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— Puedo ayudarte si lo necesitas, estaré viniendo a verte, sé más de esto que tú, supongo. Es lo que estoy estudiando.

— Sí, gracias, otra vez. Por hablar con tu padre y por la ayuda, en serio, Jeongyeonie. No sé qué más hubiera podido hacer.

— Está bien. Somos amigos, ¿no? Solo... esfuérzate. Si papá no ve que estés siendo demasiado útil, puede que te quite el puesto. Estás algo alto, hay mucha responsabilidad en tus manos. Él va a explicarte qué tienes qué hacer, pero igual no dudes en llamarme si necesitas algo, a cualquier hora puedo salir de clases para responderte. No quiero que vayas a hacer algo mal.

— E-entiendo.

— Bien, ya me voy. Vuelvo luego de clases para ver cómo vas.

— Sí, gracias, otra vez —sonrió, ella le devolvió el gesto, luego salió de la oficina, dejándole solo.

Jungkook solo miró a la puerta, acercándose luego al escritorio en el lugar. Se sentó en su silla y miró sus brazos, la camisa que tenía puesta.

Jeongyeon le había llamado el viernes pasado avisando que aquel lunes comenzaría a trabajar. No era el puesto más alto posible, pero sí era algo alto. Estaba bien.

Jimin le había obsequiado un traje que pertenecía a su padre y, aunque Jungkook no hubiese querido aceptarlo en otras circunstancias, lo hizo, porque no tenía dinero para comprar uno por ahora. Así que solo tenía ese traje que le quedaba un poco grande y tendría que lavar todos los días, pero ya era algo. Cuando tuviese su primer sueldo compraría uno más y, cuando ya no lo necesite, pensaba devolvérselo a Jimin. Sabía lo valiosas que eran para Jimin las cosas de su padre.

Se levantó luego de un rato, tomando la taza de café que Jeongyeon le había preparado para beberlo, tratando de calmar un poco su nerviosismo. "Demasiada responsabilidad en tus manos", por Dios, ya lo sabía. Ya sabía que ese trabajo le exigiría demasiado, no sabía hacer tantas cosas, ni siquiera había tenido un empleo en su vida, pero era hora de empezar, ¿no?

Tal vez la forma en que consiguió ese empleo era algo deshonesta, no merecía tal puesto solo porque el dueño de la empresa era padre de Jeongyeon, pero al menos quería poder trabajar adecuadamente, cumplir con lo requerido y ser útil. Iba a esforzarse.

Se acercó a la caja que había dejado en el escritorio cuando llegó, acomodando las cosas que llevaba en la oficina, su jefe le dijo que podía ir personalizando su espacio y en un rato pasaría a explicarle en qué consiste su puesto.

No había demasiadas cosas en esa caja, solo algo que Jimin y Taehyung le habían preparado: un retrato con la cara de ellos dos y otro con una foto de los tres juntos, un par de cuadros de paisajes lindos que pudiera colgar en su pared y una planta pequeña. Tan solo algo para que no se viera tan vacía esa oficina, ya podría terminar de llenarla luego.

Tenía un portafolio, también, pero se supone que recién comenzaría a llenarlo de papeles hoy, que comenzara a trabajar.

Sin embargo, lo puso en su escritorio cuando terminó de acomodar. Lo abrió, y sacó aquella libreta negra que había llevado en él. La sacó de debajo del colchón de Tae y la metió en el portafolio hace un par de días, este sería un mejor escondite.

El jefe dijo que iría a explicarle personalmente cuando se desocupara un poco, así que, por ahora, no tenía nada más que hacer. Se sentó de vuelta en su silla, con la libreta en sus manos, sus dedos acariciando la superficie. Entonces la abrió, volviendo a leer la segunda hoja.

"Min Yoongi.
Tengo 18 años. No termino de comprender a mi mente."

Y, esta vez  decidió pasar a la siguiente.

" Abril 2010.

