Capítulo 13.- "La decisión de Ginny"

540 31 4
                                    

Capítulo 13
"La decisión de Ginny"

Después de pasar toda una noche con un fuerte catarro y metido en su cama, se despertó el domingo un poco más aliviado pero con la idea de investigar sobre la ley de Marshall y de cómo se podía evitar. Buscaría la manera de preguntarle a Hermione, evitando contar grandes detalles del porqué preguntaba por ese tema.

Apareció sobre un callejón oculto de Notting Hill.  Se metió sobre su calle principal entre los mercadillos y muggles lo visitaban para comprar su despensa.

Cuando recién se habían mudado los Granger-Weasley, en particular Ron, había adquirido un amor-odio a todos aquellos puestos callejeros que irrumpían alrededor de su hogar, pero que al final, el pelirrojo no podía evitar visitar, con mucho más frecuencia aquellos que vendían comida poco convencional.

El departamento de la pareja, estaba arriba de un pintoresco edificio blanco, justo en el ático. Se tenían que subir unas empinadas escaleras oscuras hasta la entrada principal. Una puerta roja le daba la bienvenida.

— ¡Harry Potter! Que honor es verte en domingo y ... — Hermione miró su reloj de pulsera— a las nueve de la mañana — exclamó con alegría fingida —
— Quería desayunar con ustedes — justificó Harry — ¿ me dejarás pasar?

Hermione quien aún traía su bata aferrada a ella y una taza de café humeante, se hacía a un lado para dejarlo pasar.

— No esperes desayuno — le respondió Hermione — es cierto que aquí vive un Weasley pero hoy le tocaba al señor de la casa cocinar.  Sin embargo, se ha  puesto en huelga.
— No me he puesto en huelga — Ron  iba bajando de las escaleras que llevaban a la habitación principal – es solo que he olvidado que me toca estar en la tienda
—Justo hoy en domingo —  sonrió Hermione—  ¿crees que te la creo?
— Debes dé — le dijo Ron dándole un pequeño beso en la mejilla—  volveré para las dos y te traeré algo de El Caldero Chorreante. Tu dime ¿Qué quieres comer?
— Quiero comer a mi esposo — le sonrió Hermione olvidando que Harry estaba presente. Pero de inmediato enrojeció al percatarse la dura mirada del pelinegro —
— No escuché nada — Harry giró su cabeza para otro lado —
— Es una pena que no pueda quedarme, pero debo de llevar todo aquello a la tienda— Ron apuntó al piso, Harry pudo ver una gran pila de cajas con el diseño de Sortilegios Weasley — trataré de estar aquí lo más temprano que pueda.
— No te preocupes, he venido por una consulta legal — soltó Harry. Hermione agudizó el oído. Harry sabía que no había nada que se le pudiera escapar a su amiga.

Tras  decir esas palabras, Ron besó a Hermione de una manera bastante obscena y  desapareció  con el montón de cajas dejando a una Hermione bastante atarantada.

— ¿Qué ves? —  cuestiono Hermione,  Harry simplemente alzó los hombros — ven, te daré de desayuno. No me pidas gran cosa, solo tengo té y biscochos.
-—Con esto  me conformo.

No era raro ver a una Hermione con menos paciencia y más directa que  como nunca antes la había conocido. Tal vez, desde que se había casado con Ron, ellos llevaban una relación bastante franca y aunque antes a Hermione le dolía la francesa de  Ron, ahora era parte de ella. Era Harry a quien le costaba trabajo a veces, tolerar el comportamiento demasiado directo de Hermione.

— ¿Me dirás que te ha traído aquí? — le preguntó Hermione después de haberse comido al menos tres biscochos y dos tazas  de té —
— El otro día estaba leyendo un caso y hablaba sobre una ley que desconocía y me preguntaba si tú me puedes contar sobre ella...
— ¿Qué tipo de caso era?
— De dos magos, una pareja que se separaron antes de tener al bebe.
— No he sabido de casos como esos. ¿sabes sobre qué ley hablaba?
— Creo que se llamaba la Ley del Marshall algo así.

Nueva OportunidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora