Capítulo 56 "La charla"

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Nota de Issa: ¡Si! Me fui de vaga ayer, por eso no publique porque ¡Cumplí años! Pero no pienso decir cuantos.
Sigamos leyendo y nos leemos mañana

Capitulo 56
"La charla"

La tarde era de lo más calurosa desde hace varios años. No había llovido en varios días y el cielo estaba pintado de colores amarillos y anaranjados avisando que el día siguiente estaría peor.

Gastón estaba al fondo,  recién salido del estanque, comiéndose un enorme hueso que Molly Weasley le había dado después de la comida. Harry contemplaba el atardecer, parecía agradecido por aquel calor que le daba de frente después de varias semanas de haber estado en la tundra.

⎯ Parece que disfrutas del calor.
⎯ Eso  hago —

  Harry abrió sus ojos. Aun enfocando su mirada, giró para ver a Ginny. La pelirroja se había sentado a su lado, en el jardín. Todavía no se la creía que ella no solo estuviese a su lado, sino que le dirigiera la palabra.

⎯ ¿tan terrible fue todo en Siberia?
⎯ No tienes ni idea —  Harry suspiró. De todas las misiones que había tenido, aquella fue terrorífica —  he tenido a oponentes difíciles, pero nada  se asemeja luchar contra la naturaleza.

Ginny lo miró sorprendida. Le sujetó la mano en señal de apoyo.

⎯ No quise ver la lista de los muertos en El Profeta, solo agradezco  tenerte aquí conmigo en este momento —  Ginny apretó la mano de Harry,  parecía seguir tímida. El simplemente siguió contemplando el cielo —  no volveré  a dejarte ir sin resolver las cosas.

Harry giró para verla, era muy evidente el arrepentimiento de ella.

⎯ Te juro que, si hubiese sabido de que se trataba todo esto, no te suelto hasta que resolvamos nuestros problemas. En todo este tiempo, no hubo momento en que no deseara tenerte de frente, aunque no me hablaras, solo quería saber si estabas vivo.
⎯ Pero lo sabías, por eso autoricé que te llegara el maletín...
⎯ ¿hablas del brazalete? — Ginny alzó sus cejas con sorpresa —
⎯ Del traslador...
⎯ También venia un traslador en su interior, pero lo que más me causó adicción era el brazalete. No podía dejar de contemplarlo. En todo el tiempo que lo traje conmigo, estaba preocupada cada vez que titiritaba fuerte, temía que algo te fuera a pasar.

Harry giró sin comprender mucho.

⎯ Ginny, no entiendo lo que me estás tratando de decir
⎯ Había un objeto, un brazalete, tenía una gema, una esmeralda escarlata, esta titiritaba tu ritmo cardiaco.

Harry alzó las cejas sorprendido por lo que Ginny le estaba contando. Era evidente que él no tenía noción alguna de aquel objeto.

⎯ Y yo... me obsesioné con el brazalete, hasta que dejó de funcionar  y entré en pánico
⎯ Pero yo...
⎯ Creí que algo te había pasado. Minutos después me avisaron que debía de ir a San Mungo, te buscamos entre los heridos y los muertos. Papá estuvo tratando de localizarte, aquí y en Siberia, pero no había rastro de ti.

Harry sintió vergüenza. Una parte de él, creyó que ella debía de haber estado tranquila en su ausencia. El saber que ella también estaba mortificada por no tener noticias de él, le causaba un dolor en el pecho indescriptible, haciéndolo sentir culpable por  hacerla sufrir.

⎯ No sabía que venía dicho objeto, sino yo no hubiera permitido que algo así te enviaran.
Ginny sonrió con  cierta tristeza y luego dirigió su vista hacia el campo, justo donde  había despedido a  su cierva con el mensaje para Harry.

⎯ Por días para mí, ese brazalete era como tener noticias tuyas, hasta que un minuto después de que me enviaras tu patronus, este se apagó. Sentí que era como si tu corazón dejara de funcionar.
⎯ No volverá a pasar eso, te lo juro   — Harry apretó  la mano de Ginny que aun estaba enlazada con la suya —  debí de haber indagado más sobre lo que el Ministerio te entregó. Lo único que quería es asegurarme es dejar todo bajo control.
⎯ Pensé en eso también, pero creo que lo mejor es que yo no sepa nada sobre tus misiones.

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