Capitulo 36 "Las mañanas con Harry"

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NOTA DE AUTORA: Desde el inicio de la historia, he estado narrándola desde la perspectiva de Harry. Ahora, será contada desde el punto de vista de Ginny. Así que, ¿estás en un lugar cómodo? Recuerda. Esta historia está llena de clichés y la única finalidad es que disfrutes del hinny, o hanny.

Gracias por estar aquí! Gracias por tu voto! Es una señal para mi, se que vamos por buen camino en la historia

Capítulo 36
"Las mañanas con Harry"

Debían de ser no más de las siete de la mañana. Por primera vez, no deseaba salir a correr por la mañana, seguía en la comodidad de la cama de Harry envuelta entre el cobertor, con el cuerpo semi desnudo de Harry a su lado. Se sentía no solo tan cómoda, sino que deseaba quedarse el resto del día en la cama.
Seguía aferrada a no abrir sus ojos, todavía tenía esa sensación de satisfacción en su cuerpo, mientras Harry le tenía el brazo encima de sus pechos, acariciándolos lentamente, como un gesto de cariño.

— No quiero levantarme — susurró ella aun con los ojos cerrados — esto tan cómoda...

Harry levantó su cabeza. Ella pudo sentir ese movimiento.

— Puedes quedarte en la cama todo el día si quieres. Yo debo de ir al Ministerio...
— Pero es sábado — Ginny se giró. Ella abrió sus ojos a regañadientes. Harry sonrió en cuanto la vio — no deberías de ir a trabajar.
— Tengo pendientes, ya te lo había dicho ayer...
— Si pero, quiero que te quedes conmigo aquí, al menos por hoy y disfrutemos de esta maldita comodidad.

Harry sonrió. Ginny pensaba que él era un idiota, porque seguía envuelta en las cobijas hasta la cabeza, estaba despeinada y tal vez debía de tener un asqueroso aliento y él estaba sonriéndole como si ella no fuera todo un desastre esa mañana.

— Alguien debe de poner la comida a la mesa. Pronto seremos tres y...
— Tengo ahorros, podemos vivir de ellos en caso de que te lleguen a correr por quedarte con tu esposa en la cama, un sábado por la mañana — le dijo Ginny aventando las cobijas para darle cavidad a incomodarse a su lado —

El no podía borrar la sonrisa de su rostro. Se miraba tan apuesto, sin sus anteojos, con el cabello despeinado y con ese cuerpo que ella tanto le gustaba, que para ella, era la combinación perfecta de todos los hombres del mundo.

La abrazó por la cintura y le empezó a dar besos pausados en la comisura de la boca. Ella, no pudo evitar ponerse nerviosa y esquivó un par de besos antes de retomar la charla.

— ¿te he convencido a que te quedes? — le susurró ella — solo por hoy, tu y yo, viendo la televisión, manoseándote mientras vemos esas películas pornos horrorosas que tienes —
— ¿empezarás a burlarte? Estaba pensando en aceptar tu propuesta — Harry la miró con una sonrisa traviesa —
— Yo... te juro que no te diré nada vergonzoso otra vez. Solo quiero quedarme en la cama y dormir a tu lado por un rato más — Ginny se había colgado del cuello de Harry, aprisionándolo —

Harry besó su frente mientras empezaba a acariciarle la espalda y aspiraba su olor. Todo aquello era tan confortante, que podían durar así por horas y ninguno de los dos quería despegarse.

— ¿estas cansada por lo que hicimos anoche? — preguntó Harry después de dos minutos de silencio. Ella aun estaba en sus brazos, dormitando —

Ginny levantó su rostro, sintió las mejillas arder un poco.

— Anoche estuvimos demasiado activos
— Me pediste cosas que...

Ginny empezó a moverse de los brazos de Harry. Estaba avergonzándose, había dicho locuras en su delirio de deseo.

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