Nueva Oportunidad

Capitulo 54 "Costal de huesos"

Este capítulo está dedicado a la lectora

GiulianaContesso quien necesitaba saber que sucedería con Harry. Así que por eso, estamos aquí en dor-mingo.

Nota: es un capítulo pequeñito, pero está bien para cerrar esta semana.

Capitulo  54
"Saco de Huesos"

El cielo estaba demasiado claro, el sol estaba al tope para ser las 7 de la mañana;  se avecinaba un día de demasiado calor. Ginny se había puesto un vestido floreado que su madre le había hecho exclusivamente a ella para poder estar fresca aquel verano, ya que no contaba con suficientes prendas desde los hechos de la estación de San Pancras.

Su vientre estaba bastante grande a tal grado que a Ginny ya le costaba trabajo poder recoger algún objeto del suelo. Su cabello había crecido más y tenía el rostro más redondo de lo normal. Dean Thomas le había dicho que al menos había engordado 3 libras de su última visita.

Gastón le miró con la lengua de fuera, en los últimos días el perro no se había separado de ella ningún minuto, como si supiera que ella necesitaba estar todo el día protegida.

Bajó las escaleras junto con el pastor alemán, desde arriba podían escuchar que su padre discutía con alguien que no era su madre.

Bastó pocos segundos para darse cuenta que por la red flu, Arthur Weasley estaba teniendo una acalorada discusión.

⎯ ¡he dicho que no! — exclamó Arthur Weasley rabiando —  No pueden aun declararlo muerto. ¿Qué clase de aurores son? Unos inútiles por supuesto
⎯ Nos han dicho que quedó enterrado entre la nieve. Hemos estado los últimos cuatro días escarbando hasta con ayuda de muggles y no hemos encontrado nada. Los muggles creen que la avalancha se debió de haberse llevado el cuerpo y que lo arrastró junto con todos los demás objetos que encontró en el camino. Ellos dicen que nadie sobrevive a eso.
⎯ No han pasado los suficientes días...
⎯ Pero necesitamos presentar el reporte.  Debemos de ser francos, Arthur, no esperamos encontrarlo con vida, estamos buscando un cuerpo, o tal vez parte de él...

Arthur Weasley se talló los ojos. Parecía estar evitando llorar de la frustración.

⎯ No quiero que vengan a mi casa a dar aviso...
⎯ Debemos de notificarle a su esposa —  le dijo el mago detrás del fuego —  debemos decirle que  ha cambiado el tipo de rescate que...
⎯ ¡No! Si alguno de ustedes llega a pisar mi terreno, apuntaré a matar, ¿escuchaste? Mi hija está embarazada y no permitiré que algún idiota del Ministerio se presente a dar una noticia falsa, donde no hay un cuerpo que confirme su muerte.
⎯ ¿ y que le digo a Burlington?
⎯ Lo que quieras, no me importa ir a Azkaban por atacar a uno de sus estúpidos aurores.
⎯ Arthur, yo en verdad siento la pérdida de Ha...
⎯ ¡No lo digas! Nadie de mi familia ha fallecido para que me des las condolencias.
⎯ ¿Papá? — Ginny interrumpió la charla. Preocupado el patriarca se giró para verla —
⎯ Ve a la cocina, Pecas, en un minuto te alcanzo.

Ginny giró para ver su argolla de matrimonio, la escritura seguía teniendo el rojo escarlata tal cual si hubiese absorbido la gema Esmeralda Escarlata del brazalete. Sintió como su corazón latía con doble ritmo, por lo que el escuchar aquella noticia, la única preocupación que le generaba era el que Harry estuviese atrapado en algún sitio y no pudiese salir de ahí.

⎯ Harry esta con vida — le dijo en cuanto vio a su padre — no importa lo que diga el Ministerio, puedo sentirlo —  Ginny se lo dijo tan rápido que apenas su padre pudo entenderlo.
⎯ Lo sé — le expresó Arthur Weasley generando sorpresa en Ginny —  Harry debe de estar perdido, en alguna parte de los alrededores del bosque de Valok, tal vez no tenga su varita. Tendré que hablar con Kingsley para mandar un escuadrón.