Capítulo 12 "La Ley Marshall"

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Capítulo 12
"La Ley Marshall"

Estaba en una pradera, podía sentir el aire fresco pasar por su cabeza. A lo lejos, se encontraba Ginny, jugando con un niño de no más de tres años, Harry podía ver el cabello cobrizo del niño desde lejos. No dudó en acercarse a ellos mientras tomaba a Ginny de la cintura para atraerla a él con fin de besarla.

Ella le miró con mucho amor, pero lo único que obtuvo de ella fue, que le besara la mejilla para luego despedirse: "Debemos irnos, Harry".

Los vio alejarse, los dos tomados de la mano, pero a lo lejos, Harry pudo notar como una serpiente, iba arrastrándose y que comenzaba a seguirlos sin que ellos se percataran. La serpiente, empezaba a soltar su piel mientras iba tomando una forma humana, sacando un rostro blanco de su cabeza, era Draco Malfoy que llegaba hasta donde Ginny estaba y se llevaba al pequeño.

Harry comenzaba a gritar, sacaba su varita para atacar, pero esta se le desaparecía de sus manos.

⎯ Basta, Harry, ¡detente! — escuchaba la voz de Ginny — ¡no lo ataques! Lo amo, amo a Draco.

Y entonces, Harry pudo ver como el pequeño de tres años se transformaba en Draco Malfoy y caminaba hacia donde estaba él, sin decir palabra alguna, mientras Harry sentía el temor latente en su pecho,  Draco en enterraba la mano en su vientre y le sacaba sus vísceras.

El cuerpo de Harry se contrajo. Sintió un fuerte dolor en su estómago y de inmediato se despertó dando un gran salto.
⎯ Ha sido todo un mal sueño —  le susurró Ginny. Ella pasaba un paño frio por su frente. Se miraba demasiado afilada  — solo ha sido un sueño
⎯ ¿Qué está pasando?
⎯ Te desmayaste hace un par de horas.  Al parecer también enfermaste. Llevo tratando por un buen rato bajarte la fiebre.
⎯ Estaba soñando algo que... —Harry pasó saliva. El recordar el sueño, le causaba estragos en su cabeza —
⎯ Estabas delirando — intervino Ginny. Le secaba la frente con mucho cariño —
⎯ ¿Estuve hablando?
⎯ Un poco. Decías cosas sin sentido.

Ginny pasó su mano sobre su pecho, sintió un fuerte escalofrío que no tenía nada que ver con la fiebre que estaba sufriendo. La detuvo, ella simplemente se giró para prender la luz.

⎯ Deberías de estar descansando —  Harry se talló los ojos,  no traía los anteojos.
⎯ Ya me siento mejor, pero ahora parece ser que a ti te afectó — Ginny se acercó y le dio un pequeño vaso de cristal  — toma esto. Mañana estarás mejor.

Harry hizo. Bastó cerrar sus ojos para caer en un profundo sueño del cual no volvió a abrir los ojos hasta las 7 de la mañana del día siguiente.

Giró su cabeza a su derecha y una larga melena enredada estaba entre las cobijas. El aroma a jazmines aún estaba impregnado alrededor de ella. Se había preguntado de cómo había podido permanecer el olor aferrado por todo este tiempo.

Ella pareció darse cuenta de que Harry acababa de despertar o bien, tal vez lo estaba esperando que abrió sus grandes ojos y lo miró directamente sosteniéndole. Ella no dijo absolutamente nada, solo le sonrió.

No podía ver mañana más perfecta. Sintió como después de muchos días nublados, el sol estaba saliendo de nuevo. Harry quería más días como esos.

⎯ ¡te quedaste! —Harry expresó agradecido
⎯ ¿Por qué crees que te dejaría solo en casa?  — Ginny levantó su cabeza para dejarla descansar sobre la palma de su mano— después de los cuidados que he tenido de tu parte, es lo menos que puedo hacer.
⎯ ¿Ginny Weasley está saldando una deuda? — dijo Harry con exagerada expresión. Ella simplemente tocó su frente para confirmar que él ya no tenía fiebre —
⎯ Se te ha bajado la fiebre —  Harry pudo verle que aun traía el deportivo puesto que le había prestado y que le quedaba enorme — creo que ya podré volver a casa.

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