Siempre quise tener un diario. Ya sé que los niños pequeños los usan para escribir sus días o ideas que para un adulto serían divertidas, ya sé que, a mi edad, esto puede ser algo absurdo, pero realmente creí que sería buena idea poder escribir lo que pasa en mis días y en mi cabeza.

Hay tanto que quisiera poder contarle a mis amigos, pero creo que no soy tan valiente, sigo temiendo de la opinión de los pocos que me rodean sobre mí, así que hay cosas que no me gusta hablar. Es por eso que este diario será mi nuevo amigo.

Entonces, querido diario, ¿puedo contarte lo que hice hoy? "

Cerró la libreta cuando la puerta se abrió, viendo al padre de Jeongyeon adentrarse, mirando alrededor.

— Aún está muy vacía, pero ya irás trayendo más cosas, ¿cierto? —sonrió, Jungkook también lo hizo.

— Sí, ya veré qué más agregar.

Dejó la libreta en el escritorio, tan solo la movió a un lado para dejar espacio para la laptop que el señor había traído consigo. La dejó en el centro del escritorio y puso total atención a lo que este estaba explicándole, a lo que debía hacer.

O trató, al menos, de poner atención.

Lo poco que había leído del diario era tan... extraño. Le era difícil imaginar a un Yoongi de 18 años, le conoció cuando tenía 24, así que... no tenía idea de qué esperar, qué tan diferente sería en ese tiempo. La gente cambia demasiado, Yoongi siempre fue reservado, así que, aunque no quería admitirlo, estaba intrigado por seguir leyendo.

Pero ya habría tiempo más tarde. Por lo pronto, quería realmente enfocarse en su trabajo, no iba a fallarle a aquel hombre.

Agradeció una vez más cuando su jefe hizo ademán de retirarse, pero, antes de salir, regresó, acercándose solo un par de pasos.

— Jeon, cuando Jeongyeonie venga a verte, dile que no hace falta que me mienta —soltó, hablando tan lentamente, como si él mismo dudara de si podía decir aquello—. Me dijo que tú y ella iban a mudarse pronto —Jungkook abrió sus ojos un poco más de lo normal, queriendo disimular aquello luego. El hombre solo rió—. Ya sé que no es cierto, la conozco. Sé que piensa irse con esa chica, sigue diciendo que son solo amigas, pero... Jeongyeonie ha sido mi pequeña desde que nació, la conozco, yo sé que no solo es eso, pero entiendo que tenga miedo de admitirlo. Ustedes son amigos, ¿no? Tan solo dile que me gustaría saber a dónde va a irse, cuando se vaya, y que esto quedará entre ella y yo, no voy a decirle nada a su madre.

— Uh... perdone que lo diga así, pero... ¿por qué no se lo dice usted?

— No podemos hablar de eso en casa, tal vez ni siquiera aquí, mi esposa no... no aceptaría lo que ella es. Cuando podamos, hablaré yo con ella. Por lo pronto, solo quiero que sepa que estoy para lo que necesite, no quiero que deje la casa de repente y me excluya totalmente de su nueva vida, también, por eso necesito que le digas —Jungkook solo le miraba, sin saber cómo reaccionar.

Era realmente lindo pensar en que ella tenía un padre tan maravilloso. Tal vez su madre era complicada, pero al menos su padre parecía tomar bien las cosas.

Le hubiera gustado que alguno de sus progenitores fuese así.

— Yo le digo, no se preocupe.

— Bien. Y... sobre tu empleo, si tienes alguna duda, dímelo. Jeongyeon intentó convencerme de que eras alguien muy responsable, no sé si ella te conozca hasta ese punto o si solo lo dijo para convencerme, pero esta es tu oportunidad de demostrarlo.

— Lo sé, voy a esforzarme —sonrió y aquel hombre hizo lo mismo una vez más antes de salir, finalmente. Era un tipo tan agradable.

Jungkook miró el par de retratos en su escritorio, recordando la llamada que había tenido con Seokjin hace unos días.

Tal vez Taehyung y Jimin eran los únicos que le entendían.











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Nota: No hay vdd

Disasterology 윤국 YoonKook • Donde viven las historias. Descúbrelo ahora