Disasterology 윤국 YoonKook •

45.

Tal vez habría sido peligroso usar su moto para viajar luego de la cantidad de días que había pasado sin alimentarse bien, sin dormir, y algo enfermo, también. Pero, sinceramente, no le había tomado demasiada importancia; creyó que, si moría en el camino, no habría problema, tampoco.

Retiró su casco cuando estuvo ahí, dejándolo en su moto, antes de avanzar.

Esa casa seguía luciendo como siempre, tal vez solo un poco más desgastada que la última vez que la vio, cuando llevó a Jungkook para conocer a sus padres.

Tan solo se acercó, arrancó las cintas amarillas que estaban cubriendo la puerta y luego la empujó. Ni siquiera cerraba bien desde que tenía memoria, así que, aunque sus acciones eran algo invasivas, realmente estaba tranquilo mientras lo hacía.

Se adentró en la casa, viendo los muebles cubiertos por plástico, que captaron su atención por algunos segundos. Se encaminó hacia su habitación cuando pudo recacionar. Tan solo estuvo dando vueltas por la casa, incluso había podido entrar a la habitación de sus padres, había podido verla. No recordaba haber entrado ahí alguna vez en su vida.

Un par de toques en la puerta de la entrada le desconcertaron, pero no se detuvo demasiado a pensar, tan solo se dirigió ahí, la expresión neutra en su rostro no se había alterado ni un poco.

— ¿Yoongi? —preguntó aquella mujer, sonriendo suavemente cuando terminó de reconocerlo—. E-escuché una moto. Pensé que sería mi hijo, pero eras tú, así que... vine a verte —susurró, Yoongi trató de sonreírle, a pesar de que aquello lucía más como una mueca.

Recordaba a esa señora, era una vecina que había perdido a su hijo, posiblemente a manos de las drogas también, y desde que Yoongi era niño, aquella mujer seguía diciendo que su hijo llegaría algún día. Yoongi recordaba aquello, así que intentaba ser amable con ella.

Había tantas historias de ese tipo en aquellas casas, en las que rodeaban la suya.

— Oh, perdón por confundirla.

— No, no te disculpes —le sonrió, acercándose un poco, posando su mano en el hombro de Yoongi.

Hacía tanto tiempo que no veía a esa mujer, era una anciana ahora, se movía tan lento y a Yoongi le causaba cierta nostalgia; habían pasado tantos años.

— ¿Supiste lo que pasó? —preguntó ella, señalando con su mirada al interior de la casa. Yoongi negó con la cabeza—. Fue hace un tiempo, no sé si ya pasó el año.
Ellos pelearon. Sabes que siempre peleaban, pero esta vez... supongo ambos eran demasiado débiles para resistir los ataques del otro. Se atacaban con objetos, se escuchaban vidrios rotos, fue eso lo que alertó a los vecinos —contó, Yoongi solo le miraba, manteniéndose impertubable—. Él la mató primero, pero los golpes que ella había dado ya habían sido suficientes, así que él murió poco después —la mujer negó con su cabeza, bajando su mirada—. Los vecinos llegamos demasiado tarde. La ambulancia y la policía vinieron, pero no había nada qué hacer. Nosotros les dijimos que tenían un hijo, pero no encontraron una forma de contactarte, así que... no sé dónde estén los cuerpos. Ni siquiera sé qué se hace en estos casos, es decir, lo legal —comentó, algo apenada por ello—. Pero supongo puedes ir con la policía a preguntar.

— Uh, no hace falta —susurró—. Ya se fueron, creo que no hace falta ir a buscarlos —sonrió otra vez—. En realidad, no venía a verlos, solo quería pasar a casa por un tiempo. Pero gracias —finalizó, tomando la mano de la mujer para alejarla de su hombro de forma sutil. Ella solo sonrió, asintiendo, antes de comenzar a alejarse, sin nada más qué decir. Lucía algo perdida, así había sido ella desde siempre.

Yoongi volvió a entrecerrar la puerta después, adentrándose hasta su habitación, dejándose caer sobre el colchón que se supone era su cama. Había algo de polvo en el plástico que lo cubría, pero incluso así, era más limpio que el colchón en sí.

Solo suspiró, sonriendo un poco luego.

— Así que finalmente murieron —susurró para sí mismo, recordando lo mucho que había deseado que aquello pasara cuando era pequeño, lo mucho que quería porder sentirse libre de ellos.

