Capítulo 89 "Camino a casa"

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Nota: esto no es el final.
¡Gracias totales!

Capítulo 89
"Caminó a casa"


Presentarse en el hospital lo estaba considerando una especie de suicido. Se sentía el hombre más masoquista del mundo ¿en qué momento había aceptado llevar a Ginny a la Madriguera? Para él, eso era una tortura que le estaba carcomiendo todo su ser. En lo más profundo quería obligarla a llevarla  a casa,  después de todo lo que había vivido, era lo que él  y James se merecían pero, no podía obligarla a pasar por todo aquello.

Suspiró cuando estacionó el Peugeot fuera del San Pancras Hospital. El día estaba lluvioso y frio y por segunda vez en dos meses, Harry llegaba sin James y sin Gastón al lugar.

⎯ Ella se está alistando — le dijo la Sra. Weasley fuera del pasillo — le he tratado de persuadir que vaya contigo, que tal vez pueda obtener buenos recuerdos de ahí, pero ella ha insistido que quiere volver a la Madriguera, dice que nunca ha pisado tu departamento.
⎯ Ginny no lo recuerda — dijo con frustración Harry — tal vez ella está buscando un lugar familiar al que necesite regresar.
⎯ ¿has traído contigo a James? — Molly giró su cabeza para la recepción buscando al bebé —
⎯ No. Se ha quedado en casa
⎯ Creí que vendría — dijo ahora decepcionada Molly Weasley —
⎯ No puedo. No creo que pueda resistir un viaje de dos horas cuando Ginny es la prioridad.
⎯ Le dije a Arthur que tal vez lo mejor era que solicitara un traslador al Ministerio, pero el insistió que es demasiado inestable aun para Ginny.
⎯ Y no se equivoca  — Harry bajó la mirada un poco y suspiró con preocupación latente — podría hacerle daño, ella aun no está lista para un viaje de ese tipo,
⎯ ¿llevarás mañana domingo a James con nosotros? —  preguntó Molly Weasley a Harry. Al parecer su suegra tenía esperanzas que si Harry y James convivían con Ginny, tal vez una parte de sus recuerdos se podían activar y así traerla a ella de vuelta —
⎯ Eso planeo — Harry alzó la mirada.  El Sr. Arthur salía de la habitación empujando una silla de ruedas. Ginny estaba sentada en ella, parecía que se había esmerado en arreglarse, porque llevaba el rostro levemente maquillado, con los labios pintados de un color que resaltaba sus mejillas. Harry no pudo evitar sonreírle como un estúpido y bastante ansioso caminó hacia donde estaba ella esperando una reacción de parte de Ginny —

Harry se detuvo justo cuando el Dr. Pier se atravesó entre ellos  y levantó su mirada. El Dr. Pier saludó a Harry con una sonrisa.

— Te esperaba antes —  soltó con confianza el Dr. Pier  a Harry –
—  Estaba acomodando el auto para que Ginny pudiese subir — admitió Harry —
—  Le he dado las mismas instrucciones que te di ayer  a ti, a Molly,  sobre el cuidado de Ginny — el Dr. Pier se giró para echarle una mirada a  su aun paciente pelirroja  —  cualquier cosa, sabes que puedes ponerte en contacto conmigo para  atenderla, ya sea aquí o en casa.

Harry suspiró,  " en casa". Ginny no iría a casa con él, ella se marcharía al hogar que la vio crecer, en Devon. Su rostro lo marcaba todo, decepción, temor y una gran angustia.

⎯ Ginny sabe cuales son los ejercicios que debe de realizar para fortalecer los músculos de brazos y piernas — reafirmó el Dr. Pier — le he dicho que con tu ayuda podría llevarlos acabo tres veces al día... —  soltó Pier, pero Harry parecía no estar tan atento — ¿Harry? ¿acaso ustedes dos...
⎯ La traeré, la próxima semana para su consulta —  contestó Harry. Pier pudo darse cuenta que las cosas no parecían ser como él creía —

Ginny pareció haber escuchado esto último, porque se acercó a Pier siendo impulsada por la silla de ruedas e interrumpió a los dos hombres:

⎯ No es necesario, Harry, papá puede traerme ¿cierto, papa?
⎯ Harry entiende mejor de estas cosas, Ginny. Seguro él sabe cómo seguir las instrucciones del Dr. Piere — respondió Arthur Weasley bastante relajado —

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