.

Había obtenido el hábito de preparar un poco de desayuno para cuando ella saliera del baño y así, él podía tener la oportunidad de intercambiar un poco las palabras antes de irse a trabajar. Un plato de avena y Ginny se sentaba bastante alegre a charlar.

Los días que a Harry se le hacía tarde, encontraba en so comedor, un sándwich que Ginny preparaba, del cual, tenía la perfecta combinación de pan tostado, mantequilla, aguacate, tocino y un huevo perfectamente frito, sin esas orillas quemadas que él tanto odiaba. Harry se deleitaba con su lunch sobre el escritorio de su oficina, antes de marcharse a patrullar.

La relación con el can, iba de peor a regular. Gastón se había vuelto un poco más dócil con él.

Un sábado , que Ginny no había podido levantarse temprano para darle su paseo matinal, Gastón sorprendió a Harry cuando llegó con él, bastante desesperado con su correa en el hocico como señal de que le urgía salir.

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