Pero es que ni siquiera su muerte podía borrar lo que le hicieron. Incluso parecía sentirse más impotente ahora. Porque, ahora sí, definitivamente, nunca habían sentido el más minimo cariño por él y no había posibilidad de que lo hicieran en un futuro. No podía dejar de pensar en eso.

Así que tan solo se quedó ahí, sentado, llorando. El nudo en su estómago no le dejaba en paz hace tanto tiempo, desde que se había alejado de Jungkook no había el más mínimo bienestar en su ser, todo se sentía tan desolador.

Ni siquiera sabía qué se supone que esperaba hacer en esa casa, tan solo sintió que debía ir antes de terminar con todo, necesitaba cerrar ciertas partes de su vida.

[ × ]

Tal vez fueron solo un par de días los que estuvo ahí, en su cama, solo llorando por lo que sea que fuera lo que estaba sintiendo. No lo entendía del todo, tan solo había sentido que necesitaba llorar y lo estaba haciendo.

Se levantó para ir a la cocina. No había nada de comer, sabía que la policía debía haber limpiado un poco, pero conocía los lugares donde sus padres escondían parte del dinero que usaban para drogas; había tomado un poco para comer cuando era niño, y claro que tuvo que soportar el castigo por ello después, pero sí, sabía dónde lo guardaban.

Tomó un poco y ni siquiera se preocupó en volverlo a esconder, nadie iba a ir a buscarlo. Salió de la casa y subió a su moto para ir a buscar con qué alimentarse.
Compró algo para llevar en el primer establecimiento que encontró y aprovechó para ir a volver a llenar de gasolina su moto; iba a necesitarla. Aún había varios lugares que quería visitar, pero lo primero era ir a la casa de su infancia.

Cada paso en esa casa le traía un recuerdo diferente. Algunos no podía descifrarlos, eran solo escenas complicadas de entender; otros tantos le hacían volverse a acostar a llorar por un rato. Ni siquiera él sabía cómo es que había podido vivir tantos años con aquel dolor acumulándose en su pecho.

No sabía cómo afrontar la cantidad de recuerdos, toda su vida había estado intentando huir de ellos, pero no podía hacerlo por siempre, ¿cierto? Necesitaba encontrar algo de paz consigo mismo, con su interior.

Estuvo algunas semanas en esa casa, no supo cuántas. Tan solo comía cuando lo creía necesario y pasaba días completos pensando, retrocediendo, analizando lo que su vida fue.

Estaba pensando en que, tal vez, si no fuera por Hobi, nunca hubiera salido de esa casa.

Amaba a sus padres, a pesar de todo, Yoongi siempre había sido un buen hijo. Y, parte de eso, era cuidar de ellos cuando estaban drogados, Yoongi se encargaba de cuidar que no se lastimen, cuidar que no cometieran una locura, que no pelearan. Así le tocara recibir algunos golpes entre ello, Yoongi evitó que sus padres tuvieran algún accidente de gravedad.

Estaba seguro de que fue un buen hijo, hizo todo lo que pudo por sus padres, así que no tenía la culpa, ¿cierto? No tenía la culpa de que ellos hayan terminado matándose durante el tiempo en que él no estuvo en casa, ni en esa ciudad. Estaba bastante lejos, nadie estuvo ahí para detenerles.

Su mente parecía comprender que no era su culpa, él lo sabía, pero, ¿cómo detener la sensación?¿Cómo eliminar el pensamiento tan intrusivo que le decía que pudo haber hecho algo?

Las primeras semanas fueron un martirio, no soportaba la culpa quemando su ser, pero el sentimiento disminuyó poco a poco. Un tiempo más tarde, parecía haberlo superado, al menos un poco. Tan solo tuvo que desahogarse por un tiempo para poder ver la parte buena, al menos ellos ya no estaban, ya no había de qué preocuparse, simplemente no tendría que verlos, no tuvo que despedirse.

Quiso enfocarse en que tal vez no era tan malo lo que les había pasado. Algún día tenía que pasar, de todas formas.

Era inevitable.

[ × ]

Nota: Bueno, esta parte es de cuando Yoongi recién había dejado el departamento que compartía con Jungkook, hace algunos meses. Ahí es a donde fue primero cuando decidió irse.

Perdón por tardar tanto en actualizar. :(