Capitulo 68 "La vida continua"

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Nota: Tal y como se los prometí, aquí estoy en domingo publicando antes de irme de vaga y disfrutar el día con  una personita que amo.

Tranquilos, disfruten de esto, porque acabándose esta historia me tomaré unas largas vacaciones.


Capítulo 68

"La vida continua"

La desesperación se lo estaba carcomiendo. Caminaba de un lado a otro sin saber qué hacer, sin saber que pensar, lo único en que podía pensar era en que la había perdido, ella se había marchado, lo había vuelto a abandonar y esta vez parecía ser definitiva.

Podía sentir el arrepentimiento correr por sus venas, podía sentir la presión en su cabeza que lo estaba dejando sordo, ciego y observó por los grandes ventanales de su departamento para ver si ella regresaba, si realmente sentía ese amor que ella decía profesarle, ella regresaría, lo escucharía y aceptaría su perdón.

¿Y si acaso no lo hacía? Entonces, ella no volvería.

Estuvo marcándole a Dennis Creevey desde una hora atrás, sin embargo, sus súplicas por responder el teléfono no fueron escuchadas  después  de torturarlo hasta las 4:30 de la mañana que el chico se dignó a responderle.

— Dennis, ¿A dónde la llevaste? ¿Dónde se encuentran? — preguntó desesperado Harry del otro lado del teléfono —
No tiene por qué preocuparse. Me pidió que la acompañara a Notting Hill. Estoy justo afuera del departamento de  los Granger- Weasley ...

Harry tuvo que sujetarse sobre sus rodillas para tomar grandes bocanadas de aire. Ella estaba bien, estaba sana.

— No te despegues de ahí. No hasta que vaya hacia allá.
— No venga — le respondió el joven — ella necesita tiempo

Un silensio invadió la línea telefónica. Harry no parecía entender lo que el joven auror le decía.

— Ella necesita descansar y usted también. Estoy seguro que podrán arreglar sus cosas si dejan que el enojo salga. A mí y a mi mujer nos ayuda para hablar de manera civilizada.

El silencio de nuevo invadió. Harry quería ir tras de ella, quería explicarle tantas cosas, que no sabía por dónde empezar, que  tal vez lo que Dennis Creeevey decía, tenía mucha verdad de ser.

— Yo me quedaré aquí, no se preocupe. Esperaré a que Thomson llegue y me cubra. Tal vez es hora de descanse para que pueda ver mejor las cosas.

Se quedó en la sala, sentado en uno de los sillones. Parecía estar analizando cada instante, cada momento de lo que había pasado. No dejaba de repetirse una y otra vez, que si tal vez, el hubiese hablando antes con ella, ellos  jamás se hubiesen enfrentado como ahora. Lo peor, era que por un estúpido instinto por quitarle su varita, la había lastimado. Ahora no podía vivir con eso.

Sin embargo, ella estaba bien, ya que en caso contrario, ella no hubiese ido a casa de Ron y Hermione a refugiarse, estaría en San Mungo, esperando por ser atendida. Esos pensamientos no le ayudaban mucho y cuando menos pensó, el cielo empezó a tornarse de otros colores, Harry podía verlo a través de los grandes ventanales de su departamento. Pudo ver su viejo reloj que eran las 7 de la mañana y aun traía los nudillos golpeados y la sangre de Draco Malfoy sobre su camisa blanca. Había sido incapaz de pensar en cambiarse de ropa.

Justo media hora después Teddy y Gastón salieron de la habitación ¿Qué le diría Harry para justificar la ausencia de Ginny?

⎯ Se quedó con Ron y Hermione — soltó Harry  mientras le servía a Teddy un par de huevos fritos con pan tostado  —
⎯ ¿Por qué no quiso venir contigo? — Teddy  buscó la mirada de Harry encontrándose con la espalda de él —  se han peleado ¿cierto? Escuche un par de gritos en la noche, pero tenía demasiado sueño para levantarme — Teddy alcanzó a ver las manchas de sangre de Harry  salpicadas sobre su camisa, levantó su rostro buscando respuestas en su padrino —
⎯ Comete el desayuno — le respondió Harry — llevaré a Gastón a dar su paseo matinal.
⎯ ¿Por qué tienes las mangas manchadas de sangre? — preguntó Teddy con voz temblorosa — ¿Ginny está bien?

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