Capitulo 7. "Después del evento"

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Nota: este capítulo es muy, muy pequeñito pero importante para la trama ( más adelante te enterarás el porqué ) quedó así porque estoy editando los capítulos día a día. Así que si tienes alguna duda, déjala por aquí, seguro te responderé. Gracias por leerme.

Si tienes alguna teoría de esta historia, suéltala

Capítulo 7
"Después del evento"

Despertó súbitamente aquella mañana, tenía las palpitaciones tan intensas que creía que moriría de un paro cardiaco. Harry conocía muy bien ese síntoma, era la ¡Cruda Moral!, el remordimiento por haber hecho cosas que sabía que estaban mal.

Había estado evitando pensar en Ginny las próximas horas, concentrarse en realizar sus labores al estilo muggle era lo más sano, necesitaban mayor atención y menos que pensar, aquellos sentimientos hacia la menor de los Weasley lo estaban torturando.

Duró varios días con aquel desasosiego, hasta que una tarde después de llegar del Ministerio y beber un par de cervezas, se había valentonado para sacar el pensadoero de nuevo y hurgar en su mente, para así rescatar los mejores recuerdos que había tenido con ella.

No fue sorpresa que terminara agotado, se había estado masturbando con el último recuerdo en particular, con tanta obsesión, que había terminado  adolorido por el impulso y la fricción de sus manos, que la piel le recriminaría al día siguiente por el poco tacto que él habita tenido consigo mismo.

Buscaba señales, algún indicio de parte de ella, que hubiese rastros de saber que sentía por él, un pestañeo, una palabra, leerle los labios, confirmar si se le escapaba su nombre, pero siempre se topaba con lo mismo, aquella mirada intensa, llena de confianza que lo intimidaba.

Un par de días después, una nevisca había sorprendido a Londres por la noche, al día siguiente la ciudad completa se había paralizado, dejando pocas líneas del metro y miles de muggles varados en sus casas sin poder llegar a sus empleos. Desde los grandes ventanales del departamento de Harry, se podía apreciar lo blanco de la ciudad, mientras que en el cielo, se aferraba en tonos grisáceos.

Miró su reloj, estaba evitando salir de su departamento. El frio no tenía nada que ver, sino que en menos de 20 minutos Teddy lo estaría esperando en la entrada del parque de la Reyna Victoria, para irse a pasar un momento con él antes de volver a Hogwarts. Ginny se encontraba con él.

Todavía con el corazón palpitando con una gran fuerza, parecía resistirse a no marcharse, pero cuando el reloj marco las diez de la mañana, desapareció desde el callejón aledaño a su edificio y apareció en la entrada del majestuoso parque. Todo estaba cubierto por una capa blanca de nieve con cientos de pequeñas huellas de familias que habían decidido llevar sus trineos para aprovechar la nevisca que había caído; los gritos de júbilo podían escucharse por todas partes.

No fue difícil dar con ellos, la referencia había sido "la primera fuente de la entrada", y entonces se topó al fondo con una Ginny de espaldas en un abrigo negro. Traía el pelo suelto, sus manos en los bolsillos, protegiéndose del frío. Estaba serena observando a lo lejos a Teddy revolcándose en la nieve con un perro de raza pastor alemán.

Caminó inseguro y muy nervioso hasta donde ella se encontraba. Probablemente la Ginny de semanas atrás se hubiese involucrado más con los juegos de Teddy, pero ella parecía estar siendo vencida por el frio. Harry evitó verla, simplemente se paró a su costado y la acompañó a observar a Teddy levantarse y aventar una pelota para que el perro fuera por ella. El pequeño mago se miraba tan feliz y colorado, como todas las veces que Harry lo había visto en presencia de Ginny.

⎯ ¿Acaso tu y yo cogimos? —preguntó Ginny. Harry sintió como si el piso se le moviera. La taquicardia volvió y sintió un fuerte ardor en todo el rostro — te pregunto porque llevas dos minutos parado a mi costado y no te has dignado a saludarme.
⎯ Lo siento. Te vi tan enajenada viendo a Teddy, que no quise interrumpirte— Ginny le sonrió. Harry pudo darse cuenta que ella no solo llevaba el pelo perfectamente bien peinado, sino que iba maquillada y con los labios pintados de un color rojo que le recordaban sus besos. Se sintió tan abrumado que cortó contacto visual con ella.
⎯ Estaba disfrutando de la mañana — repuso Ginny mientras volvía a ver a su ahijado— solo pienso en cuanto lo voy a extrañar cuando regrese a Hogwarts.
⎯ ¿Cuánto tiempo te ha dejado tenerlo en tu casa Andrómeda?
⎯ Solo tres días.
⎯ Tienes suerte — Harry miró a Teddy. Este levantó la barbilla en plan de saludo cuando miro a Harry —antes quería pasar más tiempo conmigo, hoy si acaso querrá pasar la tarde.
⎯ Es la adolescencia, ya pasará.  Cuando tenga 15 y quiera que lo lleves a pasar el verano a Barcelona, estará contando los días para estar contigo.

