Disasterology 윤국 YoonKook •

29.

— ¿Ya vas a decirme qué pasa?

— Shh, espera —se detuvo, mirando a la chica a unos pocos metros y tomando la mano de Yoongi para llevarle con él hasta ahí, frente a ella—. Jeongyeonie —le llamó.

Ella apenas le miró quiso huir. La vergüenza aún la dominaba, no sabía como excusarse, cómo mentir sobre lo que había visto aquel día; todo había sido tan claro.

— Jeongyeon, escúchame, ¿sí? —dijo antes de que ella se alejara más.

— Olvídalo, Jungkook. No quiero hablar.

— Por favor —se acercó más, sujetando su brazo sin usar demasiada fuerza para poder hacerla girar hacia él, encarandole—. Me agradas y lo que ví no va a cambiar eso. No dejes de hablarme —pidió. Ella no contestó pero tampoco volvió a intentar irse, así que Jungkook vió aquello como algo positivo y prosiguió—. Él es Yoongi —señaló al chico a su lado, ambos con su atención en él—. Es mi novio. Lo viste el día de la cena en mi casa y no sé qué te hayan dicho, pero eso es, es mi novio.

— ¿T-tu novio? —estaba ahora sí tan confundida—. Mi papá dijo que era un primo tuyo muy cercano. Él... ¿lo sabía?

— No tengo idea, tal vez eso le dijeron mis papás también. El punto es que... ellos querían que intente salir contigo a pesar de que ya tengo a Yoongi, así que te entiendo. Es ella de quien estás enamorada, ¿cierto? Quien dijiste que tus padres nunca aceptarían.

— Shh, no lo digas tan fuerte.

— ¿Son novias? —insistió, Jeongyeon cerró sus ojos, suspirando. No iba a dejar de decirlo.

— Ven —susurró, tomando su brazo y alejándole un poco de ahí, Yoongi los siguió. No entendía mucho de lo que escuchaba, pero ahora quería saber y a ella no pareció molestarle—. No es mi novia aún —comenzó—. Me gusta... mucho. Tenemos años juntas y viene a mi casa seguido.

— Así que lo que ví... no era la primera vez, ¿cierto?

— Por Dios, no te incumbe —se quejó—. Pero sí, no fue la primera, tenemos mucho tiempo juntas.

— ¿Y no es tu novia?

— No. Su familia sabe de nosotras pero la mía no; mis papás van a matarme si se enteran. Y yo, uh, no quiero ser egoísta. No somos novias porque quiero que siga conociendo chicas y... cuando encuentre a alguien, yo voy a dejarla en paz. Nunca va a funcionar lo nuestro, no quiero atarla a mí con ese título.

— Ah, no digas eso. ¿Ella está conociendo otras personas?

— Bueno... No ha salido con nadie pero yo se lo permito, cuando encuentre a alguien que le guste, lo hará.

— ¿No has pensado en que si llevan años juntas y nunca ha salido con alguien más aunque tú se lo hayas propuesto es porque tal vez en realidad te ama?

— No puede hacerlo, no podemos...

— Jeongyeonie, puedo seguir yendo a tu casa para que aparentes con tus padres mientras piensas en un plan, pero no puedes renunciar a ella.

— N-no lo entiendes.

— Lo entiendo. Entiendo que no deberías quedarte atrapada en el sueño de tus padres, es tu vida y sé que vas a averiguar cómo vas a alejarte y hacerla tu novia —sonrió, despeinando un poco el precioso cabello de la chica, quien río suavemente.

— Jungkookie, eres un ángel.

— Lo sé —susurró.

Yoongi solo lo miraba, sin querer decir una sola palabra al respecto.

[ × ]

Jimin miraba directamente a la cámara en el escritorio detrás de ellos, una mano aferrada a la almohada a su lado y la otra sujetando el brazo de Taehyung.

— Tae, t-tus padres.

— ¿Hm?

— Están en casa. Ahora no.

— No importa.

— Dios, Taehyung —se quejó, tomando sus hombros para alejarle de él y reincorporarse un poco—. ¿Para esto me invitaste?

— Pensé que te gustaba grabar —respondió desconcertado, sin volver a acercarse. Jimin se sentó, acomodando su ropa y manteniendo en él esa mirada con ligera molestia en ella.

— Sí, pero no cuando tus padres están.

— No van a vernos. ¿Cuándo nos han visto?

— Sabes que no me refiero a eso. Eso ya lo... sé.

— ¿Entonces?

— Tae —susurró, suspirando luego. Se acercó un poco a él para tomar su mano, acariciándola suavemente con sus dedos y manteniendo su vista en ella—. Antes de ser tu novio fuí tu amigo. Puedes decirme.

— ¿Qué?

— ¿Qué hay en tu mente? Cada que están tus padres me invitas, follamos y ni siquiera eres tú. ¿Por qué me tratas diferente cuando están ellos? ¿Por qué te quedas callado? ¿Por qué solo tú me... das? y, Tae, cuando terminamos estás perdido, me pides que me vaya, te encierras en el baño y nunca te veo salir... ¿por qué? —Taehyung bajó también su mirada y Jimin se preocupó cuando vió una lágrima caer en la colcha donde estaban sentados, pero no quiso mirarlo, porque sabía que iba a desbordar en llanto también si lo hacía.

— ¿Te-te trato diferente?

— Sí pero, digo, eres más... ¿dulce? Eres tan lento y ni siquiera pareces tú, no buscas tu placer, parece que solo lo haces por mí.

— Jimin, ¿alguna vez te he lastimado.

— No, por Dios. ¿A qué viene eso ahora?

— Ah, no importa —alejó su mano, pero ambos mantuvieron sus vistas bajas.

— ¿Cuál es tu problema con ellos?

— No lo sé, no me gusta verlos.

— Nunca los ves, de verdad, ¿no te alegra cuando vienen?

— No. Nunca los veo y así está bien, no me gusta verlos.

— ¿Por qué?

— No te importa.

— Me importa. Todo lo que te haga sentir mal, impor-

— No voy a decirlo, ¿bien? —se levantó, llevando ambas manos a sus ojos para frotarlos con fuerza, queriendo hacer que dejen de lagrimear, pero no podía. Una lágrima tras otra y otra seguían bajando por sus mejillas, no podía detenerlas.

— ¿Tae?

— ¿Puedes irte?

— Hm, sabes que estoy para tí, Taehyung. Yo, uh...

— Solo vete —insistió, sin poder descubrir su rostro—. Ya sabes dónde está la salida —finalizó y, de nuevo, Jimin lo vió entrar al baño de su habitación.

Y, a pesar de esperar un largo rato a que saliera para poder consolarlo, termino por ceder y salir por sí mismo de la casa, notando que sus padres ya se habían ido a dormir y todo volvía a sentirse tan solo como siempre.

Finalmente lo había enfrentado respecto a un problema que había estado ignorando hace tanto tiempo y, mientras cerraba la puerta con cuidado y comenzaba a caminar hacia su casa, completamente solo, se dió cuenta de que tal vez aún había mucho de Taehyung que no conocía.

Y no podía solo aceptar tener sexo con él y seguir ignorando que el chico lloraba todo el tiempo, que creyó que era por Jungkook y lo dejó pasar sin más, pero ahora Jungkook estaba con ellos y el llanto nunca había cesado.

Ahora entendía que nunca supo la verdadera razón.

[ × ]

Nota: Ahora sí empieza lo bueno, ah.