Yoongi estaba recostado aún en la cama, ambos chicos abrazándose de él, uno a cada lado.
— Tengo que irme, ahora —susurró en cuanto vio a uno de ellos abrir los ojos.
— ¿Quieres que te paguemos algo? —preguntó Mingyu, Yoongi negó con la cabeza.
— No hace falta. No hice nada —rió, el otro chico sonrió.
— Eres como un ídolo ahora, ¿sabes? Sería justo que cobres por habernos acompañado —una de sus manos estaba en el pecho de Yoongi, acariciando con su palma de una forma tan sutil—. Hemos estado pendientes de tu cuenta de Wink desde que la encontramos. Es decir... sabemos lo grande que es tu cuenta, es común que conozcamos chicos y, al hablar de Agustdick, ellos sepan de quién hablamos. Eres muy conocido. O bueno, no precisamente tú, sino tu perfil, Agustdick. No mucha gente podría reconocer tu cuerpo, no todos lo vieron como nosotros, ¿verdad? —Yoongi solo le miraba, escuchando lo que decía—. Es como un honor tenerte aquí. Quise contactarte hace tanto tiempo, pero no quería molestarte. Creí que ni siquiera nos recordarías.
— Pudiste haber llamado cuando quisieras, me hubiera gustado conocerte más.
— Me hubiera gustado salir contigo —sonrió, Yoongi solo le miraba. No sabía qué decir—. Tengo tantos meses esperando a que regreses a Wink, me hace falta verte. Es tan adictivo.
— Tienes novio, Mingyu —susurró—. Mirando al chico al otro lado, verificando que siguiera dormido.
— Si no te hubieras vuelto tan famoso, te hubiera invitado a salir. Y me hubiera gustado acompañarte en los videos de tu cuenta, si entiendes a lo que me refiero.
— Mingyu —susurró de nuevo—. Tengo que irme —repitió, intentando levantarse sin mover al chico que seguía dormido, pero Mingyu se negaba a soltarle. Estaba aferrado a su cuerpo.
— Estoy seguro de que Jaehyun aceptará un trío contigo. Quédate, por favor. Si el problema es el dinero... te pagaremos lo que pidas.
— Tengo que irme, en serio. Gracias por recibirme, y por la cena, pero ya debo irme.
— ¿Por qué no quieres? —preguntó, el otro chico despertó, pero no decía nada, tan solo les miraba—. Solo una vez, Yoongi. Ha sido mi mayor sueño desde hace tanto tiempo y-y... —levantó su vista, mirando a Jaehyun—. Ambos lo hemos hablado. Estamos de acuerdo en eso.
— Tengo novio —dijo. Pues, aunque se supone que habían terminado y había abandonado ya a Jungkook, aunque la cantidad que le ofrecieran le sería útil para seguir yendo a cada lugar que quería, no podría acostarse con alguien que no fuera él—. El chico de Wink es mi novio.
— Oh... pensé que solo eran novios en Wink. Entonces... ¿son novios en serio?
— Sí, lo siento. Y, uh, en serio tengo que irme —susurró, levantándose ahora sí, ambos chicos le soltaron.
— Bien, lo entendemos, ¿sí? Puedes visitarnos cuando quieras. Sería bueno verte más seguido —sonrió, Yoongi trató de sonreírle también, no sabía cómo actuar luego de haber escuchado todo aquello—. Y, uh... no quería incomodarte, solo tenía que intentarlo —rió suavemente—. Cuídate, Yoongi, y salúdanos a tu novio.
— Está bien. Los veré luego —sonrió, yendo hacia la puerta del lugar, sin esperar a que alguno le siguiera.
Tan solo necesitaba irse antes de seguir encariñándose con la forma en que le trataban.
Ellos, Vernon, Hobi, Nam, sus amigos del trabajo, Seokjin y... Jungkook. ¿Por qué todos le trataban de esa forma?¿Por qué todos tenían que ser tan suaves? No merecía tanto.
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No sabría decir exactamente en qué momento todo había empezado a ir tan mal, así que pensaba que había sido desde su nacimiento, desde el momento en que su madre dio a luz, desde que tuvo que crecer con esos padres y en esas condiciones. Su futuro parecía estar escrito desde el principio.
¿Y quién era él para desafiar al destino?
Estaba corriendo, como en los viejos tiempos. Corría con los frascos en sus manos, su respiración estaba tan acelerada, pero no dejaba de correr.
No supo exactamente cuánto tardó hasta que dejó de escuchar a los guardias que le seguían. Comenzó a disminuir la velocidad cuando finalmente los perdió, pero siguió avanzando.
Estaba caminando y corría ocasionalmente, temiendo que aún le siguieran y que fuesen a alcanzarle. Únicamente se detuvo un rato después para meter aquellos frascos en su mochila y seguir con su camino. Había abandonado su moto afuera de la farmacia, pues, como sea, no la necesitaría más.
Ya no tenía dinero. Había comido por algún tiempo con lo que encontró en la casa de sus padres, pero ya no había más. Así que, bueno, tuvo que usar lo que aprendió cuando era más pequeño, tuvo que robar algunas cosas de algunos establecimientos. Era lo último que necesitaba.
No supo cuánto tiempo tardó en llegar, pero, sin importar el cansancio en su ser, el sentir que iba a desmayarse en cualquier momento por lo agotado que estaba su cuerpo luego de tanto tiempo descuidándolo, consumiendo apenas lo necesario, sonrió.
Los colores del atardecer pintaban el lago frente a sus ojos, sintió que finalmente pudo respirar cuando divisó aquel precioso lugar.
Siguió caminando hasta llegar a la orilla del mismo, dejándose caer en la tierra, tan agotado. Gateó hasta la orilla y metió sus manos en el agua, sintiendo lo fría que estaba. Sentía el viento golpear su cuerpo y una suave brisa alcanzándole, la sensación era tan mágica.
Tan solo lavó su cara, y se quedó algunos minutos más ahí, a la orilla del lago, jugando con sus manos y dejando que algunas lágrimas se unieran a aquel enorme cuerpo de agua.
Hace tanto que no veía aquel lugar, hace tanto que deseaba volver a ir y revivir aquella sensación. Su corazón estaba tan acelerado y ya ni siquiera identificaba qué es lo que tanto dolía en su cuerpo, no sabía si era peor el dolor de cabeza, el de estómago, el cansancio en sus piernas o el ardor por lo lastimadas que estaban sus manos. Tan solo quería centrarse en lo tranquilo que era el entorno, en el suave movimiento del lago y el sonido del viento.
Esperó a que el sol se ocultara por completo para dar un par de pasos atrás, sentándose en la tierra y posando su mochila en sus piernas para sacar algo de lo había llevado, para buscar algo qué comer. Había llevado un poco, tan solo para el tiempo que durara, tan solo quería disfrutar por un par de días.
No iba a arrepentirse, la decisión estaba tomada. Ya había terminado de despedirse de los pocos que alguna vez le hicieron sentir querido.
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Disasterology 윤국 YoonKook •
Fanfiction|| × ¿Cómo seguir con una vida normal luego de que su porno casero es tan accesible en internet? Las cosas habían llegado demasiado lejos. Yoongi no era la misma persona. 𝑪𝒂𝒏 𝒘𝒆 𝒄𝒓𝒆𝒂𝒕𝒆 𝒔𝒐𝒎𝒆𝒕𝒉𝒊𝒏𝒈 𝒃𝒆𝒂𝒖𝒕𝒊𝒇𝒖𝒍... 𝒂𝒏𝒅 𝒅𝒆�...