Capítulo 60 "Draganov"

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Capítulo 60
"Draganov"


Para sorpresa de Harry, Ginny se percató del cambio de puerta  de su departamento.

— ¿Qué le ha sucedido a la puerta? — lo cuestionó  al a mañana siguiente —

Harry fingió que la prioridad en ese momento, era servir su café y preparárselo. Ella estaba frente a él, con aquella mirada fija.

— ¿Qué quieres decir? —   Harry mantenía el aire dentro de sus pulmones. No quería ser descubierto —
— No es del mismo tono de blanco, ni tiene la misma  forma que antes —   ella le buscó la mirada a Harry, sin embargo él la esquivó  — ¿todo esto tiene que ver con lo de ayer?

Harry negó con la cabeza  y buscó el azúcar para endulzar un poco el café.

— recibieron mantenimiento hace un par de días ¿acaso no lo notaste?
— ¿Todo el pasillo? — cuestionó Ginny — la puerta de la señora quejumbrosa está limpia, en lo que llevo viviendo en este edificio jamás había salido siquiera a pasarle un trapo.

Harry se acercó a ella y le besó la frente.

—  Por eso mismo dan mantenimiento al edificio, Ginny. Esto ocurre en la mayoría de los departamentos muggles. Es un reglamento muggle.

Ginny le miró bastante incrédula.

— volveré más tarde. ¿saldrás el día de hoy?
— Tengo que salir — le soltó Ginny, aun parecía  molesta por no haber tenido respuesta de su esposo  — tengo que hacer varias cosas en la calle.
— Prométeme que me llamarás en cualquier momento, que responderás el teléfono ¿a que hora regresarás?

Ella le sonrió. Cruzó los brazos con la mirada desafiante a Harry.

— ¿Por qué estás tan interesado ahora?

Harry trató de sonar casual.

— Estas embarazada, si algo te llegar a suceder en la calle yo...

Ginny se soltó y se colgó del cuello de él. Harry no pudo evitar sentirse agradecido por ello.

—¿Por qué eres demasiado protector conmigo? ¿sabes que eso te vuelve un poquito idiota? — ella  le miraba deshaciéndose de amor por él —
— Así me tienes —  Harry suspiró.  Había estado tan preocupado, que si acaso había dormido una hora  la noche anterior —  no quiero que te pase nada, Ginny. Moriría si los pierdo a ustedes.

Gastón ladró. Harry le tiró una mirada al can.

— Tu también estás incluido, Gastón —  le soltó. Y de manera sorpresiva, Ginny lo besó con una intensidad, que era muy temprano para recibir esa clase de afecto  —
— Haces que me vuelva loca de amor  por ti, Potter — le confesó ella aun sostenida de su cuello. Harry bajó sus manos  hasta posarlas sobre el vientre de Ginny — debería de estar ofendida por quererme cuestionar sobre mi tiempo, pero te entiendo perfectamente el que estés preocupado por nosotros, que tengo que confesar que yo me pongo a veces bastante intensa por no saber si  te encuentras bien, o si la estás pasando mal.

Harry le acarició el rostro para después, volverla a besar.

— Te prometo que haré todo lo posible por protegerlos, a cada uno de ustedes.  No dejaré que nada ni nadie les haga daño.

Ginny le miró con los ojos cargados de lágrimas.  Ella parecía tan conmovida por las palabras de él, que   le costó dejarlo ir aquella mañana. Tal vez, la profesión que Harry tenía, la cual no era fácil de sobrellevar para ninguna esposa y las hormonas del embarazo, la dejaban a ella tan sensible o tal vez, ella presentía que las cosas a partir del día anterior, iban a traer nuevos cambios que se aferró a él como nunca antes lo había hecho.

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