Harry lo observó, Teddy estaba tan grande que sentía que el tiempo había sido demasiado cruel acelerando su crecimiento. ¿En qué momento había dejado de ser ídolo para su ahijado? El perro que acompañaba a Teddy, observó a lo lejos a Harry parando las orejas con atención, aun con el hocico lleno de nieve se acercó decidido hacia donde estaba Ginny y él, justo antes de que llegara hacia donde estaban ellos, bajó el trote y rodeó a Harry con una mirada amenazante.

⎯ ¿es tuyo? — Harry apuntó a perro alertado. Si se acercaba más, no le importaría sacar la varita y defenderse ante la presencia de 20 muggles—
⎯ Es Gastón —respondió Ginny despreocupada viendo como Teddy también se acercaba —.
⎯ Creí que tenías un cachorro, algo así como un chihuahua — Gastón, un pastor alemán bastante grande de color negro con canela, olfateaba peligrosamente a Harry —
⎯ No adoptaría a esas pequeñas cosas escandalosas, parecen ratas gigantes — Ginny dirigió su vista hacia Gastón con mucho amor. Acarició su cabeza y el can se olvidó de Harry para menear su cola y emocionarse por los cariños de su dueña. Teddy llegaba nada emocionado —.
⎯ ¡Hey! — saludó a secas el puberto —
⎯ ¿Estás listo? —Teddy simplemente se limitó a acertar con su cabeza — Entonces creo que es momento de irnos.

Ginny giró hacia donde estaba Teddy, le dio un fuerte abrazo y besó su cabeza. Harry apreció como los dos se deshicieron de amor.

⎯ Estaré en Kings Cross el día de tu partida. No te olvides de portarte bien.
⎯ Está bien
— No solo "está bien", prométemelo
⎯ Te lo prometo, Ginny. — lo dijo torciendo los ojos—
⎯ Pórtate bien con Harry, se ama..
⎯ ...amable con él ...— concluyó el ahora pelirrojo —
⎯ ¡Te amo!
⎯ Y yo a ti, Ginny —Y Teddy la volvió a abrazar.

Harry observó todo desde a poca distancia, sintió un torzón de celos en su estómago del cual no pudo descifrar porque Gastón lo miraba amenazante con tirar una gran mordida y Harry siquiera se animaba a respirar.

⎯ ¡Vamos! — invitó Harry a Teddy a seguirlo. Lo tomó del brazo procurando cuidar su retaguardia de Gastón —
⎯ No hace nada— Teddy soltó una risita de burla. Agitaba su mano hacia Ginny, despidiéndose — Gastón es demasiado juguetón.
⎯ No entiendo cómo es que Ginny pudo haberse hecho de esa bestia.

Harry salió del parque junto con Teddy, el adolescente se giró para verlo.

⎯ Se lo ha robado
⎯ ¿Quién?
⎯ Ginny, se robó a Gastón
— ¿Por qué se lo robaría Ginny? Ella dijo que lo rescató de un muggle que lo golpeaba.
⎯ Gastón estaba junto con un policía muggle en servicio, estaba siendo maltratado y Ginny le tiró maleficios al muggle y liberó a Gastón. El la siguió por varias cuadras y Ginny lo adoptó.
⎯ ¡Así que fue ella! — recordó Harry el caso de una des-memorización a un policía muggle — no me sorprende que lo haya defendido.

Harry se perdió en el mundo de su imaginación. Una Ginny temeraria enfrentando al policía muggle y liberando al can, eso era digno de un Weasley. Miró del lado contrario, la imagen de Ginny de espaldas llevando a Gastón con una correa, no pudo evitar suspirar con fuerza, con una nostalgia notoria y Teddy, lo había descubierto y al parecer no le había agradado para nada la forma en que él miraba a su madrina.

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