16.

613 62 10
                                    

— ¿Yoongi?

— ¿Hmm? —respondió poco después.

Había despertado en plena madrugada, con su novio aferrado a su cintura, frotándose contra su trasero —aún con la pijama— y respirando tan fuerte en su cuello.

No sabía cómo reaccionar, ni siquiera notó cuándo había llegado.

— ¿Ya-ya le encontraste trabajo a tu amigo? —Trató de ignorar lo que sentía debajo de las cobijas, el cuerpo tan caliente de su novio contra el suyo.

— Creo que sí. Hace falta que confirmen —sus manos sujetaban la cintura del menor y se movía con insistencia—. Bebé, estoy muy cansado y... y tengo-tengo ganas. No podía dormir —susurró en su oído, esperando respuesta. Al menos no le había alejado y eso era suficiente para querer continuar.

— Tengo sueño, Yoongi —susurró también. No quería ceder tan fácilmente, pero es que no habían tenido nada hace meses y en serio lo necesitaba.

— Será rápido, ¿sí? Lo necesito, te necesito, pequeño —deslizó una de sus manos un poco, sintiendo el miembro del menor en su mano, ligeramente erecto, y apretándolo suavemente. Jungkook gimió, cubriendo su boca enseguida ante el temor de que su madre lo escuchara—. ¿También lo quieres?

— Calla de una vez y sigue —finalizó, rendido. El otro obedeció.

Hizo a Jungkook girar para que quedase boca arriba y se subió sobre él, bajando el pans de su pijama y su bóxer un poco, lo suficiente para liberar su miembro y masturbarse frente al rostro del menor, tan ansioso.

Yoongi estaba sonrojado, estaba realmente caliente desde que llegó a la casa y había estado soportando su deseo por masturbarse; creía que sería irrespetuoso hacerlo al lado del menor sin que este fuese conciente de ello y no quería ir al baño, pues le gustaba sentir a su novio tan cerca de él, era aquello lo que le hacía calentarse así, fantasear con el chico a su lado.

Por eso optó por despertarle y esperar a que le permitiera tener más contacto, pues si Jungkook hubiese querido separarle, lo hubiera aceptado sin más. No quería obligarle, suficiente tenía ya con sentir que le tenía miedo, le dolía tanto pensar en lo mucho que debió haberle lastimado cuando los seguidores dejaron de crecer y el dinero comenzaba a faltarle, cuando recurrió a tomarle a la fuerza para seguir grabando, queriendo volver a atraer más suscriptores, dejando de lado el verdadero objetivo de aquello: el placer de ambos.

Estaba tan arrepentido y quería remediarlo, no volvería a cometer los mismos errores.

Los ojitos del más pequeño miraban fijamente su pene y, aunque al principio pareció algo desconcertado, sus manos sujetando los muslos de Yoongi y esa preciosa acción de haberse lamido los labios, le indicaron que podía proseguir.

Se acercó un poco más y sujetó su miembro para guiarlo a la boca del menor, sonriendo cuando este separó sus labios un poco y levantó su vista por un segundo, haciendo contacto visual con él antes de comenzar. Jungkook sacó su lengua cuando lo tuvo a poca distancia, lamiendo con algo de duda el glande del mayor y comenzando a tomar confianza con el pasar del tiempo. Lo quería; aún había cierto temor, pero es que estaba adormecido y ni siquiera se detuvo a pensar en aquello que le aterraba, se dejó guiar por el deseo que tenía acumulado hacia él.

Lamió con tanta dedicación, esperando a que los nervios se calmasen para poder llevar sus labios a él, chupando lentamente y dejando que los sonidos de su boca llenasen la habitación.

Yoongi mantenía sus ojos cerrados y mordía sus labios, guardando todo sonido y sintiendo su rostro arder, el ambiente entre ellos estaba tan caliente, las ansias de meses se descargaban aquel día.

Jungkook volvió a levantar su vista, abriendo más su boca y sintió esa parte de Yoongi ser deslizada por él más adentro, tanto como pudo, sacándolo luego para mirar con total atención el precioso rostro del chico, tan sonrojado también y con su cabello desordenado. ¿Cómo es que lucía tan sexy si hace poco dormía como un angel?

El menor aprovechó ese pequeño instante para tomar aire, pues sabía lo que vendría; su novio acarició suavemente su mejilla, sonriéndole en grande antes de volver a introducir su miembro, sujetando luego su cabeza con ambas manos para poder embestir su boca, con tanta suavidad pero ansioso a la vez, pues a pesar de hacerlo lento, no sé detenía, seguía metiéndolo una y otra vez. Estaba tan excitado.

— A-al baño, Yoon —sujetó el cuerpo del mayor para detenerlo y poder hablar, levantándose ambos enseguida.

Se apuraron en ir hasta el baño y Jungkook cerró la puerta, comenzando a desvestirse y viendo al otro hacer lo mismo. No podían terminar en su cama, cualquier mínima evidencia de aquello sería demasiado riesgo.

— Aquí, bebé —se colocó en cuclillas, recargado en la pared y palmeando suavemente sus piernas.

Jungkook se acercó enseguida, saltando un poco cuando el mayor sujetó su miembro y comenzó a masturbarle, tan lentamente que le parecía una tortura. La otra mano del mayor acariciaba su cintura, sintiendo los lindos músculos de su espalda baja y deslizándose luego hacia su trasero, para acariciarle también mientras Jungkook no podía hacer más que cerrar sus ojos y jadear, sintiendo las vibraciones recorrer y relajar su cuerpo.

— Kookie —susurró, tomando una de las manos del chico para guiarla por el poco  espacio entre sus estómagos. Le hizo rodear ambos miembros con ella y luego comenzó a moverla suavemente de arriba a abajo, con la atenta mirada de ambos en esa zona—. Así, sigue —indicó, soltándole luego.

Jungkook obedeció, siguiendo con aquel delicioso vaivén y sintiendo cómo el mayor apretaba su trasero con una mano, llevando la que anteriormente le había estado tocando hacia su entrada. Le acarició suavemente y aprovechó el líquido preseminal  que tenía en sus dedos para lo que iba a hacer.

Introdujo uno de ellos en el menor, tan lentamente, haciéndolo caer rendido en su hombro, tan superado por todo. Los dientes del chico se aferraron al hombro de su novio, mientras su única mano libre se abrazaba de su cuello.

— ¿Te gusta, Jungkookie? —preguntó, viendo al menor asentir.

Esperó un poco antes de introducir otro dedo, buscando el punto dulce del chico, mientras este seguía masturbándolos a ambos y dejando salir sonidos tan débiles que, sin embargo, podía escuchar gracias a que los hacía tan cerca de su oído.

— Te prometo... —comenzó, deteniéndose por un segundo a disfrutar de los adorables movimientos de las caderas del chico sobre sus dedos, buscando más—. Te prometo que no volveré a lastimarte —sonrió.

Ni siquiera podía saber si Jungkook recordaría eso luego, pues tenía tanto sueño que ni siquiera sabía si aquello era real, si estaba escuchando bien, si era solo un sueño o realmente estaba tan cerca de su novio como hacía tiempo no lo había estado; cerca tanto física como emocionalmente.

¿Por qué se sentía tan cálida su presencia?¿Cómo había desaparecido el temor tan repentinamente?

— Te creo —sonrió también.










[ × ]

Disasterology 윤국 YoonKook • Donde viven las historias. Descúbrelo ahora