Capítulo 90 "La Resolución"

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Capítulo Final
"La resolución"

El elevador parecía estar atascado, iba subiendo demasiado lento cada uno de los pisos.

Sabía que su esposa llegaría al departamento desenvainando la varita dispuesta a todo.

¡Estaba furiosa!

En una mano sostenía su bolso mientras que en la otra, la correa con Gastón, quien acostumbrado al elevador, iba sentado paciente esperando que puertas se abrieran en par en par.

Él llevaba un bebé en brazos de un poco menos de año y medio, en el reflejo del espejo se podía ver lo grande que James se había puesto.

Era un niño de catálogo de tienda de lujo; cuando solía llevarlo en brazos, la gente solía detenerlo para apreciar el parecido que el bebé tenía con él, sobretodo de los ojos "son del mismo tono" no podía sentirse más orgulloso de ese detalle y de ilusionarse de que cuando llegaran los hijos propios, sin duda alguna serían como James. Además que a él, se le daba bastante bien cuidar de aquel niño, del cual se negaba a ser cargado a cualquier otros brazos que no fueran los suyos, a tal grado, de rechazar los propios brazos de su esposa.

La puerta del elevador se abrió de en par en par.

⎯ Por fin — exclamó Hermione siguiendo a Gastón. — ¿crees que estén adentro?
⎯ Es de suponer. Ellos no mencionaron nada de salir a la ciudad — respondió Ron —
Solo iremos por unos tragos, regresaremos a media noche — imitó Hermione bastante molesta — seis de la tarde ¡Seis de la tarde!
⎯ Vamos, apuesto a que ellos necesitaban un día — señaló Ron, habían llegado justo frente a la puerta del departamento de Harry y Ginny — pronto nosotros también lo necesitaremos
⎯ Dilo por ti. James se la ha pasado rechazando mis brazos a cada instante — rezongó Hermione —
⎯ Mamá dice que es por el embarazo. Seguro será una niña porque James no quiere ni acercarse a ti.

Hermione volteó a ver a su esposo y bufó un poco antes de levantar el puño para golpear la puerta.

⎯ ¡espera! — la detuvo Ron — ¿acaso no tienes la llave? Tal vez ellos no estén en casa.
⎯ Cierto.

De su bolso sacó una llave plateada y bastante decidida la ingresó al picaporte girándola y empujando la puerta.

En el piso del vestíbulo había varias cosas tiradas, entre ellas varias prendas tanto de hombre como de mujer y una mancha de un líquido derramado sobre la madera del piso, probablemente un trago derramado por la prisa. Ron y Hermione, seguidos de Gastón y James en brazos levantaron su rostro y bastante impresionados observaron la pared.

Ahí estaba la saeta de fuego, no solo estrellada, sino incrustada en el muro que dividía la sala de estar del vestíbulo. ¿Quién la había hecho volar dentro del departamento?

Unas risitas bastante cantarinas se escuchaban desde esa habitación. Hermione soltó a Gastón quien salió corriendo del lado contrario de la habitación mientras tanto ella con Ron entraban a la sala de estar.

⎯ ¡putamadre! — exclamó Ginny y salió corriendo. Solo pudieron ver una estela de piel y cabello rojo cruzando hasta el otro extremo de la sala para salir a su habitación —
⎯ ¡Ginny Weasley! — gritó con enojo Hermione —

En el sillón, desnudo tapándose únicamente con un cojín estaba Harry, bastante atolondrado. Parecía que le habían dado con un mazo en la cabeza, la impresión de ver a sus amigos junto con su hijo en brazos, lo había congelado.

⎯ Ron, ¡Hermione! — exclamó con sorpresa Harry. Tenía cara de tonto —
Regresamos a media noche — imitó Hermione — solo serán un par de tragos — exclamó Hermione mientras que con su bolso le golpeaba varias ocasiones —
⎯ ¡Ay! ¡ay!
⎯ Creímos que pudieron haber sufrido algún accidente — dijo Ron preocupado mientras bajaba a James de sus brazos. El pequeño ignoró a su padre y caminó hacia el fondo de la sala, donde había varios juguetes suyos en un rincón —
⎯ No respondían a las llamadas ¿Cómo podían saber si era una emergencia? — Hermione dejó de golpear a su amigo y tomó aire —
⎯ Hablamos con Ron — justificó Harry de inmediato — dijimos que llegaríamos un poco tarde.

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